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El futuro Museo de la Ciencia Vasca

1997/01/01 Urkizu, Urtzi Iturria: Elhuyar aldizkaria

Sabemos, lector, que el tema que trataremos a continuación no es de ayer por la mañana. Desde hace años se hizo pública la preocupación por el museo de la ciencia. Entonces, y hoy en día, entre las carencias que tenemos en Euskal Herria, se reivindicaba una estructura que daría una visión completa de la ciencia. Sin embargo, es nuevo el proyecto que se ha lanzado recientemente para dar solución a esta preocupación. Este trabajo se debe a Pablo Areso, de la fundación Izurun. En ella se publicaron las características básicas y la filosofía que debería cumplir el Museo de la Ciencia del País Vasco para su desarrollo. Todos estos aspectos están recogidos en el libro titulado “Museo de Ciencias y Técnicas para una sociedad avanzada”. Tras hablar y cantar, parece que al final ha llegado el momento de coger el toro por las ramas. AFORTUNADAMENTE.

No se puede decir que en Euskal Herria hay muchos museos. En general, nos encontramos con una pata corta respecto a la oferta museística y, por supuesto, los relacionados con la ciencia son mucho más escasos. Sin embargo, el Consejo Internacional de Museos de la UNESCO asigna a los museos dos funciones principales: por un lado, la conservación y el análisis del patrimonio cultural y, por otro, la función didáctica de que lo que se enseña sirva para la formación, información y disfrute del público. Por supuesto, estos dos objetivos básicos pueden ser discutibles, pero en general son asumidos por la comunidad internacional. A la hora de analizar nuestra situación, también hemos considerado útiles estos dos criterios.

Museos de Euskal Herria

En Euskal Herria tenemos 55 museos en este momento y en breve habrá que añadir otros proyectos: 8 museos en Bizkaia y 10 en Gipuzkoa.

Sin embargo, si analizamos las áreas de conocimiento recogidas en estos museos, podemos afirmar que la oferta es aún más reducida. De los museos existentes, pocos son los que abordan la ciencia y la técnica.

Museo Vasco de Historia de las Ciencias de Leioa. La mayoría de los museos de Euskal Herria son lugares de almacenamiento de objetos que no favorecen la participación de visitantes.

Como se ha mencionado anteriormente, la idea de hacer un gran Museo de la Ciencia en Euskal Herria está en la mente de muchos. Con el fin de impulsar una reflexión al respecto, la fundación Izurun publicó en noviembre del año pasado el libro titulado Museo de Ciencias y Técnicas para una sociedad avanzada, fruto de muchos años de trabajo. El autor del libro es Pablo Areso Barquin, director del departamento de Ciencia y Tecnología de la Fundación Izurun. Este trabajo ha contado con la colaboración del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, que además de un diagnóstico provisional incluye otras iniciativas como la redacción futura del programa del museo y la elaboración del proyecto técnico.

La mayoría de los museos de ciencia del País Vasco pertenecen a Ciencias Naturales. En general son colecciones de fósiles, minerales y conchas o se ocupan de otros grupos faunísticos. Sin embargo, la función didáctica está casi olvidada. Existen también colecciones de naturaleza privada de alto nivel científico pero sin interés pedagógico. Las Ciencias de la Naturaleza, la Arqueología Industrial y la Tecnología tradicional dominan nuestros museos. Pero, desgraciadamente, en Euskal Herria no hay ningún museo que trate la Ciencia Experimental ni que fomente la participación ciudadana. En el estudio realizado por Pablo Areso se destaca en primer lugar esta carencia.

Abriendo las ventanas del barrio

En la búsqueda de lo que falta entre nosotros, Pablo Areso ha analizado los proyectos museísticos que están en marcha a nivel global. En su libro ha trabajado especialmente en los museos de ciencia y técnica de Europa. Las principales tendencias y modelos de estos museos se han tenido muy en cuenta a la hora de diseñar el modelo museístico propuesto para el País Vasco.

Junto a París y Londres, Berlín ha sido muy importante en la museología europea. El Museum für Verkher und Technik, en la imagen, es uno de los museos más prestigiosos de Alemania.

El punto de partida de la clasificación es el criterio cronológico. De hecho, a primera vista se ve claramente que cada museo es el resultado de la ejecución cultural de la época en la que se creó.

