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Son cuatro, cuatro

1987/08/01 Irazabalbeitia, Inaki - kimikaria eta zientzia-dibulgatzaileaElhuyar Fundazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria

Estamos en verano y éste es el mejor momento del año para realizar viajes y excursiones. Los largos días y el clima templado nos permiten conocer nuevos lugares y entornos. Además, en esta época del año la naturaleza que nos rodea desde cualquier lugar es abundante. El País Vasco nos ofrece a los amantes de la naturaleza rincones maravillosos y únicos. Hemos traído cuatro de ellas a nuestras páginas y te proponemos acudir a ellas. Las cuatro tienen una característica común: AGUA.

KAKUETA: EL AGUA SE CONVIERTE EN UN ARTESANO

La primera impresión que recibe quien entra en la foz de los ganchos es la frescura. A continuación descubrirás el bullicio del agua y finalmente te cautivará la densa vegetación, formada por una enorme humedad. A medida que avanzas por el sendero, el ambiente te enganchará y antes de que puedas seisarte como componente del agua, de las rocas y de la verde.

El cañón de Kakueta, situado en Zuberoa, forma junto a los cañones de Ehujarre y Holtzarte, uno de los rincones más bellos de Euskal Herria. No es difícil llegar. Una vez llegados a Villava, hay que coger el camino de Larrain y, tras pasar Ligi a la izquierda, continuar por la cuesta que lleva a Santa Garazi y tres kilómetros antes de llegar a la localidad más oriental de Euskal Herria. ¡Vale la pena pagar 10 libras de entradas!

Fotos: Inaki Irazabalbeitia

PITILLAS: PARAÍSO DE AVES

En los ganchos predominaba el verde, mientras que en Pitillas predomina el amarillo. El verano quizá no sea el mejor momento para ir a Pitillas. El calor del verano ha amarillento los colores verdes de la primavera y ya ha recogido cabezas llenas de granos fértiles que limpian los campos en un instante. En el calor del mediodía, el milagro de la laguna se sirve de las corrientes de aire para ascender y cuando menos se espera a las presas se caen las garras afiladas que rozan su carne.

En invierno, por el contrario, la laguna de Pitillas está de moda. Las aves bajadas por el norte en busca de calor cubren el agua y el cielo. En invierno abundan los patos, gansos, porrones, garzas, etc. y sus gritos rompen el silencio.

El camino de acceso a la laguna de Pitillas no tiene pérdida. Tomamos la carretera de Pamplona a Tudela y a 8 km de Herriberri, veremos el cruce de Pitillas. El lago se encuentra tras pasar el pueblo de Pitillas.

(Fotos: Inaki Irazabalbeitia y I. Elosegi).

ARTIKUTZA: TRANQUILIDAD

Una quema que va al embalse.
Inaki Irazabalbeitia

Los donostiarras conocemos perfectamente lo que es Artikutza, ya que antiguamente todo el agua potable de San Sebastián era traída del embalse. Tras la construcción del embalse de Ainarbe, Artikutza se ha convertido en su complemento. Artikutza se caracteriza por la tranquilidad. La vida tiene otro ritmo.

Se toma el camino de Ugaldetxo (Oiartzun) hacia el collado de Bianditz. En continua y continua cuesta podrás disfrutar de un paisaje espectacular. Donostia-San Sebastián, Jaizkibel, Aiako Harria y la bahía de Txingudi aparecerán ante tus ojos y tras superar el collado, el BOSQUE. Tras recorrer unos quinientos metros bajo la cuesta, se encuentra con la casa Goarda-etxea. Este límite será insuperable si no has obtenido la autorización en el Servicio de Aguas del Ayuntamiento de San Sebastián. Si no, abrirás la barrera y accederás al reino de la tranquilidad.

Fotos: I. Elosegi e Inaki Irazabalbeitia

ARBAIUN: TRABAJO EN SIGLOS

Inaki Irazabalbeitia

El cañón de Arbaiun es el resultado de miles de años de trabajo del río Salazar. Este refugio de caza se extiende en 11,46 hectáreas y esconde rincones maravillosos. La fauna y la vegetación son espectaculares.

En el camino de Lumbier a Otsaki, una vez pasado Isogaina, está en Arbaiun. Si vas a Arbaiun, lleva el "Arbaiun, guía" de Martxel Aizpura, que te resultará muy útil.

(Foto: Inaki Irazabalbeitia).

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