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Jeti, ¿está vivo?

1991/10/01 Martinez Lizarduikoa, Alfontso Iturria: Elhuyar aldizkaria

Me aterrizé para que el caballo descansara y pude ver un precioso sol que penetraba en la orilla. Allí estuve muy bien inmerso en mis pensamientos mirando al cielo. De repente, oí por detrás un ruido. Después de volver, a los veinte pasos o, un ser tan grande como humano, lleno de pelos. Enseguida se me ocurrieron varias leyendas sobre el Hombre de las Nieves. Como ahora recuerdo, aquel ser tenía dos metros de altura y, aunque había mucho frío, estaba desnudo. Su rostro era pálido (parecido a los chinos) y en medio de la cabeza se le creaba un ramo de pelo. En la cara tenía poco pelo. Los pies tenían launas y las manos eran fantásticas. Brazos, muslos y pecho increíbles. Él no me vio, y yo me vigilé unos cinco o seis minutos. Al parecer estaba esperando otro animal. Luego comenzó a moverse, corriendo con gran habilidad hasta desaparecer.

Es decir, la visita del naturalista William Knight a una expedición al Everest. Estas visitas han sido muy numerosas en fechas y lugares diferentes. Todos ellos han alimentado la historia de Jet. ¿Pero qué es, científicamente, lo que se esconde bajo esta leyenda?

El telegrama que preocupó a Europa

Estamos en 1921. El coronel Howard-Bury es el responsable de una expedición al Everest. Mientras subían al monte y estaban a 6.000 metros de altura, en el paso de Lhakpa La, pudieron ver una línea de pisones. Sin embargo, lo más sorprendente del suceso fue comprobar que eran unas pisadas similares a las de los humanos. ¿Cómo encontrar las huellas de los humanos a esas alturas sabiendo que entonces no había otra expedición en los alrededores?

Línea de pisada tomada por Eric Shipton en el glaciar de Menlung.

Xerpe identificó inmediatamente estas extrañas huellas y, sin duda, por unanimidad, declararon que eran de Jet. El coronel Howard-Bury, nada más bajarse, envió el telegrama con el fin de informar lo antes posible del descubrimiento. ¡Fue el mareo! ¡Al final, un europeo descubrió las primeras pruebas de la existencia de Jet! A partir de ahí la realidad y el mito comienzan a ir juntos. Nació la leña del mamífero de las nieves.

Pero la historia no hizo más que empezar, y en 1951 fue posible realizar una de las mejores pruebas conseguidas hasta ahora. Precisamente en esa fecha, Eric Shipton, Michael Ward y la famosa xerpa San Tensing buscaban un nuevo camino para ascender al Everest, encontraron otra línea de pisada en el glaciar de Menlung. Se acababa de hacer la hilera de pisadas y, afortunadamente, por llevarlas sobre la máquina de fotos, tuvieron la oportunidad de realizar las fotos más bellas que se han obtenido hasta ahora.

Por supuesto, en aquellos parajes tampoco había seres humanos. Ten en cuenta que Eric Shipton y sus amigos buscaban un nuevo y antiquísimo camino de ascenso al Everest, concretamente al sur. Así que las pisadas que había allí eran de origen animal. Pero de todo. Los pies tenían una longitud de 32 cm y una anchura de 16 cm. A través de las fotografías se despertaron consecuencias irresistibles. En aquellas huellas, los pulgares estaban perfectamente moldeados. Y con ellos otros dedos. Pero no eran, como se pensaba al principio, moldeados por un ser, sino por varios. En Eric Shipton y en los Xerpe, se moldearon 25 minutos antes de que se vieran esas pisadas.

El grupo de Shipton siguió las pisadas hasta desaparecer en la morrena del fondo del glaciar. El xerpa Sen Tensing, un hombre tan famoso como prudente, emocionado, le contó a Shipton que dos años antes había visto un Jeti. Xerpa le dijo que el Jetia que había visto tenía la altura del ser humano, caminaba de pie, tenía una cara sin pelos y tenía un mal punteado y un pelo rojo.

