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Noticias: Septiembre

1998/09/01 Elosegi Irurtia, Migel M. Iturria: Elhuyar aldizkaria

Adiós al verano (¡qué corta! ). Al finalizar las fiestas de los pueblos, empezamos a refrescarnos el ambiente y volvemos a la vela a la nariz, nos daremos cuenta de que hemos entrado en otoño. Río lento, como si no hubiera ganas, y con poco entusiasmo a los niños a la escuela. Como su nombre indica, este es el mes en el que se celebra la ira o el garoa y ya tiene un color rojiblanco. El color de la hierba también demuestra que está dado su mejor y parece que al monte le ha llegado la vejez.
El verano no dura mucho en la zona montañera de Euskal Herria. Cuatro días de sol llegan a los días de otoño. En la imagen Berastegi.
M.L. elosegi

Sin embargo, este tenor es muy generoso. Las zarzas están repletas de moras, los antxumelos o patxaran a las elorri-negras, las eras rellenas de frutos rojos... y además, si ha llovido y ha hecho un ambiente templado, puede haber un golpe de setas. Los animales, por supuesto, no dejan pasar esta oportunidad única de almacenar energía y comen con rabia sabiendo lo que les viene o...

Mirando a los últimos pozos

En la última visita a los pozos que no se han secado todavía se han encontrado numerosos testimonios, pero muchos de ellos estaban a punto de convertirse en ranitas o sapitos. Para poder despedir la vida acuática es necesario, entre otras cosas, aspirar la cola y desarrollar patas y pulmones. Una vez terminados, vivirán en tierra pero deberán mantener la piel siempre húmeda.

Septiembre es el mejor mes para ver migrar a los depredadores. En la imagen se pueden ver gavilanes, azores, halcones rojos y águilas pequeñas. (M.L. elosegi).

En el mismo pozo también encontramos una serpiente de nueva generación con corbata. Los jóvenes de este tipo tienen que intentar cazar y devorar todo lo posible para que estén en forma y con fuerza cuando llegue el invierno. Y es que a lo largo del invierno se van a vivir gracias a la energía acumulada y si no crecen lo suficiente, no serán capaces de sobrevivir.

Buitre

En una gran revuelta, decenas de buitres leonados comen cabra muerta en una oveja. En estas comidas veremos poca elegancia pero una gran habilidad para limpiar la carne. La cabra no ha durado mucho, en torno a un cuarto de hora desde que el saí empezó a moverse. Tras comer carne, intestinos, tendones y todas las barras, sólo han dejado piel y huesos. Sin embargo, estos carroñeros han realizado una labor inmejorable: reciclar la energía del cestero y evitar así la contaminación que puede generar.

A partir del reciclaje

Buen tiempo en las Peñas de Irurtzun. Todavía puede hacer mucho calor.
M.L. elosegi

El reciclaje de la cabra muerta no ha terminado aquí. De hecho, el quebrantahuesos que habita en esta zona de los Pirineos, comienza su segundo paso. Este peculiar buitre se alimenta de huesos y sus lechos y tras limpiarlos apenas queda nada de los animales muertos. Un sorprendente carroñero que se puede tragar huesos de gran tamaño y que vuela con las piernas.

Cuando se ve a sí mismo frente a alguna roca, suelta el hueso para que se rompa golpeando el suelo. Después, se aterriza para buscar y tragar estos trozos. Desgraciadamente, este ave elegante es muy escasa. A pesar de que la población ha mejorado ligeramente en los últimos años, en los Pirineos, en la actualidad sólo hay unos 70 nidos de mamíferos.

Época de migración de muchas aves

Los machos Orein comienzan a rodar a partir de mediados de mes y pasan en celo alrededor de un mes. Sus increíbles agujetas pueden escucharse fácilmente en Irati, Gorbeia o para los que no pueden ir al monte... Taquonera de Pamplona.
M.L. elosegi

Si bien en los dos meses anteriores ha habido movimiento de aves, este mes de septiembre se vuelve espectacular. Por ejemplo, desde la ventana de casa, podemos ver que durante unos días las golondrinas subblancas se juntan en los hilos de la luz y que de un día a otro no hay unidades.

