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Primeras promociones de la Facultad de Ciencias

1998/09/01 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

A pesar de no tener importancia intrínseca, a la hora de hablar de las cuentas de tiempo se suele situar el 25 entre números significativos, algo para la mayoría. Se ha relacionado con las celebraciones, con el final de una era y con el inicio de una nueva, con la plata… Con todas estas características llega el 25 aniversario de la primera promoción de la Facultad de Ciencias de Leioa. Una celebración de plata que nos brinda la oportunidad de mirar al pasado, al presente y al futuro. Seis personas que han conocido durante unos años la realidad de la Facultad de Ciencias o que todavía viven en ese día a día de los cascabeles para ayudarles a explicar en cierta medida lo que ese tiempo encierra: Joseba Madariaga, Jaxinto Iturbe, Miren Onaindia, Juan Ignacio Pérez Iglesias, Manuel Tello y José Ramón Etxebarria.

Cuánto cambian las cosas

B. Corcho

La construcción de la Facultad de Ciencias está ahora en Leioa, pero no ha existido desde su fundación. Hace 30 años, con la constitución de la Universidad del País Vasco, los pasos de los jóvenes que eligieron los estudios científicos se dirigían hacia otro lado. De hecho, el edificio provisional de la Facultad de Ciencias se instaló en Bilbao, en la Escuela de Náutica situada frente a la Universidad de Deusto. Antes de su traslado a Leioa, la Facultad de Ciencias contó con una nueva sede, un pabellón construido junto al antiguo edificio de la Escuela de Náutica. El propio Jaxinto cursó el segundo y tercer curso.

Los alumnos de la primera promoción fueron a Leioa para el cuarto curso, pero no al actual edificio de la Facultad de Ciencias. Aún no se había realizado y se habían incorporado a la Facultad de Medicina. El último año de los estudios sí que pasó la primera promoción en la nueva sede. Así, durante cinco cursos el primer grupo de licenciados que salió de la Facultad de Ciencias de Leioa tuvo cuatro sedes diferentes. “Entonces, llegar a Leioa era también una aventura. ¿No había carreteras serias por estar, la mayoría de la gente andaba en el ‘auto-stop’… autobuses? sí, existían, pero como veníamos muy pocos y veníamos mucha gente aquí era difícil atraparnos”.

Como se ve, Jaxinto recuerda bien aquellos primeros años. “Al principio éramos unas 160 personas, divididas en cuatro grupos, pero no todos éramos nuevos. De hecho, algunos vinimos al finalizar el bachillerato, pero otros estudiaron química, ya que antes de 1968 los Jesuitas enseñaban química en Deusto. Aquellos alumnos acudían a Zaragoza a realizar los exámenes. Tras la creación de la universidad pública, los estudios de química de los Jesuitas desaparecieron. Los que estudiaban química en Deusto entraron en la universidad pública, en nuestra facultad.

Además de los estudios de Química de Deusto, en aquella época el único lugar para realizar estudios técnicos en Bilbao era la Escuela de Ingenieros y Técnicos. Lo que hasta entonces quería hacer cosas científico-técnicas, o si iba a ir al exterior o iba a ser ingeniero, por eso se dirigió de allí a hacer química o física a la universidad pública”.

Dos personas nos reunimos para hablar de la historia de la Facultad de Ciencias de Leioa, uno de los muchos años que estuvo en el Decanato, Joseba Madariaga, y el otro miembro de la primera promoción, Jaxinto Iturbe, que salió hace 25 años. Ambos conocen perfectamente la trayectoria de la Facultad de Ciencias de Leioa en los últimos años.
B. Corcho

El euskera y la ciencia, como muchas otras cosas, surgieron desde el principio de la recién creada universidad. “El primer año se organizaron clases de euskera. Tras el envío de la asociación Euskarazaleak de Bilbao a los profesores de la Facultad de Ciencias y Medicina que venían un profesor a enseñar euskera, se organizaron dos grupos. Hacer algo así tenía mérito en aquella época, pero un par de años después se apagó por problemas de horario. El motor ha sido posteriormente la UEU, con decenas de libros. Con la UEU se inicia, desarrolla y sigue la producción universitaria vasca. La UEU ha dado un gran impulso a la Facultad de Ciencias y a muchos profesores de aquí también a la UEU”.