Años después, el afamado montañero Hillary pudo comprobar una leyenda que había oído hablar desde hace tiempo. Según este relato nepalés, en algunos monasterios de los monjes había una serie de pelajes sobre los Jetes. Hillary organizó una expedición con éxito, ya que consiguió una cabellera (llena de pelirroja) y la trajo a Europa para que la examinaran.

La leña de Jeti

A Edmund Hillary le dieron el pelaje de yelmo de un Jeti los monjes de un monasterio de Nepal.

Cuando comenzaron a estudiar científicamente el misterio de Jeti, llegaron a una conclusión muy sorprendente. La leyenda de este animal se distribuye por todo el mundo.

Animales salvajes forestales

Son muy conocidos en el folklore del norte de Europa. En la Edad Media inglesa se llamaban woodhouses. En Canadá tenemos bigfoot o sasquatch. En la zona de China parece que son abundantes, sobre todo en las zonas montañosas del norte. Pang Gensheng, un hombre de 33 años, responsable de una comuna, expuso en 1977 una historia muy fecunda. Pang señalaba que en el monte Taibai se le acercó un hombre grande y peludo mientras cortaba el tronco.

Horrorizado, levantó el hacha que estaba utilizando para cuidarse. Entonces, aquel ser se detuvo y durante una hora permanecieron mirándose cara a cara. Después, sin miedo, cogió una piedra y la echó. Tocó en el centro del pecho del animal. Sacó grandes aullidos, frotando el lugar golpeado con la piedra y alejándose hasta su desaparición.

Era una criatura de más de dos metros de altura y con ojos negros muy clavados en los óculos. Con mordaza afilada y dientes delanteros anchos. El pelo era rojizo (largo hasta el hombro) y el cuerpo estaba lleno de pelos. Los brazos llegaban hasta las rodillas y para caminar se ponía de pie, con las piernas muy separadas en marcha.

Albert Ostman. Según él, en 1924 estuvo secuestrado por un grupo de jets.

En la Unión Soviética también se pueden escuchar este tipo de leyendas. En los montes del Cáucaso se les llama almas. En el verano de 1979 una expedición descubrió grandes pisadas. En Siberia se llaman Chuchunaa. Los datos que tenemos en África y Sudamérica no son completos, ya que las grandes zonas todavía no han sido exploradas. Los llamados hibagones en la zona japonesa, vistos en 1970, Australia también tiene su propio yowie, el continente no poblado.

Descenso de los Pirineos

¡Sí! En los Pirineos tenemos nuestra Jetia, y no es de extrañar que la cabaña alrededor de este fantasma está extendida por todo el mundo. Europa es un territorio muy civilizado desde hace tiempo, lo que significa que cada vez hay menos lugares salvajes. Los únicos lugares que quedan se encuentran en zonas montañosas. De ellos son los Pirineos. No es casualidad que, tan cerca de Euskal Herria, pueda estar Jetia.

XIX. En el siglo XIX se vio en el Pirineo catalán, pero no tenemos pruebas científicas. Todo lo que sabemos hoy en día se ha enfocado a través de la tradición. En las historias aún vivas en los territorios de los Ripolles y Cerdaña se habla del ser humano de las nieves pirenaicas, según las cuales la Jetia de los Pirineos podía ser extremadamente alta y totalmente blanca.

El folclore de Ripolles cuenta esta historia. Hace muchos años en esta tierra vivía una hermosa joven llamada Nonell. Por su belleza, todas las chicas se enamoraban. Él andaba de chica, absorbiendo sus encantos. Como consecuencia, se quedó a punto de casarse con siete chicas. Por supuesto, no pudo cumplir la promesa y las chicas comenzaron a morir de amor en uno a uno. Un día Nonell conoció a la chica más bella jamás vista y se enamoró inmediatamente. Sin embargo, aquella encantadora chica se ríe de las intenciones expresadas por Nonell y se escapaba al chico.

