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Visita al médico, ¿cuándo? ¿y para qué?

1992/04/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria

A pesar de que tu sentimiento hacia el médico no es muy agradable, no se puede escapar totalmente de sus garras, porque de vez en cuando hay que saber si la maquinaria del cuerpo funciona correctamente. ¿Cómo saber si vamos bien de salud? Pues mediante el control de algunas cifras, la observación de determinados puntos y la realización periódica de estudios y análisis sencillos. Todo ello de forma resumida.

Pesos y medidas. Cifras adecuadas

  • Aunque tu sentimiento hacia el médico no es muy agradable, es necesario saber si la maquinaria del cuerpo funciona correctamente.
    Peso. Nunca peses más de una vez al mes. Pesar siempre en la misma báscula y a la misma hora cada vez. Salvo circunstancias especiales (tratamientos, operaciones, etc.) el peso debe mantenerse igual. Aunque el engorde no es agradable, no conviene adelgazar más de 4 kg al mes sin razón aparente. En este caso visita al médico.
  • Tensión arterial. Si tu médico no controla la tensión cada vez que vayas, pídele. Las cifras ideales para una persona de 40 años son 14/8. Las cifras 16/9,5 o superiores a esa edad se consideran hipertensas y requieren tratamiento. Por el contrario, la tensión igual o inferior a 11/6 es demasiado baja. Las razones pueden ser muchas y diferentes; hay que buscarlas. Mientras la hipertensión camina en silencio, la hipotensión es aquella que produce trastornos visibles (mareos, vértigos, etc.). ), porque el órgano que más destaca la falta de aporte de sangre es el cerebro.

Azúcares y grasas

Cuidado con los excesos. Si eres diabético, extremar el tratamiento o la ingesta. Si estás peleando con el colesterol, en un próximo número hablaremos más tranquilo sobre este tema.

Análisis de sangre

  • Cada cinco años todos los familiares deberían realizar los estudios clínicos más habituales. El estudio morfológico y funcional de los ojos y dientes es algo habitual.
    Recuento de sangre. Normalmente solicita confirmación de algún diagnóstico sospechoso. Sin embargo, siempre es conveniente que las mujeres tengan un valor aproximado. Tener 4 millones de glóbulos rojos por cada milímetro cúbico de sangre y saber que los hombres tienen un millón más. El número de leucocitos o glóbulos blancos oscila entre 5.000 y 9.000 por mm3 para protegerlos de ataques externos. Las plaquetas, que controlan la fluidez de la sangre, oscilan entre 250.000 y 400.000 por mm3. ¡Pero no os preocupéis si vuestras cifras no coinciden con las normales! La sangre es un tema muy cambiante, que cambia rápidamente por una gripe o una estancia en el monte. Sólo el médico puede sacar conclusiones. Si eres mujer y utilizas algún método anticonceptivo, el médico cada dos años te pedirá unos análisis especiales. Si no, solicítalo. Los niveles de azúcares y grasas en la sangre deben cuidarse especialmente cuando se toman anticonceptivos (las pastillas), ya que normalmente los niveles suben y son factores de riesgo (diabetes, arterosclerosis).

Situación general; control familiar periódico

  • Todos. Cada cinco años, todos los familiares deberían realizar los estudios clínicos más habituales; estudio morfológico (de aspecto) y funcional de los ojos, oídos y dientes; control de la capacidad y capacidad respiratoria; electrocardiograma, radiografía pulmonar y análisis de sangre. En caso de detectarse alguna anomalía, se deberá acudir al especialista, oyendo la opinión del médico de cabecera.
  • Para el padre, La próstata hay que controlarla a partir de los 50 años. Esta enfermedad se mantiene en silencio, resaltando los síntomas muy tarde. El adenoma de próstata es totalmente benigno, pero la frecuencia del cáncer aumenta según la edad.
  • Para la madre. Un frotis (o Papanicolau con nombre técnico) es imprescindible cada año. Este control médico, que tarda 5 minutos, pretende obtener, sin dolor, células del cuello del útero para su posterior análisis en laboratorio. La mamografía (o radiografía de los pechos) es una de las vías más fáciles y seguras de detectar precozmente las enfermedades ginecológicas. La mamografía (o radiografía de los pechos) es importante a partir de los 35 años y debería realizarse cada 3 años, salvo que haya antecedentes familiares de cáncer femenino. En estos casos el control será más frecuente.
  • Para niños. Los ojos, las orejas (el oído) y las dentaduras son los tres pilares básicos del control periódico del niño. Las vacunas son otro pilar fundamental en la salud del niño. Afortunadamente, hoy en día casi todos los países son obligados. Si tu caso es así, acude a los pediatras, que será quien establezca un calendario de vacunación adecuado para tus hijos.

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