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Mujeres: de casa a empresa

1991/07/01 Aizpurua Sarasola, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria

Una vez cenábamos, Marisa Rodríguez, amiga y abogada, nos contó su trabajo. A pesar de sus manifestaciones sobre los cursos de educación para las mujeres, la filosofía que subyace a estas acciones nos pareció interesante. Nos quedamos a hablar algo más.
En el origen de estos cursos se encuentra el crecimiento de la población activa. El aumento de la población activa en los últimos años se debe a la incorporación de la mujer al mercado laboral. Sin embargo, a pesar de que las mujeres han pasado a formar parte de la población activa, la mayoría se han incorporado directamente al colectivo de personas desempleadas, y los que han encontrado empleo se encuentran en condiciones precarias.

Este grupo de mujeres que quieren trabajar tiene problemas por todas partes. La mayoría no conoce el mundo laboral y los que trabajaron en su día tienen casi olvidados sus vínculos. Es cierto que este problema no es exclusivo de las mujeres, sino de otros muchos grupos humanos. Sin embargo, es evidente que el 80% de las personas desempleadas son mujeres las que más sufren.

Y es que el colectivo de mujeres tiene características que le diferencian de otros colectivos humanos. Estas mujeres son en la mayoría de los casos amas de casa y aunque trabajen (o tengan que asistir a cursos) no podrán olvidar el trabajo doméstico. Al mismo tiempo, el ambiente doméstico no suele ser favorable a los intereses de estas mujeres y suele haber problemas de autoestima. Además de estos problemas, hay un nivel de formación muy bajo.

Marisa Rodríguez.

Ante esta situación, varias organizaciones han comenzado a organizar las cosas en colaboración. Entre otros, los centros de promoción social y familiar de KUTXA en Gipuzkoa y San Sebastián diseñaron la planificación para el autoempleo de las mujeres. Esta planificación se corresponde con la que tiene el Gobierno Vasco y las comisiones comarcales de trabajo.

En total se han organizado ocho cursos, todos ellos en la zona de Donostia. Cinco de ellos de seis meses y tres de nueve meses. Las mujeres que han participado en los cursos de seis meses son aquellas que no tienen un proyecto claro para crear una empresa y las que han participado en los nueve meses son aquellas que tienen un proyecto empresarial claro.

Marisa nos dijo que el objetivo de estos cursos es crear empresas y no crear profesionales.

Pero, ¿qué tipo de empresa puede crear este grupo tan condicionado?

Marisa tiene claro que hay que impulsar a este colectivo al sector servicios y en concreto al sector servicios sociales. Hostelería, limpieza, asistencia minusválidos y ancianos, alimentos, etc. son las áreas con mayor potencial.

La fase de selección de estos cursos ha sido muy importante. A pesar de las limitaciones de edad (se admiten desde 19 hasta 45 años), se ha recurrido a crear grupos lo más homogéneos posibles. La homogeneidad es muy difícil, pero para ello se ha tenido en cuenta la situación y los objetivos de cada persona.

La mayoría de los cursos han finalizado en junio y Marisa ha mostrado su satisfacción por los resultados, ya que algunos grupos están a punto de crear empresas.

También hablamos del futuro. El apoyo de la administración pública va a ser imprescindible, pero todavía no está muy claro cuál va a ser su tendencia. Por otro lado, hay que superar la inercia social hacia las mujeres.

Sin embargo, Marisa y sus amigos, psicólogos, pedagogos, sociólogos, etc. se han mostrado dispuestos a hacer frente a todos los problemas, quizás porque hasta ahora y desde hace tiempo han trabajado en tareas difíciles.

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