El geólogo suizo Francois de Loys cazó en la frontera entre Colombia y Venezuela.

Un día, mientras la chica se escapaba, Nonell decidió seguirle. Pero ella, paso a paso, se alejaba cada vez más del chico. Entonces, Nonelle se miente por andar tan lento y pide al cielo que sea tan ligero como el perro. De repente, el chico se convirtió en un perro gigante lleno de pelos blancos.

Según Leienda, Nonell aparece cada año con la primera nieve y se desvanece haciendo enormes aullidos. El encuentro con él es una mala señal y la gente se escapa. XX. En el siglo XIX no sabemos que nadie lo haya visto, pero los abuelos de estos territorios afirman que en su juventud había oído hablar de Nonell de la neu (Nonell de la Nieves). Según lo escuchado, Nonell vive en las cumbres del Pirineo, totalmente desnudo y cubierto de pelos largos blancos.

Cazadores de jetes

Estos animales de la mitología se han visto desde hace tiempo, por lo tanto, en distintas zonas de la Tierra. Han sido cuidadas por mitologías de diferentes culturas y, cómo no, entre los seres humanos han surgido personajes llenos de coraje que han querido cazar a estas míticas criaturas. Albert Ostman, vecino de la Columbia Británica, es uno de ellos.

Este hombre, Jeti (a partir de ahora, aunque no sea apropiado, utilizaremos la palabra Jeti para recoger todos estos mitos en una palabra. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la palabra Jeti es la palabra que se utiliza en la zona de Himalaia para expresar el ser humano de las nieves) cuenta el descubrimiento más sorprendente de la historia. Mientras buscaba ese fantasma en la zona montañosa de Toba Inlet, que se encuentra en la Columbia Británica, una noche cansada y tumbada en su saco de dormir, un terrible ser de 2,40 metros de altura le cogió en mano, le acusó y le llevó a un lugar oscuro tras un viaje de tres horas de duración que le pareció inconcluso. Era de noche y no se veía nada bien. Pero cuando llegó la mañana se quedó horrorizado al comprobar que se encontraba en el campamento de un grupo de jetes.

Bluff Creek, una secuencia de la película realizada en 1967 en California.

Ostman, muy asustado, pudo comprobar que en el campamento el macho y la hembra vivían con dos hijos. Durante su cautiverio, estudió las costumbres de aquellos animales y en varias ocasiones intentó escapar de ellos, pero en todas ellas el descenso más antiguo le impidió. Sin embargo, este grupo de jets le dio un buen trato. Un día Ostman se dio cuenta de que tenía un poco de nariz en los bolsillos de sus pantalones y se le ocurrió dar al viejo descenso.

Al principio el animal tenía cuidado, luego le interesó, y al final empezó a quitarse la nariz con codicia para degustarlo. Como consecuencia, el animal quedó afectado y tuvo que abandonar el campamento, probablemente a beber agua. Entonces, como los demás familiares no estaban en los alrededores, Ostman aprovechó la ocasión para escapar. En total, una semana estuvo secuestrada por los jetes.

El cazador Ostman no consiguió ninguna prueba para que el relato de la situación ocurrida fuera creíble, pero le ocurrió otra cosa al californiano Roger Patterson. Patterson, tras descender con otro amigo, intentaba fotografiar a estos animales mitológicos. Los dos, mientras Bluff Creek, de California, navegaban por bosques lejanos y densos, un día los caballos se pusieron nerviosos y se volvieron incontrolables. Con el fin de averiguar la causa de este comportamiento, se acercaron a un arroyo que discurría por el medio bosque, donde consiguieron ver a una hembra de descenso arrodillada bebiendo agua.

