“El principal estímulo para ser investigador era y es poder aportar al conocimiento”
2015/01/09 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
En los últimos años de los estudios de física surgió el deseo de Irene Sendra de ser investigadora. “Los profesores que me tocaron en aquella época, además de buenos profesores, eran investigadores y su trabajo me atrajo mucho”, ha recordado. Así, en quinto de Física de la Universidad de Valencia recibió una beca para iniciar su investigación en la sección de Astronomía y Astrofísica.
Para Sendra, “poder aportar al conocimiento” era y es el principal estímulo para ser investigador. “Si es necesario, mi aportación en mi área es más abstracta que en otros ámbitos. Es decir, uno podría pensar que en la práctica no sirve para nada. Pero creo que los avances que hacemos, por pequeños que sean, sirven para aumentar el conocimiento del universo”.
Aunque le gusta el trabajo de investigador, a veces también es duro, sobre todo cuando no se obtienen resultados o cuando los resultados no son los esperados por uno. “En estos casos, al principio intento llegar a resultados aún más exigente, si veo que no voy por el buen camino o me doy cuenta de que mi hipótesis es errónea, pongo todo patas arriba, olvido del trabajo anterior y vuelvo a empezar con otra perspectiva”. Así ocurren las revoluciones, en opinión de Sendra, al rechazar caminos equivocados y probar nuevas perspectivas.
Premios y obstáculos
Para Sendra lo más difícil de ser investigador es estar siempre sujeto a becas y subvenciones, no saber si recibirá subvenciones: “Para mí lo más duro es vivir con esa incertidumbre, porque nunca sabes si en el futuro vas a poder seguir con tu trabajo y eso afecta a tu vida personal”.
De hecho, vino de la Universidad de Valencia a la Universidad del País Vasco para realizar su tesis. “Cosmología en un universo acelerado: observaciones y fenomenología” fue el título de la tesis y recibió un premio. Posteriormente, tuvo varios contratos para investigar en el Departamento de Física Teórica e Historia de la Ciencia de la Facultad de Ciencia y Tecnología.
Pero al final tuvo que abandonar la investigación, ya que las oportunidades que le surgieron no estaban satisfechas: “Me ofrecieron una beca para ir a Brasil y Portugal, pero las condiciones eran muy malas y no las acepté”.
Si no, le encanta trabajar en equipo. “Además, en la astrofísica se forman grupos internacionales y siempre aprendes mucho por tus compañeros: otras formas de hacer trabajo, otras formas de pensar y mirar... Es muy enriquecedor”.
En estos momentos no ve claro su futuro como investigador. Ahora está a gusto como profesora de juventud: “Me parece que enseñar es una forma de devolver lo que sé a la sociedad. Intento contagiar a mis alumnos el interés o la curiosidad por la ciencia y el conocimiento, y me llena mucho”.
