Catajineta común, cazador tropical
1993/08/01 Aihartza, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria
La familia de los biberridos es un heterogéneo grupo de carnívoros formado por 35 especies que habitan principalmente en África y el sur de Asia, y gracias a sus costumbres silenciosas y nocturnas, así como al clavo con un excelente camuflaje, su estilo de vida es bastante desconocido, a menos que nos tomemos en cuenta algunas observaciones realizadas en los laboratorios.
El único biberido del sudoeste europeo (y por tanto del País Vasco) es la catajineta común (Genetta genetta), que, al igual que el resto de especies que se agrupan en un mismo género, es un mamífero de tamaño medio con forma de felino. Su cuerpo es alargado y sus patas cortas, y sus largas cicatrices negras sobre un claro clavo gris forman una coloración totalmente críptica, imperceptible a la luz de la luna. Su cola aterciopelada y marcada por sus anillos oscuros, posee un llamativo adorno de la misma longitud que el vestido, que le ayuda tanto por ajustarse al modelo de coloración críptico (distorsionando la apariencia del cuerpo del animal) como por su valioso órgano de equilibrio que sube y baja las ramas de los árboles.
Cara larga, extremo afilado, orejas grandes, visión binocular... La intensa mirada del animal vestido con órganos de sentido estrictos refleja su carácter de presa. La presencia de uñas retráctiles afiladas como los gatos en los dedos nos da cuenta de su vida cazadora, pero a diferencia de los felinos, la katajineta tiene cinco dedos en cada pie.
Pero, ¿qué hacen las catajinetas, miembros de la familia tropical de los biberridos, al suroeste de Europa? Según algunos investigadores, estos animales entraron de la mano de los árabes. Otros autores destacan que la distribución europea de la catajineta es la correspondiente a la población natural, con los ejemplares del norte más pequeños que los del sur, por lo que las catajinetas europeas serían herederas de la antigua colonización natural. Estos animales se adentraron en la península Ibérica a través de la isla eterna, antes de la ampliación del estrecho de Gibraltar.
Katajineta es un rapidísimo y poderoso depredador que lleva una vida arborícola, y si tiene que bajar al suelo para conseguir una pieza no se avergüenza. Pero como ocurre en la mayoría de los carnívoros, la catajineta tampoco vive de la caza pura y su dieta es bastante variable a lo largo del año. En primavera y verano se dedica principalmente a la captura de aves paseriformes, que constituyen la mitad de su dieta. En otoño e invierno, por su parte, explota los frutos sin exceso de caza. Los roedores, por su parte, se alimentan durante todo el año, y se alimentan de lagartos, ranas, murciélagos y otras piezas de caza.
El día de trabajo de la katajineta comienza cuando oscurece y termina al amanecer. Durante el día se encuentra tranquilo en algún hueco troncal, cavidad del suelo o nido de ardilla y no se desplaza por él, salvo para el traslado de descanso.
Es un animal solitario que no necesita grandes territorios para vivir. En África, por ejemplo, viven 1-2 ejemplares en un km2, siendo el territorio propio de cada ejemplar de 0’25 km2. Aquí, sin embargo, las densidades son más bajas y según las observaciones realizadas en la península, cada grano tiene una superficie de 5 km2. No obstante, estos valores son bastante relativos en la práctica. Las hembras son mucho más lentas que los machos, que tienen mucha más movilidad.
Por otra parte, para reivindicar la propiedad del territorio, utilizan marcas de olores especiales, de gran importancia social, que permiten distinguir la identidad del animal, su parentesco, su sexo y su edad. Estas marcas de olor suelen ser orina, heces y secreciones de un órgano llamado glándula fetida. Las heces son estructuras largas y enrolladas formadas por pelos y plumas que siempre se dejan en los mismos lugares, es decir, en las zonas de excrementos. Son zonas en las que se concentra un montón de excrementos a lo largo del tiempo, lo que denota la presencia de este animal.
La catajineta es abundante en el País Vasco, a pesar de que su vida secreta la conoce poca gente. Desde el nivel del mar hasta las altas montañas, a 1.700 m de altitud en los Pirineos. En cuanto a su hábitat, por supuesto, le gusta el bosque, y se puede decir que es similar tanto en frondosas como en coníferas. Sin embargo, la katajineta no siempre ha sido tan común, y al igual que ocurre con otros animales, el hombre ha tenido también un enemigo fatal por su afición a la piel. En la actualidad la catajineta está protegida y no se puede cazar.
Por otra parte, este biberido presenta una fecundidad tal que se ha multiplicado rápidamente al protegerse. De hecho, en África las catajinetas pueden proliferar a lo largo de todo el año. En Europa, por su parte, se reproducen especialmente en abril y hacia septiembre, abarcando de 2 a 4 crías cada vez (y después de 70 días de gestación). En los recién nacidos las crías son ciegas y tienen una longitud de sólo 13-14 cm. Tardan 8 días en abrir los ojos, pero pronto saldrán fuera del agujero con ganas de conocer el nuevo mundo. La madre les alimentará dándoles un alto durante seis meses y hasta que cumplan el año vivirán con él o en su entorno, alcanzando su madurez sexual con el segundo año.
Ficha técnica KATAJINETA Especie: Genetta genettaFamilia: |
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