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La que dio el sol a la luna

2000/11/28 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

En las muestras de piedras traídas de la luna se pueden ver los elementos expulsados del sol, pero esto no es suficiente para explicar todo el análisis químico de la misma

Son muchos años desde que el hombre levantó piedras de la luna. Sorprendentemente, los debates sobre el análisis de estas piedras no han acabado en absoluto. Estas rocas contienen átomos de nitrógeno, lo que no es extraño. El debate se centra en el origen de estos átomos. ¿Por qué?

Según los expertos, los planetas que se encuentran en el sistema solar se formaron al mismo tiempo que el propio sol. Pero en lugar de convertir toda la materia en una gran estrella, creó el sol que conocemos y unos planetas que giran alrededor. Estos planetas, incluida nuestra Tierra, reciben con la emisión del sol un potente bombardeo de partículas. A esta fuga se le llama viento solar. Cabe destacar que durante estos días la sonda Stardust de la NASA ha sufrido la mayor tormenta de viento solar de los últimos veinte años.

Química Extraña

Cuando surgió el sistema solar, el viento solar era más fuerte. Se aprecia en la composición química de los planetas actuales. El carbono, el helio o el neón, en la Luna, son restos del viento solar. En el caso del nitrógeno, sin embargo, la llegada del sol no es suficiente para explicar los resultados de los análisis. El tipo de nitrógeno en el viento solar no es el mismo que se recogió de la superficie de la luna.

Otra aportación a considerar en el estudio de la composición química procede de los meteoritos. En la Luna, como en otros planetas, caen muchos meteoritos. La colisión produce el calentamiento del suelo y la evaporación de algunos átomos (helio, neón, etc.). El nitrógeno, por el contrario, genera relaciones con otros elementos del suelo, por lo que no sufre alteraciones en estos procesos. Por tanto, es necesario buscar nuevas fuentes de este elemento.

Un artículo publicado en la revista Science ofrece muchas posibilidades. Una de estas fuentes puede ser el nitrógeno de los meteoritos caídos. Otra opción es el nitrógeno emergido del interior de la luna. Quizás, al ser el nitrógeno el componente más abundante de la atmósfera terrestre, se pueda pasar de las capas superiores a la luna.

Lo único que los científicos tienen claro es que el nitrógeno de la luna tiene dos tipos de origen, el viento solar y el de otra parte. El segundo tipo de nitrógeno se produce en la superficie de los granos de nube, por lo que la proporción es mayor en los ejemplares de gran superficie.

Por último, no hay que olvidar que en la actualidad la actividad del viento solar no ha desaparecido y que en la actualidad el tipo de nitrógeno que supone esta fuga no es igual al inicial. La composición de la inicial influyó enormemente en la formación de la atmósfera de Júpiter, por lo que los científicos consideran al planeta grande como modelo en este tipo de análisis.

El objetivo de una misión de la NASA (Misión Génesis) que se pondrá en marcha en un futuro próximo es la investigación solar. Sustituye, por tanto, a la misión terminada SOHO. En esta misión se recogieron muchos datos, pero la tecnología actual permite realizar análisis más precisos. En este génesis se recogerán muestras de viento solar para, entre otras cosas, realizar análisis del tipo de nitrógeno. Según los expertos, estos datos son imprescindibles para empezar a desentrañar el misterio de la composición química de la luna.

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