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Siete soportes de medida

2000/10/17 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

Las consideraciones sobre las aportaciones históricas para la definición de las unidades básicas se mantienen en la actualidad.

Cuando el cazador atrapa jabalí se oyen muchos excesos. Se trata de un animal de dos metros de longitud y media tonelada de peso. Cada cual puede preguntarse si los metros y kilos del cazador son menores que los del resto...

Fue una preocupación de hace tiempo. En el ámbito comercial, al menos, era imprescindible definir todo esto. Se buscó el primer método. El metro y el kilogramo se definieron mediante dos estándares de platino. Pero estos objetos no estaban disponibles para todos y además eran físicamente muy variables. Era algo que había que concretar mejor. Tras la revolución francesa, cuando la sociedad moderna estaba organizando, la Oficina Internacional de Medidas y Pesos (Bureau International des Poids et Mesures, BIPM), cercana a París, se encargó de ello. El objetivo fue definir exactamente las unidades. De hecho, el 22 de junio de 1799 puede considerarse el día de nacimiento del sistema métrico actual.

Modernidad

Se aplicaron ideas muy avanzadas. El mundo moderno necesitaba definiciones modernas. Diez millones de la distancia entre el polo norte y el ecuador era el metro. Tomaron como referencia el meridiano que pasa por París. Sin embargo, posteriormente se descubrieron errores, debido a la rotación de la Tierra los meridianos van disminuyendo poco a poco. Por tanto, esta definición no es adecuada. Por ello, en 1872 se realizó un nuevo prototipo de metro.

Para la definición de la unidad de masa, autorizada por el rey Luis XVI, una comisión suministró la masa de un grave, es decir, de un litro de agua. Al igual que otras leyes, se descartaron las normas científicas generadas por la monarquía. Los revolucionarios buscaban una unidad más pequeña y definieron el gramo. Pero el prototipo concreto del gramo era muy difícil de hacer y de medir. Por lo tanto, se necesitaba una unidad equivalente a la dada por la junta real. Sin embargo, los ideólogos de la revolución le llamaron kilogramo.

Cabe destacar que de ahí viene el prefijo kilo que utilizamos para expresar «mil veces». Además del metro, a finales de siglo se realizaron nuevos prototipos de kilogramo. No obstante, para la definición de esta unidad no se ha aplicado ningún otro método. De hecho, actualmente es la única unidad básica definida por un prototipo.

Para otras unidades, sin embargo, XX. La cercanía del siglo XX exigía una nueva metodología. Los segundos y los grados de temperatura tenían una definición muy antigua y, sin embargo, no era posible renovar el sistema. En 1893 se lanzó el Amperio como unidad de corriente eléctrica en homenaje al físico francés Andre Marie Anpere. Quince años después se aprobó esta unidad. En la primera Asamblea General de Medidas y Pesos celebrada en 1889 (Conference Generale des Poids et Mesures, CGPM) se quiso resolver el problema de las definiciones basadas en prototipos.

Nuevos conceptos

XIX. A finales del siglo XX los físicos investigaban las ondas electromagnéticas. Se descubrió que la luz de cada color tiene una longitud de onda exacta, una longitud que no cambiaba. Por lo tanto, el físico estadounidense Albert Abraham Michelson propuso utilizar ondas para definir longitudes. Además, en 1927 se estableció con esta base una nueva definición de las unidades de longitud. La longitud de onda de la línea roja del espectro del cadmio se denominó angstrom y diez mil millones de angstromas forman el metro.

XX. El siglo XX ha traído novedades, como la definición del grado kelvin, la vela y el mol. Pero se han determinado cuáles son las unidades básicas y cuáles no. De estas unidades básicas se pueden definir todas las demás. La definición de todo esto no es una tarea sencilla.

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