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Europa libre de la órbita de Estados Unidos

2002/04/21 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Los ministros de Transporte de la Unión Europea dieron su visto bueno al sistema de navegación Galileo, similar al GPS. Además de ser más preciso que los antiguos, a diferencia de los anteriores será civil. Eso sí, requiere mucha inversión y no faltan desacuerdos en el proyecto.
El nuevo sistema de navegación Galileo será de gran utilidad para investigaciones sobre temas espaciales.

Si hay un nombre relacionado con el espacio, éste es Galileo. Galileo Galilei (1564-1642) fue un físico y astrónomo italiano que descubrió en astronomía los cráteres de la Luna, el anillo de Saturno, las fases de Venus y los cuatro satélites de Júpiter. Posteriormente, el nombre del astrónomo ha sido ocupado durante 10 años por la cuidada nave espacial que se desmantelará el año que viene y que cumplirá su misión de investigar a Júpiter y sus cuatro grandes satélites.

Pero cuando uno se disuelve, otro proyecto toma el nombre de Galileo, por lo que todavía se oirá mucho al hablar de Galileo. Galileo pasa a ser un sistema de navegación de 30 satélites financiado por la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA).

Galileo se asemeja al conocido sistema GPS estadounidense actual, pero parece ser más preciso. El GPS tiene una precisión de seis metros y el nuevo sistema tendrá 2 metros. Según Antonio Rodotà, director de la ESA, "es un proyecto muy importante, ya que será el primer proyecto en colaboración entre la ESA y la Unión Europea".

Sin embargo, a pesar de que los ministros de Transporte de la Unión Europea han dado recientemente el visto bueno a Galileo, los científicos de la ESA llevan mucho tiempo trabajando en ello. El primer satélite está previsto que se envíe en 2004, pero se pondrá en marcha cuatro años después, en 2008.

Proyecto multiusos

El sistema de navegación por satélite también puede ser útil para no perder orientación en largos recorridos de montaña.

Galileo está formado por 30 satélites que giran al mundo en una órbita de 23.626 km y en un ángulo de 56º con el ecuador. De estos 30 satélites, 27 serán operacionales y 3 serán de reserva. Además, en Europa habrá dos centros de control que controlarán el funcionamiento de los satélites y el sistema de navegación.

Pero no basta con que los satélites giren. El usuario deberá disponer de un receptor que calcule la distancia a los satélites. Sin embargo, para determinar su posición, basta con calcular la distancia a los cuatro satélites, tres sirven para determinar la longitud, latitud y altitud y el cuarto para definir el llamado timing. El timing informa del momento exacto en el que se ha producido la localización. La información se renueva cada seis segundos y, como hemos dicho, la precisión es sorprendente.

Suelen utilizar los sistemas de navegación para dirigir determinados modos de transporte y controlar el tráfico.

Como es lógico, las aplicaciones van a ser muy variadas, pero al igual que el GPS estadounidense o el ruso Glonass, se va a utilizar principalmente en todo tipo de transportes. Estos sistemas permiten determinar la ruta de los aviones, embarcaciones, camiones y coches. Por ejemplo, la llegada de la ambulancia al lugar del accidente es mucho más rápida, y la información de los satélites puede resultar útil para no perder tiempo en un atasco espectacular al salir de vacaciones.

Por supuesto, al igual que hemos utilizado los dos sistemas anteriores los europeos, la información de estos 30 satélites se podrá utilizar en todo el mundo.

Civil vs. militar

La eficacia del sistema de navegación Galileo no se cuestiona, pero no es por ello el proyecto que se ha aprobado sin debate. Los debates han sido, además, de dos ámbitos. Por un lado, porque pondrá en peligro la práctica totalidad del monopolio estadounidense hasta ahora, y por otro, porque hacer 30 satélites y enviarlos al espacio no se hace con cuatro perros pequeños.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.200-3.400 millones de euros, que serán sufragados a partes iguales según han acordado la Unión Europea y la ESA. Según los políticos, este proyecto contribuirá a revitalizar la industria espacial europea y, además, se estima que se crearán cerca de 100.000 nuevos puestos de trabajo.

No obstante, aunque en un principio la Unión Europea tendrá que realizar grandes inversiones para llevar a cabo Galileo, todo apunta a que, a diferencia del GPS, los usuarios de Galileo tendrán que pagar.

Pero, además de las inversiones de Galileo y de los nuevos puestos de trabajo que se crearán, si el proyecto Galileo se ha alabado tanto, es porque se enfrentará al sistema GPS estadounidense. Porque a nivel de precisión le ganará y además el proyecto es civil.

El sistema de navegación GPS estadounidense y el ruso Glonass están en manos del ejército, y aunque son muy utilizados en la actualidad, los ejércitos pueden, en cualquier momento, cortar el sistema de recogida de información de los satélites. Según los estadounidenses, los enemigos pueden utilizarlo para lanzar misiles GPS y, por lo tanto, ante cualquier amenaza o peligro es necesario tener ese control.

Galileo, sin embargo, es un sistema civil, no está condicionado por posibles ataques, por lo que podrá ser utilizado ininterrumpidamente las 24 horas del día. Pero si no se trata de un ejército, tendrá que ser financiado por otro y aunque el presupuesto de la primera fase está acordado, los usuarios tendrán que pagar.

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