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Chequeos: seguro contra todo riesgo

1992/06/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria

Los reconocimientos médicos globales y periódicos son muy recomendables para aquellas personas que, por el estrés que sufren en su día a día, se ven expuestas a ciertas enfermedades, como los ejecutivos. Estos estudios no permiten detectar y medir el estrés, la ansiedad, la depresión y otras alteraciones psicológicas, pero son una herramienta inmejorable para mejorar su salud, ya que ayudan al médico a detectar ciertas enfermedades psicosomáticas tan comunes como coronarias, hipertensión o úlceras. En este sentido, no hay que olvidar que en los ejecutivos la causa más frecuente de muerte es el infarto.

Cuatro son las pruebas básicas para detectar precozmente la enfermedad cardiovascular.

Prueba de esfuerzo

Los reconocimientos médicos globales y periódicos son muy recomendables para aquellas personas que, por el estrés que sufren en su día a día, se ven expuestas a ciertas enfermedades, como los ejecutivos.

El supuesto enfermo (o capaz de enfermar) debe realizar un ejercicio escalonado y controlado en bicicleta y/o suela itinerante para aumentar el trabajo circulatorio y cardiaco. Esta prueba permite al médico medir la capacidad o capacidad y reserva del sistema (en definitiva del corazón) y su adaptación al ejercicio.

Esta prueba permite conocer con precisión los límites y limitaciones que provocan la gravedad de una situación. Por ello, esta prueba es especialmente adecuada ante sospecha de enfermedad coronaria, ya que permite medir la reserva coronaria, es decir, cuantifica la gravedad de la estrechez de las arterias y, por tanto, la reducción de la cantidad de sangre que llega al corazón.

Si el resultado de la prueba de esfuerzo es negativo, se dará por finalizado el chequeo. En caso de duda, el examen debe continuar.

Prueba del talio

El talio es un isótopo radiactivo que queda en el corazón en proporción directa a la cantidad de sangre que llega al corazón a través de las arterias coronarias si se inyecta por la vena del paciente. Si la concentración del talio en algunas zonas (y más en todo el corazón) es elevada, indica que la cantidad de sangre que llega al corazón es adecuada. Por el contrario, si la concentración es débil o no se observan talios en algunas zonas, se advierte algún obstáculo que impida que la sangre llegue al corazón. Esta prueba suele coincidir con la prueba de esfuerzo y consiste en “leer” las imágenes cardíacas del talio mediante un sofisticado aparato llamado gammacámara.

Si la prueba del talio es negativa, no tiene por qué preocuparse, pero si es dudosa o positiva, habrá que hacer un cateterismo al paciente.

Cateterismo cardiaco y angiografía

El procedimiento más preciso y preciso para llegar al diagnóstico de una enfermedad coronaria consiste en introducir un catéter o tubo muy fino a través de las venas y arterias del pliegue del codo o del muslo, con el fin de llegar al corazón y a sus arterias.

Dado que el extremo de este catéter está unido a medidores muy sofisticados, es posible conocer su grado de efectividad mientras el corazón está funcionando. Como se puede apreciar, se trata de una técnica totalmente sofisticada que requiere herramientas de alta tecnología y hospitalización del paciente.

Para medir la tensión es necesario que el paciente esté relajado sin ningún estrés. Si se puede coger por la mañana y hay que tomarla varias veces, siempre en la misma masa.

A lo largo del catéter se puede inyectar una sustancia líquida que actúe como contraste, es decir, que puede oponer a los rayos X los vasos y husillos del corazón y de las arterias. De este modo, su interior queda visible. El cardiólogo, por tanto, se enfrenta con el corazón y puede ver si las arterias están apretadas (y hasta qué punto están apretadas), si hay riesgo de infarto o repetición, si el papel del músculo cardiaco es normal… A partir de ese momento, se decidirá si es necesario el tratamiento médico (con medicamentos) o la técnica quirúrgica.

La principal medida a tomar en el caso de la otra enfermedad principal del ejecutivo (hipertensión) es el control periódico, ya que si no se detecta y trata a tiempo se pueden producir apoplejías, además de complicar las afecciones cardíacas y renales.

Medición de la tensión

Periódicamente se debería medir la tensión, escuchando la presión arterial que ejerce la sangre a través de una manguita que aprieta el brazo y se va vaciando poco a poco.

Para medir la tensión es necesario que el paciente esté relajado sin ningún estrés. Si se puede coger por la mañana y hay que repetirla, siempre a la misma hora. Por otro lado, recordar que la medida de tensión después de un ejercicio intenso no es válida.

En concreto, la manguita de tensión, también denominada esfigmomanómetro, consta de dos partes o partes: una manguera llena de aire (dotada de una válvula de cierre) y una esfera de medida de presión (normalmente graduada en milímetros de mercurio). Hay varios tipos de esfigmomanómetros: paredes pegadas, automáticas, manuales, etc.

Alejarse y olvidar los problemas y preocupaciones laborales cotidianas son excelentes formas de mejorar la productividad y el rendimiento intelectual.

Es importante saber que la tensión va variando en función del perímetro de la extremidad en la que se coloca la manguita (cuantos más grueso sea el brazo o pierna, más manguito será necesario). Suelen ser de hasta 5 cm de ancho, normalmente de caucho y que deben elegirse según el peso y la constitución de la persona.

Al pasar a otro grupo de enfermedades, desgraciadamente los trastornos gastro-intestinales no se controlan los síntomas que indican su presencia (dolor, diarreas, vómitos, etc.) hasta su aparición. Entonces hay que decidir si es gastritis, úlcera, pancreatitis o síndrome del colon dolorido.

Para ello son necesarias dos pruebas: análisis de sangre y análisis de heces. Si los resultados no son completos, el paciente deberá ingerir una especie de papilla (contraste de magnesio o bismuto) y pasar por los rayos X la papila a la úlcera a través del aparato digestivo u otras lesiones.

Estas pruebas se pueden realizar en cualquier momento, pero algunas son molestas y costosas, por lo que puede ser mejor acudir al especialista cuando los trastornos duran varias horas o cuando se repiten con relativa frecuencia.

Los diez mandamientos para un ejecutivo sano (decálogo)

  1. Mantener un peso adecuado Infartos de obesidad, hipertensión, aumento de ácido úrico, etc. facilita o pone en marcha.
  2. Alimentarse de forma equilibrada El abuso de grasas, fritos, etc. engorda y suele ser una vía para aumentar el colesterol y el ácido úrico.
  3. Comer tranquilo y masticar bien Si no se come así puede provocar gastritis y dolor al estómago.
  4. La prudencia y la lógica es la sustitución de las comidas de trabajo por reuniones de oficina.
  5. Realizar un chequeo médico anual, es decir, realizar un examen clínico exhaustivo.
  6. Dormir al menos 8 horas diarias. Es imprescindible para recuperar el desgaste intelectual diario y abordar los problemas del trabajo descansando adecuadamente.
  7. Disfrute de vacaciones regulares Alejarse y olvidar (aunque sólo por unos días) de los problemas e inquietudes laborales cotidianos son excelentes formas de mejorar la productividad y el rendimiento intelectual.
  8. Tener aficiones y eso les permite distraerse y disfrutar del ocio.
  9. Realizar ejercicio físico siempre atendiendo a la edad y a las condiciones de salud y realizando ejercicios adecuados a las mismas.
  10. 5.-

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