“Nada de la investigación puede darse por finalizada”
2015/12/04 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Wyssenbach ha reconocido desde el principio que su biología le gusta desde la infancia: “En la ikastola flipaba con las células: cómo son internamente, qué funciones tienen... Me fascinaba ver que nuestras funciones las realizan. Luego tuve la duda de estudiar medicina o biología y acabé estudiando biología y bioquímica, ambas a la vez.”
Los hizo durante seis años. Al principio tuvo que aprender muchos temas que no le interesaban especialmente y no disfrutó mucho, pero más adelante sí. “Yo sabía que mi campo era la biomedicina, no el medio ambiente o la ecología. Por eso, hasta llegar al segundo ciclo, la experiencia no fue muy buena, pero luego tuve unas asignaturas muy bonitas y entonces se me volvió a despertar”.
Por ello, comenzó con entusiasmo el máster de Biología Molecular y Biomedicina de la UPV: “Con motivo de la realización del proyecto tuve la oportunidad de integrarme en el equipo que actualmente estoy, en el centro Achucarro. Una vez realizado el proyecto, solicité una beca para quedarme allí, ¡y así empecé!”.
En principio no tenía muy claro que quería ser doctor, pero en junio presentó su tesis. “Hemos estudiado el papel de los astrocitos en el Alzheimer y por primera vez hemos visto que estas células sufren algunos cambios. En junio he presentado la tesis y ahora estoy con un contrato universitario. En realidad es de un año y luego no sé qué voy a hacer. De momento quiero terminar ese trabajo y a ver si lo publico, pero si tengo la oportunidad, quiero seguir con esto”.
En la cuesta que te gusta, ¿no te cansas?
Y es que, según Wyssenbach, “nada de la investigación se puede dar por terminada. Al responder a una pregunta se crea una nueva. Por eso nunca termina, pero normalmente alguien toma el testigo. Es un trabajo bonito, eso sí, duro. Por ejemplo, puedes hacer doce horas de trabajo en un día o acudir al laboratorio un domingo... Es normal, porque las células están vivas y no respetan nuestro horario y además lo hacemos a gusto porque nos gusta nuestro trabajo. Sin embargo, es muy duro”.
Además, comenta que hay mucha competencia entre compañeros, porque hay pocos contratos y que para decidir quién es el “mejor” el número de publicaciones tiene mucho peso. “Esto genera mucha competencia entre nosotros, y tampoco creo que sea justa”. Por ejemplo, en esto, explica que el tema de investigación también tiene mucho que decir: “Puede que esté interesado en investigar el Alzheimer, pero para otros temas nadie quiere poner dinero”.
De cara al futuro, no se niega a tomar otro camino que no sea la investigación. Por ejemplo, le encanta la divulgación y la enseñanza: “No me limito a la investigación”.
Ane Wyssenbach Ibarra nació en Pamplona en 1985. Licenciado en Biología y Bioquímica por la Universidad de Navarra. Tras un máster en Biología Molecular y Biomedicina por la Universidad del País Vasco, realizó su tesis doctoral en el departamento de Neurociencia, y en la actualidad desarrolla trabajos de investigación y divulgación en el Achucarro Basque Center for Neuroscience.
