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La aspirina tiene más poderes de los previstos

2001/06/12 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

La aspirina se sintetizó en 1893. Aunque inicialmente se tomaba para bajar la fiebre y aliviar el dolor, con el tiempo también se ha demostrado que es eficaz contra otras enfermedades como la inflamación o la prevención del infarto.

Ahora, según el estudio publicado por el investigador Holger Hackstein en la revista The Journal of Inmunology, la aspirina puede tener otras virtudes. Parece que la aspirina inhibe las células dendríticas mieloides de la médula espinal. Las funciones de estas células son la detección de sustancias extrañas que penetran en el cuerpo y la posterior comunicación de los glóbulos blancos. Sin embargo, la aspirina impide la transmisión del mensaje, ya que impide la madurez de las células dendríticas. En consecuencia, estas células no pueden producir proteínas que ejerzan de antígenos.

Este estudio explica el efecto de la aspirina sobre la inflamación. Tras una lesión, la sangre y los glóbulos blancos se dirigen inmediatamente a este lugar. Pero si por efecto de la aspirina las células dendríticas no pueden cumplir con su trabajo, los glóbulos blancos no asisten. Como consecuencia, disminuye la inflamación.

Estas investigaciones se han llevado a cabo en el ratón, por lo que sólo se han dado los primeros pasos. Sin embargo, los investigadores creen que la aspirina puede ser útil para curar enfermedades autoinmunes y evitar rechazos en los trasplantes.

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