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LA ILUSIÓN DEL MOVIMIENTO

2020/05/04 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

El cine tiene cierta magia. Así se dice. Esta magia del cine está, al menos, en dos aspectos: Una en el relato de una historia, por supuesto, y otra en la parte técnica. ¿Por qué vemos las imágenes, el movimiento, si sabemos que son fotos fijas una tras otra? La televisión también funciona así. Y todos los vídeos. Hay que decir que en la historia del cine se ha investigado desde el principio cómo se produce esa magia, cómo es posible recoger una sucesión de fotos desde los ojos y que nosotros veamos el movimiento en esas imágenes.

"Caballo en movimiento" de Eadweard Muybridge

De hecho, hay una historia relacionada, una historia que se puede contar perfectamente en una misma película.

Realizar la prueba. Busca en Internet cómo se produce esa magia y en muchos sitios te explicarán que la retina de nuestro ojo guarda una imagen durante una décima parte de un segundo (es decir, 10 imágenes por segundo), y que cada imagen permanece allí hasta que una siguiente imagen ocupa su lugar. Y el final de la exposición es que la mezcla de estas imágenes nos permite ver el movimiento a partir de unas fotos que son por sí estáticas.

Es una explicación muy bonita pero totalmente equivocada, y ahí está la magia de esta historia. Esta explicación nos encantó, nos gustó y la valoramos positivamente durante años, pero no es correcta. Se da por buena, aunque se demuestre que la explicación era errónea. La retina no guarda las imágenes durante una décima parte de un segundo. Además, hemos hablado de la retina, pero no hemos mencionado el cerebro. Y el cerebro es el que más trabaja. La magia se produce en el cerebro y en el nervio óptico.

Estudié esto con Bego Vicaria, él es animador, profesor de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y alguien que admiro mucho. Él me contaba que nuestro cerebro funciona, no recogiendo imágenes completas constantemente, sino viendo los cambios de una imagen a otra.

Algo parecido hace el código H264 en nuestros vídeos habituales en internet. En lugar de guardar una imagen entera en cadena, codifica el cambio de una imagen a otra, y nuestro player interpreta la sucesión de ese cambio creando una película. Pues el cerebro hace algo parecido. Es mucho más complicado, porque la imagen que capturamos la procesan las neuronas, la tratamos con inteligencia natural, pero en la base eso es lo que pasa. Esa es la magia. La magia del cine.

¿Qué he aprendido con todo esto? Pues que la belleza de una teoría no da corrección a la teoría. Será bonito, pero también puede ser equivocado, aunque nosotros estemos encantados con la explicación. Muchas veces ocurre lo mismo. No sé si eso es magia o no.

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