  • Los primeros museos científicos y técnicos se realizaron para conservar y conservar el patrimonio nacional y la segunda función era difundir la cultura científica entre el público. XIX. Estos museos, que reflejan la sociedad del siglo XX, pueden ser considerados niños del espíritu de la Enciclopedia como el Conservatoire des Arts et Métiers de París, el South Kensington Museum de Londres o el Urania de Berlín.
  • En la segunda generación de museos destaca el objetivo de comunicar el conocimiento científico. Se manifiesta entonces el deseo de aumentar la ruptura entre expertos y principiantes. Los museos y visitantes de esta época ofrecen la posibilidad de manipular objetos y de demostrar experimentos. Son de esta época, entre otros, el Palais de la Decouverte de París, el Deutsches Museum de Munich, los anglosajones Science Centers y el Museu de la Ciencia de Barcelona.
  • Por último, las tendencias más avanzadas de la museología nos indican que la ciencia no es neutra. Proporcionan una percepción más global de la ciencia: hay que tener en cuenta la dimensión humana, sus consecuencias económicas, culturales y ambientales. Los nuevos museos, por tanto, nos ofrecen una visión global de la ciencia con todas sus implicaciones, promesas y riesgos. De estas últimas tendencias surgieron, por ejemplo, los museos Evoluon de Eindhoven, Museum für Verkher und Technik de Berlín y La Cité des Sciences et de L´Industrie de París.

Nuevas tendencias museológicas

En el museo moderno de ciencia predomina la función didáctica. Pero la educación no se limita al alumnado. Cada visitante elegirá su camino y aprenderá manipulando objetos. El Museo también abordará temas cotidianos.

Siguiendo la clasificación realizada por la propia UNESCO, la museología actual distingue las dos funciones principales, pero se da prioridad a la educación sobre la conservación del patrimonio. Según esto, los museos ya no son sólo lugares de almacenamiento de objetos sino que se utilizan como herramienta educativa. El modelo museístico de esta década pretende contribuir al progreso de la sociedad, ampliando el conjunto de ideas, conceptos y conocimientos. Este es el modelo que Pablo Areso tiene en Euskal Herria a la hora de hablar de las ventajas que supondría un Museo de la Ciencia. Según un fragmento del libro, el museo no será una solución para todos los problemas, pero sería una buena herramienta para hacer llegar a toda la sociedad la cultura científica necesaria.

Los museos modernos ofrecen nuevos recursos educativos. Es un modelo complementario, es decir, no sustituye al profesor o al libro. A diferencia de éstos, trata de que el visitante interiorice correctamente la información científica que recibirá a través de recursos no formales ni académicos.

Sin embargo, cuando se habla de las funciones que deben cumplir los museos, la educación no se limita al alumnado. El objetivo de los nuevos museos es ser la casa de la cultura y la ciencia que llegará a toda la sociedad, ya que todos, adultos y niños necesitan alfabetización científica. Por último, los nuevos museos de ciencias necesitan estar al día para poder dar a conocer los cambios y las conclusiones de las investigaciones.

¿Cómo será nuestro museo?

En el museo moderno de ciencia predomina la función didáctica. Pero la educación no se limita al alumnado. Cada visitante elegirá su camino y aprenderá manipulando objetos. El Museo también abordará temas cotidianos.

A pesar de ser un reto de futuro, el Museo de la Ciencia del País Vasco tiene sus bases sólidas. De hecho, Pablo Areso ha recogido ideas y sugerencias derivadas de la reflexión sobre el proyecto. El informe recoge no sólo la posible filosofía, sino también los problemas que deberá superar.

La filosofía del museo vasco se puede resumir en los siguientes principios generales:

  • La función principal del Museo es la difusión de la información científica como herramienta educativa sostenible.
  • Los avances científicos y técnicos deben ser comprensibles para los no expertos. No obstante, cada visitante podrá realizar una lectura diferente según sus conocimientos.
  • El museo fomentará la participación de los visitantes, un museo para ver y tocar. El visitante participará y descubrirá la manipulación.
  • Se trata de un “Museo de las Ideas”, ya que los principios de la ciencia no se expondrán únicamente a través de objetos. Para esta función se utilizarán imágenes, sonidos, textos, maquetas, monitores, ordenadores o experimentos automatizados.
  • Las máquinas antiguas sirven para enseñar tecnología. La perspectiva histórica es muy importante, sobre todo en momentos de graves cambios; la sociedad acudirá al museo en busca de su identidad.
  • La nueva clasificación del museo pretende ofrecer una visión integrada y combinada de la ciencia y sus aplicaciones.
  • Dar una visión completa de la ciencia y de la técnica, explicando todas las implicaciones. Fomentar la responsabilidad de un uso consciente de los inventos.
  • El recorrido será flexible. Cada visitante elegirá su camino en función de su motivación, preferencias y nivel de comprensión, aunque la información se facilitará siguiendo una secuenciación organizada y comprensible.
  • Se realizarán exposiciones temporales poniendo al día los avances científicos. Se tratarán temas monográficos y se fomentará la dinámica creativa del museo. Además, estas exposiciones también se darán a conocer en el exterior, siendo útiles para el intercambio cultural internacional.

