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Bella y venenosa

2001/08/31 Elhuyar Zientzia

A pesar de que hoy habéis venido de vacaciones, no creáis que el verano ha terminado. ¡Por supuesto! Todavía es hora de hacer una gira por el monte o de tomar un bañito en la playa. No obstante, si os animáis a quitarse las ropas y a bañarse, recordad que en esta época del año hay que prestar especial atención a los plásticos que se desplazan por el agua. Muchos de ellos no son bolsas de tienda, sino medusas.

Las medusas las vemos normalmente a finales de verano, ya que aparecen cuando el agua está caliente. Tiene un cuerpo paraguas viscoso y casi transparente, sin cabeza, ni ojos, ni huesos, ni semejantes. Eso sí, tienen tentáculos llenos de células venenosas y, cada vez que tocan a la presa –o a tu muslo–, la célula ‘estalla’ y el veneno entra en el cuerpo de la víctima.

En nuestra piel, la sensación de quemazón que proporciona el veneno puede durar varios minutos o horas. Para aliviar el dolor, le aconsejamos que limpie la herida con vinagre o alcohol o que mezcle el bicarbonato con agua y coloque la masa formada sobre la herida. En cualquier caso, no utilice agua para limpiar la herida, ya que puede desprenderse más veneno.

¡Ah, y cuidado! Las medusas que habitan las arenas también pueden ser venenosas si todavía están mojadas, así como los tentáculos liberados del cuerpo principal.

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