Las comerías del vertedero más grande

1995/04/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

• Astronautika

La acumulación de basura, la indiferencia y la falta de solución que han demostrado los diferentes gobiernos ante esta situación, son regalos que las nuevas generaciones tendrán que “agradecer”. Basta con mirar al entorno para tomar conciencia del problema. Por el contrario, la basura que no se ve se ha convertido en un grave problema. En el espacio, si nos dijéramos cuenta de la cantidad de basura que gira sobre nosotros mismos, más de uno coincidiría con el lema que utilizaba el jefe local de Asterix de la palabra a la boca. Quién sabe si, más que el cielo, la basura acumulada en el espacio ha caído sobre nosotros mismos durante años.

Dicen que los espacios o la tripulación de los espacios generan la mayor cantidad de basura en el espacio. Además, las reparaciones habituales en satélites o estaciones permanentes son altamente contaminantes.

Todo ello ha convertido el espacio en un enorme vertedero. Aunque el problema es ecológico, tiene que ver directamente con la estrategia militar. La basura dispersa por el espacio puede causar una gran matanza si golpeara el espacio o el satélite. Como sabemos, no sería el primer “accidente” de este tipo. En los centros de investigación y seguimiento de EEUU se pueden localizar objetos de 10 cm. Estos objetos se desplazan con radares y clasifican sus dimensiones, comportamiento y dirección.

Cuando un objeto clasificado se acerca a satélites o espacios reciben automáticamente la orden de cambiar de dirección para evitar el accidente. Sin embargo, es más difícil detectar objetos de tamaño no superior a 10 cm. Según los investigadores, en este momento hay 15.000 pequeños objetos que no se han fichado en el espacio. Para poder verlos, los radios fijados en el espacio deberán ajustarse a pequeñas dimensiones.

Para ello, a principios de Febrero lanzaron al espacio pequeñas piezas que servirán para calibrar los radios. Estas piezas son tres pequeñas bolitas, de entre 15 y 5 cm, y unas finas roscas que las rodean. Estos pequeños elementos se colocarán delante de los radios para poder adaptar los radares y demás sistemas de localización.