A pesar de ser menos gente, Jaxinto consideraba que las cosas no fueron más fáciles que ahora, que la necesidad de moverse por los edificios, los problemas de adaptación de los laboratorios, las dificultades de acceso a la propia Facultad… no les facilitaron las cosas. “Desde que empezamos, teniendo en cuenta todas las titulaciones, al 50 no habríamos llegado a terminar los estudios, uno de cada cuatro. ¿Una facultad exigente? bueno, seguro y a quién se le pregunta. A quien lo prueba no le parecerá así, pero a los demás seguro que sí”.

Como el tiempo no pasa desapercibido, es evidente que desde que el primer grupo de licenciados que salió de Leioa terminó sus estudios se han producido grandes cambios en muchos campos, incluidos en la Facultad de Ciencias de Leioa. “La diferencia es enorme. Nosotros también hemos cambiado, por supuesto, los alumnos que vienen son diferentes o al menos los vemos así, es decir, la juventud de entonces no tiene nada que ver con la actual.

Algunas de las responsabilidades serán similares a las actuales, pero la sociedad ha cambiado y la Facultad se ha unido a la sociedad. Los profesores han cambiado, el ambiente ha cambiado… entonces la inquietud era por unos motivos y lo que hay hoy es por otros, pero si hay inquietud. El famoso 68, el proceso de Burgos… todo se reflejaba en la Facultad y hay problemas que todos conocemos hoy en día y que también se reflejan.

Si nos fijamos en el ámbito académico, quizás en nuestra época se debiera decir que la formación anterior era mejor, es decir, que en la actualidad teníamos más base que los que provienen del bachillerato. Pero esta situación no es exclusiva de la Facultad de Ciencias, es mucho más general.

En cuanto a las relaciones entre profesores y alumnos, como miembro de la primera promoción, puedo decir que la mayoría de los profesores eran muy jóvenes, recién tesis realizadas, recién incorporados a la enseñanza… entonces teníamos bastante cerca a los profesores, y en ese sentido no había saltos de edad ni de “respeto”, y en ese sentido diría que teníamos relaciones, no estrechas, pero cercanas.

En la actualidad, hay bastante buena relación con el profesorado en general, el profesorado está bastante cerca de los problemas del alumnado. Por parte del profesorado existe un deseo de debatir, aprender y tutelar con el alumnado, en este sentido bien. Por otro lado, hay un problema de masificación, demasiados alumnos por profesor y la atención no es la que el alumno quiera y ahí hay diferencia”.

Siendo la Facultad de Ciencias de Leioa la Facultad de Ciencias de la investigación, también hay que hablar de la investigación, con ganas y ganas, porque desde que salió aquella primera promoción las cosas han cambiado mucho en el cuarto de siglo. “Si comparamos con otros países en los que se realiza la investigación, habría que decir que vamos por detrás, que vivimos en pobreza. Sin embargo, si la comparación se hiciera con lo que hemos tenido en el pasado, hay que decir claramente que hemos avanzado. Sin duda, hemos avanzado mucho, sobre todo por el trabajo que le hemos ofrecido.

Es evidente que desde que el primer grupo de licenciados que salió de Leioa realizó sus estudios, hasta la fecha se han producido importantes cambios en muchos campos, también en la Facultad de Ciencias de Leioa.
B. Corcho

Siempre decimos que para sacar el fruto aquí hemos tenido que hacer un doble trabajo, hacer investigación y conseguir medios de investigación, por falta de estructura y personal. El profesorado de aquí, además de la labor educativa, tiene que realizar tareas técnicas y administrativas. Con todos estos trabajos, a día de hoy estamos bien, teniendo en cuenta los medios que hemos tenido. En general, diría que la investigación de la Facultad es bastante buena”.

Joseba y Jaxinto han mencionado los problemas de infraestructura, trasladando a estas líneas el trabajo que han tenido que realizar para conseguir la infraestructura. La propia sede debe incluirse en este grupo. Y es que, a pesar de que para un edificio no son muchos 30 años, el edificio que Jaxinto y sus compañeros pisaron por primera vez en torno al cuarto de siglo ha quedado obsoleto. “Cuando se hizo esto se hizo demasiado rápido y con poco presupuesto. Comenzó en 1968 y terminó en 1972, pero era demasiado grande y de diseño malo. Sin embargo, en los últimos 25 años hemos tenido que vivir ahí, pero hay mucha gente. El edificio se pensó para 1.500 personas y en este momento hay cerca de 6.000 personas a diario, y con capacidad para 150/200 profesores en este momento seremos 400. Necesitamos un nuevo edificio”.

