El zorro, maestro de las atrocidades
1991/10/01 Aihartza, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria
Es el más famoso y conocido de los mamíferos. Su astucia y reflexividad, y su capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones, han convertido al zorro ( Vulpes vulpes vulpes ) en protagonista de numerosos cuentos, poemas, canciones, etc., llegando a ser un lugar privilegiado entre las bestias del hemisferio norte. La habilidad y destreza de este animal tienen una mención especial en todas las culturas de nuestro entorno, y seguro que no hay niños ni adultos que desconozcan el aspecto y costumbres del zorro.
Sin embargo, y a pesar de que nos ha aparecido con frecuencia en fotografías y dibujos, cine o vídeos, citaremos sus principales características. El zorro es canido, por lo que su aspecto general es el de un perro pequeño: la longitud de la cabeza y el cuerpo suele ser de 70-80 cm y la de la isata de 50-60 cm, pudiendo llegar a pesar 6-8 kg. La cabeza es alargada y normalmente lleva las orejas afiladas erguidas. Ojos naranjas vivos. La piel dulce se compone de dos tipos de pelos, algunos cortos y lisos, que forman una capa protectora del animal frío.
El resto, más largos y resistentes, forman un pelaje de color visible desde el exterior. El pelaje varía según la época del año y aunque en invierno es largo y compacto, en verano suele ser corto y fino, dando al animal un aspecto más esbelto. El zorro tiene patas largas y fuertes que le permiten recorrer un largo camino cada día. La coloración puede ser muy variable, pero en la parte superior predominan tonos pardos rojizos, aunque también se pueden ver ejemplares grises o amarillos. La parte inferior es de falda, pecho y vientre, blanquecinos o gris claro.
La cola peluda que lleva en su extremo adornada con mechas blancas le resulta muy útil, tanto como instrumento defensivo, tanto en sus luchas por la protección del territorio como en forma de abrigo, para recoger el cuerpo al descansar en los fríos invernales, como para utilizarlo como lema de equilibrio cuando va en rápido o en marcha.
En general, la apariencia del zorro, sus movimientos, muestran la esbeltez, y cuando sube y baja por el monte parece que más que caminando se va deslizando como una serpiente. A pesar de ser de costumbre nocturna, también durante el día se puede observar que explora los rincones que considera dependientes. Y es que el zorro es un animal territorial, pero no demasiado exigente en estas cuestiones, y salvo en época de cría sus límites pueden ser muy variables. Por otra parte, los machos aceptan a las hembras en sus territorios.
Al igual que los perros, los zorros utilizan señales olorosas para establecer los límites de su territorio; estas señales las depositan en lugares vistosos y notables como vallas, rocas o árboles únicos, hormigoneras, etc., así como en los erizos, sobre los que, haciendo pix, dejan señales móviles, ya que el erizo es también un animal territorializado.
Como hemos dicho, el zorro es sobre todo un animal nocturno, que arroja el día tumbado bajo un matorral, en algún trasero de árboles o en cualquier otro lugar. Al anochecer, sale del refugio y se acerca a beber a un río para buscar comida: es hora de la caza. El zorro explora constantemente todas las zonas de su territorio, realizando una ronda constante; explorando senderos, piedras, agujeros, zarzas, y todos los rincones, descubre todo lo que sucede en su lugar de residencia. Aunque en función de la dentadura se ha clasificado en el grupo de los carnívoros, el zorro también come otros, y en su dieta se incluyen todo tipo de frutos: avellanas, castañas, bellotas, hayas, cerezas, arándanos, mazustas, fresas, endrinas, etc.
Sin embargo, es un gran cazador cuyas presas incluyen desde insectos hasta las crías del corzo o del sarrio. Sin embargo, ratones, satísos y otros micromamíferos son sus piezas de caza más normales. También se dedica a la liebre, conejo, marmota y perdiz, y también se beneficia del robo de nidos, que captura huevos y pollos de aves que ahogan en el suelo. Así mismo, en los carrizales de lagos y marismas se atreve a hacerse con alguna de las palmípedas que nidifica allí. En verano come principalmente insectos, reptiles y ratones. Por último, tampoco se opone a la masacre ni a otros residuos alimentarios, por lo que hoy en día también se ha adaptado a los vertederos.
