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Las dos celebraciones de la Facultad de Ciencias de este año

1998/09/01 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

Este año celebramos el 25 aniversario de la salida de la primera promoción de la Facultad de Ciencias. Yo soy estudiante de la décima promoción, así que sólo he conocido la segunda parte de la historia de nuestra Facultad, me han dado cuenta de los años anteriores mis profesores y compañeros. Con mi promoción y mis descendientes llegó la masificación a la Universidad y, por supuesto, hemos tenido que ver con ella, tanto como alumnos y después como profesores. Pero en aquella época también llegaron otras cosas. Por ejemplo, el Gobierno Vasco comenzó a subvencionar la realización de Tesis Doctorales.

Gracias al programa establecido para ello, muchos pudimos realizar la tesis. Sin duda más que las promociones de años anteriores. Por otro lado, desde aquella época, las ayudas a la investigación han crecido de forma espectacular y el Gobierno español, el Gobierno Vasco y la propia UPV/EHU han puesto en nuestras manos recursos de gran importancia. La influencia de estos esfuerzos es evidente. El nivel científico de la facultad es alto, así lo demuestran las ciencias más utilizadas. Las fuentes de financiación se han multiplicado, los trabajos publicados en revistas internacionales de alto nivel son cada vez más numerosos y las relaciones con grupos de investigación de otros países se han intensificado y diversificado de manera significativa.

Todo ello nos lleva a concluir que las cosas van perfectamente. Y la verdad es que mi punto de vista es bastante optimista, pero no para tanto. Para los que hemos conocido la Facultad que existía hace quince años, si lo acontecido en estos años ha sido para animar y estar contento, el presente tiene sus escasas ventajas. En mi opinión, a pesar de los esfuerzos realizados por impulsar el nivel de investigación y de la ciencia, poco se ha hecho para lograr una evolución comparable en la calidad de la enseñanza. Es cierto que el aumento del nivel de investigación ha ido acompañado de un aumento de la enseñanza; en definitiva, una de las características principales del profesor universitario es la estrecha relación entre las actividades de investigación y docencia. Pero en este campo se puede hacer más.

Juan Ignacio Pérez Iglesias.
Periódico

Las instituciones y la propia Universidad no han hecho ninguna apuesta real hasta la fecha para mejorar la calidad de la enseñanza, y la mayor parte de lo realizado ha sido dependiente de las ganas y la voluntad de cada profesor. Y no debemos olvidar cuál es el objetivo principal de la Universidad. Nuestra labor principal es la formación de personal altamente cualificado para la sociedad. Eso es lo que nos pide la sociedad y todo lo demás, debería estar al servicio de ella. Al igual que en la mayoría de los ámbitos, para ello es imprescindible la utilización de recursos adecuados, y aunque estos recursos deben ser múltiples, los recursos económicos son necesarios.

Creo, por tanto, que esta es una de las principales tareas a realizar para el futuro, con algunas diferencias complementarias entre ellas. De esta forma se necesitan programas de reciclaje sostenible del profesorado. Sería muy útil, por otra parte, establecer sistemas de tutoría más eficaces y valorar y premiar adecuadamente la labor tutorial. Deberían establecerse fuentes específicas de financiación para la infraestructura docente. A medida que la tecnología avanza, los recursos e infraestructuras que van a estar en el mundo laboral van en constante renovación. Las infraestructuras de enseñanza, por tanto, deberían renovarse de forma similar. Seguramente se podrían hacer más cosas en este campo, como las que yo he mencionado.

Por otro lado, y en estrecha relación con lo anterior, una de las tareas principales para el futuro inmediato es la implantación de nuevas titulaciones. La oferta docente no puede estar congelada a lo largo de los años; si las necesidades de la sociedad son nuevas y se han abierto vías para nuevos campos científicos en la Universidad, nuestra responsabilidad es dar respuesta a esas nuevas necesidades. La Junta de Gobierno de la UPV ha aprobado la pasada primavera el nuevo Mapa de Titulaciones. En ella, la Universidad ha elaborado una propuesta en la que se detallan las nuevas titulaciones que puede ofrecer en un futuro próximo. Algunas de las titulaciones incluidas en este mapa se podrán ofertar en la Facultad de Ciencias. Ante esto tenemos una gran responsabilidad y dependerá de la calidad de la oferta docente que hagamos, tanto de nuestro futuro como de muchos jóvenes que vienen a la Universidad.

Estos son nuestros retos de cara al futuro. A pesar de que las actividades de investigación son sólidas y estables, cabe esperar que se vayan mejorando. En base a ello, debemos aspirar a una mayor calidad de la enseñanza. Como he dicho, corresponde a las Instituciones ofrecer los recursos necesarios para ello, pero cada uno de nosotros también tiene su papel. Tenedlo en cuenta.

Si me han pedido estas líneas, porque soy miembro de la Facultad de Ciencias y además, creo que ha sido Vicerrector de Euskera. Por lo tanto, me gustaría mencionar aquí la evolución de la enseñanza en euskera en la Facultad y los espectáculos que se pueden realizar al respecto de cara al futuro. La Facultad de Ciencias fue pionera en este campo. Allí comenzaron a impartir las primeras clases en euskera en la Universidad en los ochenta.

Esto fue, en principio, fruto de la labor y voluntad de unos pocos profesores. Posteriormente, se ha ampliado y ampliado la oferta en euskera. En unos estudios más que en otros, pero casi todos los años hemos podido añadir esta oferta. Todavía no hemos llegado a donde tenemos que llegar, pero el camino que tenemos por recorrer es más corto que el recorrido. Por ejemplo, este año ha salido la primera promoción que ha podido realizar los estudios de Biología íntegramente en euskera. Eso también lo hemos celebrado y creo que ha sido mucho más significativo e importante que la otra celebración.

En primer lugar, en el ámbito científico, los estudios superiores se han podido cursar en euskera. En los próximos años el resto de los estudios de la Facultad se podrán realizar íntegramente en euskera, algunos con anterioridad. Por tanto, continuaremos por el mismo camino y con el objetivo de mejorar lo realizado hasta ahora, realizaremos todos los esfuerzos necesarios para disponer de los recursos adecuados para la enseñanza universitaria. Como he dicho antes, la responsabilidad no puede ser sólo institucional. Nos corresponde a cada uno lo nuestro y en este ámbito, el de la normalización del euskera en el ámbito científico, queda mucho por hacer. Este es el segundo reto para los próximos años.

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