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Fiebre: calor contra la enfermedad

2007/01/08 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Koldo envía a su hija a la cama. Y es que, al entrar en casa, dice que está mal. No tenía por qué decirlo porque sus ojos rojos y su vibrante voz denunciaban. A pesar de que ella tiene escalofríos, a su padre le parece que la piel está muy caliente. Le ha puesto un termómetro y no hay duda: tiene fiebre.
Muchas infecciones de virus y bacterias producen fiebre.

Pero, fiebre ? Según los antiguos griegos, el cuerpo tenía cuatro humores: sangre, flema, humor negro y humor amarillo. Si el cuerpo generaba en exceso uno de esos cuatro, aparecía la enfermedad. Para restablecer el desequilibrio, el cuerpo respondía a través de la fiebre: “cocía” el exceso de humor y, así, la enfermedad se escapaba del cuerpo. Por lo tanto, la fiebre era beneficiosa.

La idea de contribuir a la lucha contra el mal se ha mantenido casi hasta nuestros días. Sin embargo, en ocasiones los médicos han demostrado que puede ser peligroso, por lo que deciden en cada caso si deben someterse a un tratamiento de reducción de la fiebre. Eso sí, la definición de la fiebre ha cambiado radicalmente.

La fiebre es el estado que se produce cuando la temperatura que establece el centro de termorregulación es superior a la normal. el centro de termorregulación se encuentra en el hipotálamo cerebral, que es el encargado de mantener una temperatura corporal estable.

Fluctuaciones de la temperatura corporal

Los animales de sangre caliente tienen una temperatura corporal estable gracias al centro de termorregulación.

Sólo los animales de sangre caliente tienen esta zona de regulación de la temperatura corporal. Es lo que los diferencia de los de sangre fría. Su temperatura corporal es posterior a la del entorno. Los animales de sangre caliente, independientemente de su temperatura exterior, tienen la misma temperatura corporal.

En principio, las variaciones se producen a temperatura corporal dependiendo de si se trata de una mañana o de un raso, de la edad, etc. En las mujeres también se producen pequeños cambios a lo largo del ciclo de ovulación, lo que permite a la mujer saber si es un buen momento para quedarse embarazada. Pero los cambios son pequeños, sobre todo en relación al aumento de la fiebre.

Cuando hay fiebre, la temperatura que establece el centro de termorregulación puede ser entre 3 y 4 grados superior a la normal. Para el cuerpo es como si estuviese en la primera hipotermia, por lo que aparecen reacciones de calentamiento corporal: aumento de los pulsaciones cardíacas, contracción muscular (escalofríos)...

Junto a ello aparecen otros síntomas como dolor de cabeza, músculos y articulaciones, sudoración... Los síntomas pueden variar dependiendo de la persona que los padece y de la fiebre. Son once las enfermedades que pueden producir fiebre. Aparece principalmente en infecciones de virus o bacterias, pero también en enfermedades inflamatorias y otras.

Abriendo la puerta

Los linfocitos luchan contra los microorganismos patógenos dentro de los ganglios linfáticos.

Al tratarse de un mecanismo complejo, los investigadores aún no han aclarado todos los aspectos de la fiebre y realizan numerosas investigaciones al respecto. Por ejemplo, recientemente han descubierto cómo la fiebre ayuda a los glóbulos blancos de la sangre.

Los glóbulos blancos o linfocitos son células especializadas en la sangre que luchan contra los microorganismos patógenos. El campo de batalla suele ser los ganglios linfáticos, a los que entran los linfocitos cuando aparece la infección. Pero no todos.

Ahora los investigadores han demostrado que la fiebre aumenta el flujo sanguíneo. Esto permite que más linfocitos tengan acceso a los ganglios. Además, la fiebre también ayuda a que los linfocitos se adhieran a algunas moléculas presentes en el tejido ganglionario para entrar en los ganglios. De alguna manera, las moléculas abren la puerta a los linfocitos. Pues bien, los investigadores han demostrado que la fiebre provoca más moléculas de lo normal.

Por tanto, aunque resulte desagradable, parece que la fiebre tiene efectos beneficiosos. En cualquier caso, el médico deberá decidir, según los casos, cuándo y cómo tratar.

Publicado en Deia.