Se dirigieron hacia los territorios más allá del desierto del Sahara, donde permanecen hasta la primavera. Las tórtolas y codornices también migran hacia África en este tenor, pero los cambios bruscos del medio y la caza hacen que no se vean tanto como antes.

Este es el mejor mes para ver migrar a los depredadores. En un buen día de paso se pueden ver gavilanes, azores, halcones rojos, halcones peregrinos, águilas pequeñas, culebreras, pescadores, milagros blancos y azules, etc., y es una oportunidad para aprender a diferenciar especies diferentes.

Foto Álava El Ciego. Al Sur el sol ha desecado la mayor parte de las hierbas.
M.L. elosegi

La mayoría de estos depredadores son planeadores y tratan de tomar las corrientes térmicas que se producen al calentar el viento para poder viajar con el menor esfuerzo. Las horas al mediodía pueden ser, por tanto, las más adecuadas para la observación de estas aves.

Ojo en Txingudi, Urdaibai y el resto de humedales, ya que puede haber mucho movimiento de zancudos. En los Pirineos, en Lindux, Ibañeta, Lizarrieta y Organbidexa, ya tenemos preparados ornitólogos de diferentes grupos para censar anualmente a los migrantes. Una oportunidad única para aprender sobre la migración y conocer a mucha gente simpática.

Pastores también en migración, en la oveja roncalesa

Antes de que lleguen las primeras nevadas, los pastores tomarán el ganado y tomarán el camino descendente. Por ello, en la zona de San Miguel, normalmente, en los prados superiores se observan pocos animales.

Muchas aves ya han iniciado su migración anual. El pájaro mosca negro de la imagen se dirige a África.
M.L. elosegi

En definitiva, se puede buscar semejanzas entre estos cambios de pastizal y la migración de las aves antes mencionadas. Así, tanto unas como otras permanecen en diferentes estaciones del año en lugares con la comida más abundante y el mejor ambiente.

Aunque normalmente no se realizan grandes desplazamientos con el rebaño, en Navarra hay pastores que realizan un recorrido de 6-7 días y unos 130 km. En la oveja roncalesa, por ejemplo, 20.000 cabezas se desplazan cada año desde los pastos superiores de los Pirineos hasta las tierras de las Bardenas que invernarán.

Nutria en saltos de agua frescos

Son pocos los mamíferos que han llevado una mala marcha en la zona europea como las nutrias. Este pobre animal ha tenido que padecer de todo: además de contaminar los ríos y destruir la vegetación de ribera, el hombre intentó erradicarla de la mitad de la excusa que daba lugar a la pesca. La nutria, sin embargo, es uno de nuestros animales más bellos. Es alegre y juguetón, nadador y pescador, y un buen indicador del estado de salud de los ríos.

La mortalidad de los pezones es muy elevada. A esto le falta poco para convertirse en una rana verde.
M.L. elosegi

En Euskal Herria sólo habita en ríos relativamente bien conservados: Aragón, Ega, Bayas, Zadorra y no mucho más. En esta época, sus crías han crecido y su madre se está enseñando a encontrar los mejores pastizales. En esta época en la que hay poca agua templada y, como siempre, en la esperanza de los peces, les gusta caminar alrededor de saltos de agua frescos. Difícilmente podréis verlos, pero igual podréis encontrar pistas.

El tenor amoroso de Orein

Maaaaaaaoooooooooooo. A partir de mediados de mes, en los bosques de Gorbeia, Kinto e Irati, se oirán impresionantes aguardientes. Tenemos ciervos, y como en este tenor entran en celo, están en el fuego. Los machos se pelean para atraer a los rivales de los alrededores para medir sus fuerzas. Compiten por las ramas elegantes y con este comportamiento se da una selección rigurosa. Los machos más fuertes salen vencedores y son ellos los que cubrirán las hembras, asegurando una nueva generación sólida. Sin embargo, esta jornada intensa deja a los señores de los bosques reventados y cuando el invierno llega relativamente temprano y fuerte... estos magníficos mamíferos se mueven con gravedad.

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