Aguilucho común, vigía
1995/05/01 Elosegi Irurtia, Migel M. Iturria: Elhuyar aldizkaria
Viajando por el País Vasco, hemos podido ver en numerosas ocasiones un ave parda que se encuentra en un lugar llamativo de la carretera. A pesar de que nos parece que está muy desenfadado por nuestra rápida vida, mira desde el poste de la pila, el árbol o la fuerza de la luz que hay, intentando ver las piezas de caza. Su técnica consiste en permanecer inmóvil en un emplazamiento con una perspectiva amplia, pudiendo pasar horas en este esfuerzo hasta que se perciba algo de vientre.
El halcón común ( Buteo buteo ) es un depredador de tamaño medio. Al igual que ocurre con muchas aves rapaces, existe un dimorfismo entre sexos en tamaño y la hembra es mayor que el macho. Así, la hembra tiene entre 700 y 1.200 gramos de peso y una longitud aproximada de 56 cm, mientras que el macho sólo tiene entre 550-850 g y 50 cm. El ancho de vuelo suele variar entre 113-140 cm. El plumaje puede ser muy variable, de color pardo oscuro a pardo blanquecino.
La espalda es uniformemente parda y aunque la parte inferior es más clara, la mancha es oscura. En la cola se pueden distinguir entre 7-10 líneas oscuras estrechas y la última huella de la punta es más gruesa. La cera de las piernas y el pico es de color amarillo y los ojos pardos o pardo-amarillos. La coloración no muestra diferencias entre sexos.
Vista desde abajo en el aire, muestra un collado corto y alas anchas. La cola, también ancha y circular, la separa de los milanos de tamaño semejante (que son ahorquillados). Las puntas de las alas son negras, pero las plumas son blanquecinas. La articulación carpiana (correspondiente a la muñeca) es oscura. La forma de volar es planeadora y bastante tranquila. A través de las corrientes de viento sube girando con grandes círculos y con pocos golpes de aleta. Con bastante destreza, a veces se puede permanecer quieto en el aire.
Es un animal de bosque y ribera que le ofrece espacios abiertos para la caza. Le gustan los bosquetes intercalados con tierras agrícolas, prados, campos de cultivo, zonas abiertas y bosques mixtos. El paisaje de Euskal Herria, por tanto, es apropiado para esta ave y desde la costa hasta las cumbres altas, extendiéndose hasta las arboledas meridionales.
Este animal carnívoro no está especializado en un solo tipo de caza y tiene un amplio espectro de alimentos. Puede comer micromamíferos, conejos, lagartos y serpientes, anfibios, aves, insectos como ortópteros y coleópteros, lombrices o matanzas, entre otros.
Los halcones comunes tienen una superficie aproximada de 6-7 kilómetros cuadrados. Para reivindicar la propiedad del territorio, giran en el cielo y limitan: “piuuu”, “piuuu”. A finales de invierno, hacia febrero, se pueden ver haciendo un vuelo nupcial en el cielo. La pareja comienza a girar una alrededor de la otra, realizando el planeamiento, giras rápidas juntas, descensos verticales cerrando las alas y otros movimientos especiales.
Tienen una sola cría y en primavera, a partir de marzo. El nido, casi siempre en algún gran árbol del bosque, y en ocasiones en alguna roca. En algunos casos se trata de la renovación de un nido antiguo realizado por algún corvido o simplemente el robo. El tamaño suele ser grande y el trabajo de la pareja es recoger las ramas y el material que necesitan. Se forran el interior con musgo y hierba y se decoran con ramas verdes alrededor.
En este nido la hembra colocará de 2 a 4 huevos blancos salpicados de rojo pardo. Sobre estos huevos de 56 x 44 mm la hembra pasará de 33 a 38 días y abandonando la caza ocasionalmente, el macho rota en la txitada. Los pollos al nacer pesan unos 45 gramos y tienen plumas blancas. La hembra pasa los primeros 15 días sin moverse apenas del nido, pero a partir de ahí tendrá que empezar a cazar junto con el macho para relajar a los pollos insaciables. Sin embargo, las crías más pequeñas suelen morir. Al cabo de tres semanas comenzarán a ponerse erguidos y a los 30 días estarán vestidos de pluma. Con 45-55 días y aspecto adulto dejarán el nido. Se reproduce por primera vez a los 2-3 años, con una edad media de 4-5 años.
En cuanto a la distribución, en Europa es común. Salvo en Irlanda y Europa del Norte, se puede ver en todo el continente y, al ser un migrante parcial, los del Norte llegarán al Sur para pasar el invierno. Desde Euskal Herria, a finales de agosto y durante las dos primeras semanas de octubre, se pasan por separado o en pequeños grupos la mayoría de los halcones comunes.
Los últimos pasan a principios de noviembre. Estos chaparrones del norte se dirigen hacia la región occidental y mediterránea y invernan junto a los ajuares sedentarios. Algunos, aunque se dirigen hasta el este y el sureste de África, otros permanecen en el País Vasco. Estos invernantes normalmente tienen un color más claro que los locales.
Además de los observados durante la migración, en el País Vasco es nidificante común y la situación actual de la especie es buena. Vive especialmente en los bosques y bosquetes de la región cantábrica y subcantábrica. En dirección sur, en la región mediterránea sólo se puede encontrar en bosques, tierras agrícolas y campos de cultivo, pero no en la Rioja Alavesa y la Ribera Navarra, desolada.
Según el estudio realizado en el Reino Unido sobre los halcones comunes, los factores más importantes que condicionan la presencia de esta especie son la abundancia de piezas de caza, la disponibilidad de lugares adecuados para la nidificación y la estabilidad del hábitat. Entre los factores perjudiciales para la especie se encuentran los plaguicidas organoclorados y las enfermedades que afectaron a las poblaciones de conejos.
Por otro lado, la disminución del número de víctimas mortales a tiro y, en general, el mayor respeto, han hecho un gran favor en los últimos años. Por ello, tanto en los países vecinos como en el nuestro, las poblaciones han aumentado. Así, es mucho más fácil que hace 30 años ver a este elegante depredador espiando en nuestro cielo o en el borde de la carretera.
Especie: Familia de buteo |
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