Cuestiones prácticas y concretas

Además de la filosofía, Pablo Areso ha recogido en su libro los problemas y sugerencias prácticas que se darán en el día a día del museo. Aprendiendo de lo visto, el autor enumera:

  • ¿Quién gestionará el museo? Las
    instituciones educativas valorarán positivamente la puesta en marcha del museo, que servirá para aumentar el nivel cultural de la sociedad. Asimismo, existen empresas privadas que consideran los museos como útiles para la formación humana. El apoyo económico de los poderes públicos se realiza, además, en función del interés y del rendimiento económico y político. El museo deberá gestionarse entre todas las instituciones a través de un status jurídico que aúne lo privado y lo público.
  • En el museo moderno de ciencia predomina la función didáctica. Pero la educación no se limita al alumnado. Cada visitante elegirá su camino y aprenderá manipulando objetos. El Museo también abordará temas cotidianos.
    ¿Cómo se financiará? Analizar
    la financiación y autofinanciación parcial del presupuesto ordinario y extraordinario. Se tienen en cuenta los sistemas utilizados en otros países, especialmente el cobro de entrada a los ciudadanos.
  • ¿Un museo o muchos museos pequeños?
    Evidentemente, cada modelo tiene sus ventajas, pero Areso cree que lo más viable es hacer un gran museo para toda Euskal Herria. Para una adecuada difusión del museo se propone la realización de exposiciones itinerantes.
  • ¿Dónde está el museo? En
    cuanto a su ubicación, es previsible que surjan muchos problemas y debates. Se analizarán las vías rápidas de transporte y la infraestructura. En cualquier caso, el museo debería ser un museo equidistante entre provincias.
  • ¿Qué tipo de estructura? En un
    principio, el museo dispondrá de salas de exposiciones permanentes, pero a medida que se vayan desarrollando, se deberán estructurar las secciones técnicas. Definir los pasos y prever el objetivo final con pragmatismo. No se puede poner en peligro el futuro por mala proyección.
  • Pero, ¿cómo será?
    Se deberán tener en cuenta los espacios, los desplazamientos de visitantes y trabajadores, las rutas flexibles, la climatización, la iluminación, las vías para minusválidos y la seguridad.
  • ¿Para quién?
    Los destinatarios son estudiantes, profesionales y trabajadores, entidades culturales y corporaciones, turistas o viajeros de paso; en general, el público objetivo es toda la sociedad. El objetivo del museo es informar y entretener. Se podrá realizar una visita personal, familiar, grupal o turística al museo. El nivel de formación de los visitantes no será homogéneo, por lo que todos podrán beneficiarse.
  • ¿Qué va a mostrar el museo?
    Para que sirva a toda la sociedad, tratará temas adecuados y cotidianos. Algunos posibles bloques temáticos del Museo de la Ciencia pueden ser:
  1. El universo y la conquista del espacio.
  2. Ciencias de la Tierra.
  3. Vida y hombre.
  4. La materia y la obra humana.
  5. Cultura, lenguajes y comunicación.

Museo humanista

El modelo museístico propuesto por la fundación Izurun contribuirá a una visión humanista de la ciencia con todas sus relaciones e implicaciones. Según Areso, la nuestra es una cultura técnica en la que no se puede retroceder. Hay que enseñar a las nuevas generaciones a hacer un buen uso de la ciencia y sus aplicaciones. La educación científica será una condición indispensable para el desarrollo y para el bienestar y la economía de la sociedad.

Para los no expertos se realizarán explicaciones comprensibles de los avances. No obstante, cada visitante realizará una lectura acorde a sus conocimientos.