La marcha del zorro es rápida y traviesa y tiene gran habilidad para moverse arrastrando, tocando casi con el vientre el suelo. Además, es un gran runner y puede dar grandes saltos si se tiene que escapar del peligro. Por otro lado, tiene mucho sentido, siendo el oído el que mayor desarrollo ha conseguido. El olfato también es comparable al de un perro de caza, pero su visión no es tan estricta, sólo la ve en la blanquilla y como la mayoría de los mamíferos.
El celo comienza hacia el mes de enero, época en la que se producen las luchas entre los machos por el territorio y las hembras. En las noches frías de esta estación se pueden oír a menudo los ladridos fuertes especiales.
El primer trabajo en el momento en que se forme la pareja será ahuyentar al resto de zorros presentes en su territorio. A lo largo de la gestación, de 62 días de duración, la hembra explora todos los orificios de la zona, reparando y adaptando los más adecuados. En el orificio que elegirá en el último momento, estará formado por 3 a 6 granos, y cuando éstos tengan 4 semanas, ya se abrirán los ojos y se acercarán al foso. En esta época el macho será el responsable de la alimentación familiar y tendrá que salir a cazar a menudo. Mientras tanto, la hembra se encarga de dar el pecho a las crías y de cuidar los alrededores del agujero. Cuando tiene que criar a sus crías, el zorro se vuelve extremadamente atrevido; el macho ataca a gallineros y similares para satisfacer las necesidades de la familia, y la hembra también es capaz de enfrentarse al hombre para defender a las crías que se encuentran en el agujero.
En estos casos, y en caso de que se observe algún peligro, la hembra coge las crías y las lleva individualmente a otro orificio. Los Azerikume son unos niños tremendamente juguetones que, a la mayor brevedad posible, se dedicarán a estudiar todos los rincones de la zona, siempre bajo la estricta custodia de su madre. Para cumplir tres meses saldrán a la caza junto a sus padres y tendrán que aprender rápido, ya que cuando llegue el otoño la familia se dispersa. Sin embargo, los jóvenes permanecerán en el territorio de sus padres o en torno a él.
El zorro vive en toda Europa, excepto en Islandia y en las islas árticas. En Euskal Herria se puede encontrar en todo el territorio, desde el nivel del mar hasta el Pirineo, en las áridas tierras de las Bardenas y en la selva de Irati, o en las marismas de Urdaibai, así como en los vertederos de la zona de Bilbao, donde se alimenta de residuos y de roedores que se reproducen a su costa. Se trata de una especie vikista capaz de adaptarse a cualquier tipo de hábitat y con un alto grado de fecundidad. No es de extrañar, por tanto, que el zorro sea el carnívoro más abundante del País Vasco.
El zorro apenas tiene enemigos naturales. Y es que el lobo ha desaparecido en nuestro País y el águila real ya es muy escasa. En consecuencia, el hombre es el único enemigo que le queda a este animal, pero no cualquiera. El hombre siempre ha cedido al zorro; principalmente por agresión al ganado, por considerarlo perjudicial para otras especies, o simplemente por querer apoderarse de su bella piel.
II. Sin embargo, tras la Guerra Mundial surgió la cuarta razón por la que el zorro era transmisor de la hidrofobia. Desde entonces se han llevado a cabo numerosos intentos por controlar la población de este animal en toda Europa, pero no se puede decir que hayan sido muy exitosos, ya que el zorro contrapone a los ataques la alta fecundidad y la capacidad de adaptación a cualquier hábitat. ¡Y gracias! Tenemos un gran controlador de los zorros roedores, y su abundancia actual es consecuencia del desequilibrio ecológico que nosotros mismos hemos creado.
FICHA TÉCNICA ZORRO COMÚN |
ESPECIE: Vulpes vulpes |
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