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Colores de las estrellas

2009/09/13 Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia

Si miras al cielo una noche limpia verás un montón de estrellas. Pero, ¿te has dado cuenta alguna vez de que cada estrella tiene su color? Tal vez, mirando al cielo, en la primera revisión verás a todas las estrellas del mismo color. Pero no es así.
Eneas

Las estrellas son puntos de luz en la oscuridad del espacio. Muchas veces, mirando a simple vista, la mayoría de las estrellas parecen blancas. Son de colores. Algunos rojos, otros azules y otros amarillos. Betelgeuse, la conocida estrella de la constelación de Orión, es roja. Vega, azul claro o blanquecino. Arturo, un gigante naranja. Nuestro Sol, como todos sabemos, es amarillo, etc.

Importancia del color

En la clasificación O, B, A, F, G, K, M, las estrellas se clasifican de mayor a menor temperatura.
Fmi

Además, si quieres saber algo sobre una estrella, la primera característica a analizar es el color, ya que nos informa de la temperatura de la estrella. Así, conociendo la temperatura, se puede saber qué está pasando dentro de la estrella, si es joven o viejo y muchas cosas más.

Las estrellas más calientes son azules y las más frías rojas. Entre ellos se encuentra una escala completa de colores: azul a blanco, blanco a amarillo, amarillo a naranja y naranja a rojo. Esta escala de colores se acompaña de una clasificación por letras. De hecho, los astrónomos decidieron expresar cada tipo de estrella con una letra, y inventaron una frase curiosa para recordarlas: Oh, be a fine girl, kiss me . Detrás de estas clasificaciones y letras se esconden los colores de las estrellas. En este sentido, las estrellas O y B son azules y las K y M rojas. Entre otros.

Imagen de la estrella Betelgeuse, levantada por el telescopio Hubble. (ANDÉN/ESA).

Probablemente, en el día a día, relacionaríamos el color rojo con el fuego y el calor, y el azul con los más fríos, como el hielo. Bueno, pues estamos muy lejos de la realidad. Sí, al menos, al hablar de las estrellas y su temperatura. En este caso, el color rojo es cálido y el azul muy caliente. Como ya se ha mencionado anteriormente, estos colores nos indican la temperatura superficial de las estrellas: las estrellas rojas son las de menor temperatura, aproximadamente 3.500 grados centígrados, mientras que las azules tienen una temperatura de unos 30.000 grados centígrados. El Sol es una estrella amarilla con una temperatura superficial de unos 6.000 grados. Pues aunque nos parezca sorprendente, nuestro Sol es una estrella bastante fría. Sin embargo, las principales reacciones se producen en el interior de una estrella, que siempre es mucho más caliente. La capa exterior de las estrellas, que suelen tener una temperatura interior muy alta, suele ser también caliente, por lo que emiten fotones de gran energía. Los fotones de alta energía son azules y los de menor energía son rojos.

Además de azules, rojos, amarillos… hay estrellas marrones y negras. Los marrones apenas tienen fuerzas para crear luz propia y no son ni estrellas ni planeta. Los negros son estrellas hipotéticas, nunca se han detectado, pero en teoría existen.

La luz emitida por una estrella depende, por tanto, de la temperatura superficial de la estrella. Es decir, la temperatura de la estrella marca el color de la estrella. Al contrario, mirando a una estrella y viendo cuál es su color, podemos deducir cuál es su temperatura. El análisis de la luz de las estrellas permite deducir más de lo que pensamos y es lo que hacen los astrofísicos. Entre otras cosas, proporcionan información sobre las propiedades de los objetos celestes analizando la luz que emiten.

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