El proyecto Museo de la ciencia y la técnica para una sociedad pionera está dirigido, en primer lugar, a las instituciones educativas, ya que el museo se considera un servicio complementario a la enseñanza. Por otro lado, para que se impregne en la divulgación de la ciencia, hay que dirigirse al resto de instituciones, empresas y colectivos. Cualquier persona que considere el Museo como un recurso educativo puede participar en esta reflexión, ya que, básicamente, es un reto para todos poner en marcha un proyecto de futuro. El museo estrechará y calentará las relaciones entre la comunidad científica y la sociedad.

Los museos de Euskal Herria en los próximos números de Elhuyar

Sabemos un poco más de museología y conocemos mejor las características de los museos actuales. Asimismo, Elhuyar analizará en los próximos números los museos de Euskal Herria relacionados con la ciencia y la técnica. A partir del mes de febrero entraremos en nueve museos vascos. Y para finalizar el año esperamos poder hacer un balance global.

Como hemos dicho desde el principio, en los museos de Euskal Herria predomina la función de conservar el patrimonio, mientras que la actitud de los visitantes es bastante pasiva, dejando de lado la función pedagógica en casi todos los casos. ¿El futuro Museo Vasco de la Ciencia nos permitirá ver, tocar, experimentar, jugar y aprender más sobre la ciencia?

Mientras tanto, conozcamos los museos vascos actuales. En los ejemplares 1997 visitaremos los siguientes museos: Museo vasco de Historia de las Ciencias de Leioa, Museo de Ciencias Naturales de Vitoria-Gasteiz, Acuario de San Sebastián, Museo de Ciencias y Técnicas de Bergara, Planetario de Pamplona, Museo del Mar de Biarritz, Exposición permanente de minerales y fósiles de Urretxu, Museo de la Técnica Vasca de Barakaldo y Museo de Espeleología, Minas y Tierras de la Capital.

He leído con interés el Museo de Ciencias y Técnicas para una sociedad avanzada de Pablo Areso. I. - Libro titulado: Porque muchas veces he pensado que un museo de ciencias como el que he podido ver en otros países, lo necesitábamos en Euskal Herria, y este libro aborda precisamente este tema.

El número que lleva el subtítulo nos indica que tras este volumen podremos leer otro u otros aspectos de un mismo tema y además es algo parecido a la primera piedra del diseño de un nuevo museo de ciencia.

La reflexión en busca del modelo tiene mucho sentido. Se parte del fin de los museos que hay en el extranjero para definir las principales pinceladas de lo que puede ser más adecuado para nosotros. En los museos de ciencias se observan dos tendencias principales, una de recogida y conservación de instrumentos y otra centrada en el enriquecimiento del conocimiento del visitante. El autor elige esta segunda opción y no falta razón. Los museos basados en este planteamiento me han dejado las mejores memorias. Serán veinticinco años cuando vi el Museo de Transportes y Comunicaciones de Lucerna.

Todavía no me he olvidado de algunas cosas que vi allí. Lo que más me gustó era la oportunidad de tocar y usar todo lo que se ofrecía al visitante. El mismo criterio he visto que el Museo de Barcelona que he visitado una y otra vez en la bonita Ciencia o en La Villette de París y difícilmente se nos olvidarán los ensayos realizados por el matrimonio y nuestras tres hijas hace años en el Palais de la Decouverte de París con corrientes de alta frecuencia y simulaciones de rayos. Conceptos y sentimientos quedan incorporados para siempre en la memoria.

En su presentación en el Salón de Conferencias del Seminario de San Sebastián, el autor señaló que el objetivo del libro era fomentar el debate entre personas y entidades interesadas en este tema. Quiero poner sobre la mesa un par de ideas como una sencilla aportación para este debate.

  1. En el libro se menciona el museo como Comunidad Autónoma Vasca. Creo que sería mejor pensar en todo Euskal Herria para partir de una realidad social y cultural y no de una división administrativa coyuntural. Por otro lado, también desde el punto de vista financiero tendría una opción más amplia.
  2. Como se plantea como un museo para una “sociedad avanzada”, además de un museo físico ubicado en un edificio, sería oportuno crear simultáneamente un museo virtual que se mostrara a través de Internet. Esto daría una mayor difusión, abriría un mundo amplio de simulaciones, aumentaría las posibilidades de visita en función de recorridos flexibles, etc. De este modo, se podrían combinar dos de los posibles modelos que se citan en el libro, el de un solo museo o el de la red de exposiciones, ya que los enlaces a través de hipermedia permiten configurar de forma muy sencilla la red de diferentes servidores (museos).

A. Sagarna

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