Sin caries… ¡para siempre!
2001/09/17 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia
El sueño de quien pasa muchas veces por el dentista: olvidar los empastes para siempre. Realidad: Boston y Londres preparan vacunas contra la caries. Fecha: cinco o seis años.
La caries es la infección más común de la boca. Aparece cuando las bacterias de la boca destruyen el esmalte de los dientes y, además de causar dolor dental, también duele en el bolsillo. Se recomienda limpiar bien los dientes contra la caries y visitar al dentista una vez al año.
Uno de los causantes de la caries es la bacteria Streptococcus mutans. Mediante una sustancia viscosa consigue adherirse a la superficie de los dientes y, derramando grandes cantidades de ácido láctico, erosiona el esmalte dental. El Instituto Forsyth de Boston prepara una vacuna contra la bacteria Streptococcus mutans. La vacuna destruye una hormona esencial para la síntesis de la sustancia viscosa; no mata a la bacteria, pero impide que se adhiera a la superficie de los dientes. De este modo no puede crear placas y con el pasamanos de los dientes es fácil extraerlas.
Buenos resultados
Han vacunado oralmente a los adultos y han descubierto que han creado anticuerpos contra la bacteria Streptococcus mutans. A los ratones del laboratorio, en forma de aerosoles, se les ha administrado por la nariz, a los que también se les formaron anticuerpos en saliva. Sin embargo, los investigadores creen que lo mejor es vacunarse de niño, entre 18 meses y 3 años. Si las bacterias se destruyen antes de la plena colonización de la boca, la vacuna puede proporcionar protección para toda la vida.
En el Hospital Guy de Londres trabajan con anticuerpos que atacan directamente a las bacterias. Esta vacuna no ofrece protección definitiva, debería tomarse anualmente, pero al tratarse de una vacuna pasiva no produce respuesta inmunológica. Por lo tanto, es más seguro.
Las sesiones clínicas ya han comenzado con la vacuna de Londres, pero los dos grupos afirman que pasarán de 5 a 7 años antes de que las vacunas salgan al mercado. Las fuentes de financiación de las sesiones clínicas son muy limitadas. Por un lado, porque las compañías que fabrican productos dentales no están acostumbradas a trabajar con vacunas y por otro, porque la caries no es un problema importante para las compañías que fabrican medicamentos.
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