El pasado, la situación actual… y si ha tenido un reflejo en la sociedad que tiene que ver con estos dos conceptos, la influencia de la facultad. “Hace 30 años la Universidad de Deusto, la de Sarriko y la Escuela de Ingenieros eran la rama de la enseñanza universitaria de Bilbao. Desde 1968 la influencia social ha sido enorme, aunque entonces no esté nada claro para qué era.

La Facultad de Medicina está claro que era para crear médicos, pero ¿para qué se necesita la Facultad de Ciencias? ¿Para qué se necesitan físicos y matemáticos? Entonces se preguntaban cosas así. Posteriormente, se ha visto que la presencia de los titulados en la sociedad ha sido un éxito. Fue una apuesta en aquel momento, una minoría creyó en ello y hoy está arraigada en la sociedad. Físicos, matemáticos, químicos, geólogos y biólogos que salen de aquí tienen una gran fuerza en la sociedad actual”.

Durante este tiempo, tanto Joseba como Jaxinto han trabajado como meros profesores, pero también han ocupado cargos. Subrayan la diferencia entre trabajar en uno u otro trabajo. “No se pueden comparar, son diferentes. Como profesor se relaciona más con la gente, con los alumnos, etc. En cambio, como decanos o rectores mandan las responsabilidades. La labor docente es más completa, pero muchas veces hay que tomar las cosas como vienen”.

Desde el punto de vista superficial, y empezando a hablar de los cargos, al hablar de la historia de una Facultad, no podemos olvidar los asuntos de jerarquía tan arraigados en la Universidad. “Cuando surgió la facultad sólo había uno o dos catedráticos que tenían toda la fuerza que les daba la ley universitaria. Con el tiempo se ha avanzado, se han modificado las leyes, se han simplificado las cosas y el camino es más amplio, hay más catedráticos. Ahora, si alguien funciona con la filosofía de hace 25 años, pensando que él es Dios, mira de lado y ve a otros catedráticos y no puede sentir a Dios. Esa estructura jerárquica está ahí, pero esa jerarquía ha sufrido profundos cambios”.

Jaxinto Iturbe y Joseba Madariaga.
B. Corcho

Diferencias sociales, Facultad, edificio… desde que salió la primera promoción. Ellos también han cambiado las de la primera promoción con el paso del tiempo. En sus relaciones, no tanto. “Si tengo relación con los de promoción, no así mucho, pero sí, a veces estamos, y ahora, con motivo de las celebraciones, hemos tenido más posibilidades de estar juntos. ¿Con ex alumnos? La verdad es que no recuerdo a todos los alumnos que han tenido, los que vienen a clase, por supuesto. Al parecer me viene a leer algún nombre y me viene a la memoria, sí he tenido a este alumno, pero me resulta difícil encontrar la cara y el nombre. A lo largo de estos 23 años he tenido una media de cerca de 40 alumnos al año, algunos en más de una ocasión, no gustando, pero sí comiendo.

¿Ha mejorado la Facultad? En el camino vamos bien, en la investigación, en la enseñanza y en las relaciones personales. También ha habido malos momentos. Lo más duro, si cabe, es que con cinco titulaciones hubo un debate para dividir la Facultad y crear cinco facultades. No se hizo y se acabó. Fueron malos momentos del desarrollo”.

Jaxinto Iturbe

Bilbaíno. Finalizó el bachillerato en el año de fundación de la Universidad del País Vasco. En 1968 ingresó en la nueva Facultad y terminó sus estudios en 1973. Por lo tanto la primera promoción. Tras permanecer en el servicio militar realizó una tesina y volvió a Leioa como ayudante de profesor. Pasó dos años investigando en Estados Unidos y desde entonces está en Leioa. Desde 1986 hasta 1990 fue Vicerrector de Euskera.

Joseba Madariaga

Arenal. Estudió en Zaragoza, allí realizó la tesis y comenzó a enseñar. Vino a la Universidad del País Vasco para trabajar en la Facultad de Ciencias. Durante varios años ocupó el cargo de decano y fue vicerrector. Es físico y tiene 58 años.

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