Anunciando terremotos
1999/08/15 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia
Un grupo de representantes de la Universidad de Edimburgo dio la noticia a las autoridades islandesas de que poco tiempo se iba a producir un terremoto de gran tamaño. Dos semanas después se les volvió a repetir el aviso y se añadieron los datos: si el terremoto se producía enseguida con una magnitud de 5 en la escala Ritcher, si un par de meses se retrasaba se podía llegar a 6. A los 3 días del segundo aviso, en Islandia se produjo un terremoto de 5ª magnitud, a 2 kilómetros de la estación sísmica que realizó las mediciones. Este espectacular acontecimiento ha sido el resultado de las investigaciones llevadas a cabo en el proyecto PRENLAB, financiado por la Unión Europea.
El paso es importante. De hecho, el sistema utilizado en el proyecto PRENLAB, que ha utilizado Islandia como laboratorio natural, se basa en técnicas científicas y no en la sintomatología utilizada hasta el momento. La técnica se basa en la medida del retraso relativo de las ondas sísmicas, que se modifica antes del terremoto. Para poder realizar correctamente las mediciones es necesario formar una enorme red de sismómetros. Según los expertos que participan en el proyecto, muchos de los terremotos que se producen si la red de sismómetros se expande en el mundo podrían predecirse, ya que el sistema ha demostrado su eficacia.
Desde el año 1975, los terremotos han matado a más de 340.000 personas y desde principios de siglo han muerto una media de 20.000 personas cada año. Estas cifras ponen de manifiesto que el éxito de la nueva técnica puede ser beneficioso para la humanidad. Por ello, países como Japón, situados en zonas sísmicas peligrosas, han mostrado un gran interés por el proyecto PRENLAB. De hecho, se cree que si un terremoto pudiera predecir con el tiempo se podrían salvar muchas vidas.
El terremoto de Tajikistán
Los habitantes de Tajikistán quizá no tengan conocimiento del proyecto PRENLAB; y aunque lo tuvieran, no penséis que se alegrarían mucho, ya que no tienen recursos suficientes para tomar medidas ante el terremoto.
Tajikistán se encuentra en Asia Central, en las faldas de los montes Pamir. El violento terremoto ocurrido en 1991 arrojó al río Murciano numerosas rocas y tierras, provocando la desaparición del río Murciano y la formación del lago Sarezckoe. Con el paso del tiempo, el lago ha ido creciendo y en la actualidad tiene una longitud de 60 kilómetros y una profundidad máxima de 500 metros. Recientemente un equipo internacional de geólogos y expertos ha estado presente y ha encendido la alarma. Según ellos, si surgiera un terremoto de principios de siglo, se rompería la presa originaria y el lago se vaciaría en pocos minutos. Los pueblos que están más abajo quedarían inundados, ya que las olas gigantes de 100 metros de altura se llevarían por delante. Según los expertos, al crear, la ola tendría 170 metros de altura, y 1.000 kilómetros más abajo, todavía equivaldría a una vivienda de dos plantas.
El equipo de expertos de Tajikistán también ha dado más datos. Por ejemplo, si la gente de la zona no pudiera salir antes, miles de personas morirían. Los daños no se limitarían a Tajikistán, ya que los 17 kilómetros cúbicos de agua que actualmente se recogen en el lago cubrirían 50.000 kilómetros cuadrados y se dispersarían por tierras de Afganistán, Uzbekistán y Turkmenistán. El agua también llegaría al mar Aral, que en los últimos 30 años ha bajado a la mitad.
Lo dicho hasta ahora parece una predicción sensacionalista de la masacre, y puede ser, pero además del terremoto de 1911, hay otros datos que aumentan la preocupación. De hecho, hace 5 años parte de la presa del lago Sarezckoe cayó de forma natural y además año tras año está perdiendo agua. Un pequeño terremoto, que a lo largo de la última década ha sido también de 7ª magnitud, puede provocar una fisura que abriría la fuga al agua urgente.
La rotura de la posible presa no es el único peligro. Sobre el lago hay una gran roca que no ha caído. Según los expertos, si el terremoto provocara una caída al agua, la roca provocaría una ola de 1-2 kilómetros cúbicos, superaría la presa y se dirigiría al cauce del río. Por lo tanto, produciría daños.
Los habitantes de Tajikistán también pueden tener un poco de optimismo si, según los expertos, tiene problemas y solución. Los expertos recomiendan la construcción de hoyos en los montes circundantes y la colocación de una tubería que permita llevar el agua lentamente a los valles circundantes. El refuerzo de la estructura de la presa por medios artificiales no ha sido anunciado ya que, con una longitud de 4 kilómetros y una altura de 500 metros, las consecuencias pueden ser peores una vez iniciados los movimientos.
Si bien el problema es de los habitantes de Tajikistán, en la solución será necesaria la participación internacional. Tajikistán no es capaz de afrontar el problema con sus recursos. Aunque no sea así, tampoco les vendría mal el apoyo del proyecto PRENLAB.
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