Patterson aterrizó del caballo con un salto y sin perder ni un segundo tomó la cámara de 16 mm y, nervioso, empezó a rodar mientras se alejaba la carrera consciente de que los jetes estaban los mismos. Antes de alejarse totalmente de las personas volvió para volver a verlas. Luego desapareció. Esta película impactó en 1967. Después se ha estudiado en numerosas ocasiones y aunque algunos argumentan que el animal que allí aparece es un hombre disfrazado, no se ha demostrado totalmente su falsedad. Por lo tanto, la duda continúa.

¿Qué es Jetia?

En ocasiones se ha defendido la tesis de que Jetia Gigantopithecus es un tipo descendiente del mono gigante. Los restos fósiles del Gigantopithecus se han encontrado tanto en la India como en China. Este animal vivía entre hace 12 millones y 500 mil años. En aquella época la cordillera del Himalaia comenzó a ascender hasta alcanzar los 2.000-3.000 metros de altura gracias a la tectónica. Esto hizo que muchas especies de animales quedaran aisladas, entre ellas los antepasados de Jeti.

El feriante Frank Hansen con el hombre de hielo.

En opinión de otros, el hecho de que la leña de Jeti estuviera tan extendida podía dar lugar a encontrar animales diferentes bajo la misma palabra, todos ellos muy parecidos al ser humano. En 1917, el geólogo suizo Francois de Loys mató a un animal terrible en la frontera entre Colombia y Venezuela. El origen de este descenso sigue siendo discutido, pero los investigadores creen que podría tratarse de una especie de mono araña.

Otros investigadores, aunque minoritarios, han defendido una teoría verdaderamente emotiva: que bajo el nombre de Jeti serían seres humanos prehistóricos que han conseguido sobrevivir. Los defensores de esta teoría quedaron entusiasmados con el descubrimiento que se llevó a cabo en Minnesota en 1968.

Un misterioso hombre de hielo

El zoólogo belga Bernard Heuvelmans e Ivan T. El zoólogo y escritor Sanderson son los dos actores principales de esta terrible mentura. El 19 de diciembre de 1968 recibieron una llamada en su despacho en la que se mencionaba que en una feria se mostraba un hombre peludo que podía haber perdido el nivel entre monos y seres humanos. Sanderson y Heuvelmans empezaron inmediatamente por detrás del feriante y tras visitar la mitad del continente, finalmente consiguieron encontrar a Hansen, que era su nombre.

El territorio estaba aislado y hacía mucho frío en aquel invierno rojo. En la parte trasera de la fachada, aparcado, se hallaba una caravana con la sala de Hielo escrita. En el interior de esta caravana, como luego pudieron ver, un ser estaba conservado en una fosa de hielo. Este ser tenía cubierto todo el cuerpo con largos pelos marrones.

Imagen de la cara del ser que aparece en el nido de hielo.

A pesar de que en aquel remolque no había mucho espacio, Sanderson y Heuvelmans se pusieron manos a la obra durante tres días. Se realizaron once imágenes y fotografías del ser. El ser no tenía pelo en la cara y en la ingle. Los testículos aparecían claros y el pene estaba al descubierto, afirmando que era macho. El brazo izquierdo del ser trataba de proteger la cara si se encontrase ante un peligro. Tenía el cuerpo mutilado. El brazo roto, un ojo vacío y el otro ojo extraído del agujero colgando sobre la cara.

Tenía el trasero de la cabeza totalmente roto. Estaba claro que había disparado a la criatura y ante el ataque el instinto de cuidarse le mandó levantar el brazo. Ambos investigadores pudieron ver la sangre limpia y el olor que provocó la carne semicerrada del cuerpo. Era, sin duda, un ser vivo hace poco. ¿Pero de dónde viene?

Los datos aportados por Hansen eran incompletos y oscuros. Parece ser que se trajo por el Este y parece que se encontró flotando en el mar dentro de un bloque de hielo.

Heuvelmans estudió más tarde los datos y sin duda, al igual que en el caso de los humanos, pudo comprobar que no tenía el espacio entre el pulgar y el segundo dedo. No era, por tanto, un tipo de mono. Tras analizar las características de la mente, llegó a la conclusión excitante: el ser estudiado por la ciencia y más parecido al ser humano, Neanderthal. Por lo tanto, aquella podría ser una especie similar que vivió antes de Neanderthal. Heuvelmans le dio el nombre de Homo pongoides.

El ser llamado Homo pongoides, cuando vivió, parecía así.

Heuvelmans recordó que en el País Vasco Norte aparecen en algunas de las imágenes de la cueva de Isturitz, así como en uno de los huesos que se encuentran en ella, figuras muy curiosas. Y entre ellos, especialmente los humanos que se parecen mucho al ser neanderthal. Hasta ahora se ha creído que el hombre moderno acabó con los Neanderthales y los sustituyó. ¿Por qué no pensar que de aquel desastre se salvaron algunos Neanderthales y que pudieron llegar hasta nuestros días a través del arte, la mitología y tal vez la existencia?

XXI. Estamos en el umbral del siglo XX, todavía hay espacio para la imaginación

Entre las cuevas europeas aparece un tipo de caballo que, a nuestro juicio, había desaparecido desde hace tiempo. Coronel Przhevalski, XIX. El famoso explorador de la Mongolia del siglo XIX consiguió encontrar vivos a sus descendientes en la misma Mongolia. En recuerdo del descubridor, esta especie de caballo recibió su nombre.

C. Iván Imagen realizada con la información obtenida por Sanderson y Bernanrd Heuvelmans.

Es mucho más reciente y emotivo el caso del celacanto, que se sitúa a una enorme distancia de tiempo. Esta especie se consideraba desaparecida hace 400 millones de años. Sin embargo, XX. Se comprobó que en las primeras décadas del siglo XX seguía vivo, cuando unos pocos fueron capturados en las costas de Sudáfrica.

Para los científicos actuales está cada vez más claro que no conocemos todo lo que hay en nuestra Tierra y que los territorios no explorados son muy amplios. La Antártida, las selvas amazónicas y africanas, las cordilleras del Himalaya, las extensas tierras siberias, etc. son sólo testigo de ello. En esos parajes todavía tenemos que conocer las increíbles e increíbles.

¿Por qué no aceptar que las leyendas y leyendas que se esconden bajo la palabra Jeti guardan información real y desconocida?

No sabemos si el futuro nos traerá nada nuevo, pero si bajo la leyenda de Kraken se ocultaba el chipirón gigante, y bajo el monstruo del lago Ness quizá se cubra el plesiosaurio, ¿por qué no pensar que hay algo oculto bajo los leones de Jet? Sin embargo, es gratificante reconocer y soñar que estamos inmersos en la conquista del espacio en la Tierra todavía tenemos misterios sin resolver, porque el sueño es una de las necesidades más queridas para el ser humano.

BASAJAUNA

En la mitología vasca, Basajauna es un personaje parecido a Jeti. Barandiaran lo describe como un ser humano gigante y fuerte. Parece que vive en bosques cerrados o cuevas altas. Antiguamente, en las tormentas la gente pensaba que Basajauna hablaba de la aguja.

El cuerpo gigante de Basajaun está completamente cubierto de pelo largo. Tiene la cara, el pecho y el vientre rellenos de pelos peinados. Un pie es como el humano, pero el otro es circular.

Según las historias de Euskal Herria, los Basajaun conocían muy bien la Naturaleza y eran muy sabios. Agricultura, molinos, soldadura de hierro, sierra, etc. que ellos mismos inventaron.

Según Barandiarán, Basajauna es una benefactora que protege a los rebaños de los lobos y ofrece su ayuda a los pastores en las tormentas.

Según Azkue, sin embargo, Basajaun también tiene diablo y hay que hacer ermitas para librarse de sus daños y hay que decir las letanías de la Ascensión.

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