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Querido espejo, dime qué como

2002/12/29 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Lo que comemos nos ayuda a estar sanos, pero además la alimentación también influye en el envejecimiento. Sin el milagro de rejuvenecer, algunos alimentos protegen la piel del paso del tiempo.

A la persona que tiene cierta edad no se le debe preguntar cuántos años tiene. Al parecer, en los países occidentales nos cuesta reconocer que nos envejecemos, aunque cada mañana el espejo nos muestra cambios. La propia piel es el principal denunciante de la edad, pero parece que, cuidando la alimentación, es posible engañar al espejo durante unos años, sino engañarse.

Estructura de la piel

La piel está formada por tres capas: de exterior a interior, epidermis, dermis e hipodermis, respectivamente. Las células superiores están muertas y la epidermis las sustituye constantemente con células nuevas jóvenes. Cada célula cutánea dura un mes o más hasta su sustitución y nosotros, al frotar o secar la piel, extraemos involuntariamente todas estas células muertas.

La dermis está adherida a la epidermis por medio de una superficie convexa y rugosa. Las arrugas están dispuestas en líneas curvas y son tan específicas como las huellas dactilares. Gracias a las arrugas, la piel de las manos y los pies no es resbalante y nosotros somos capaces de coger objetos pequeños y realizar movimientos finos. La dermis es sólida y elástica y contiene fibras nerviosas -receptores del tacto, del dolor, del frío y del calor-, folículos de los pelos, glándulas sudoríparas y glándulas grasas. En la parte superior de la dermis llegan a las células miles de capilares que transportan oxígeno y recogen residuos.

La piel es la primera barrera de defensa contra el medio. La capa que envuelve y sujeta todo el cuerpo, además de impermeable, actúa como barrera antibacteriana y nos protege contra los rayos solares nocivos. La vitamina D se genera en la piel y amortigua los golpes. Además, la piel ayuda a regular la temperatura corporal mediante la expulsión del sudor, la dilatación de los capilares y la aparición de sangre caliente.

Características de la piel envejecida

Pero, ¿qué pasa cuando la piel envejece? Con el paso del tiempo, las células superficiales se renuevan cada vez más lentamente, acumulando células muertas engrosan la epidermis, destruyen las fibras de colágeno de la dermis, reducen la hidratación y la gravedad atrae capas no rígidas hacia abajo. Es decir, en la piel se producen arrugas y se cae.

El Sol es el principal responsable del envejecimiento de la piel, estimándose que su efecto es de dos tercios. En concreto, los rayos UVA son los responsables del envejecimiento de la piel. De ahí que tengan más marcas de cara y de mano que del resto del cuerpo.

El cuerpo sabe corregir el daño del Sol, pero la reparación no es para siempre. El efecto del sol es acumulativo y por ello quedan marcas. Esto es un dato suficientemente significativo para utilizar una crema protectora contra los rayos solares. Por supuesto, el estilo de vida y la calidad de vida también influyen en el envejecimiento prematuro de la piel y parece que la alimentación tiene una gran influencia.

Alimentación como fuente de antioxidantes

Los expertos calculan que el 32% de las lesiones cutáneas se pueden explicar con hábitos alimenticios. La clave son los antioxidantes que tanto se ensalzan actualmente en los productos cosméticos.

¿Pero qué son los antioxidantes? Cuando una molécula de oxígeno reacciona con otro elemento se produce una reacción llamada oxidación. Esta reacción es un fenómeno natural e imprescindible, pero genera "residuos" que destruyen las células superficiales. El cuerpo tiene mecanismos de defensa contra estos 'residuos', pero los antioxidantes presentes en algunos alimentos refuerzan esta tendencia.

El área de investigación de moda es la de antioxidantes y, con todos los resultados, el palmarés de alimentos para reducir las arrugas se completa con facilidad. Los alimentos se dividen en diez grupos: lácteos, carne, pescado, cereales, leguminosas, hortalizas, frutos, grasas, azúcares y alcohol.

Los alimentos que más contribuyen al envejecimiento de la piel son: huevos, yogures, leguminosas, verduras (sobre todo hojas verdes como espinacas, berenjenas, cebolla, ajo, espárragos…) nueces, aceitunas, cerezas, uvas, melón, frutos secos, manzanas y peras, pan de cereales, jamón, té y agua.

Los frutos, las verduras y los tés son fuente de polifenol y los polifenoles son también importantes antioxidantes, más eficaces que las vitaminas C y E. También son antioxidantes el calcio, el fósforo, el magnesio, el hierro y los minerales de zinc.

Por el contrario, son poco antioxidantes las carnes rojas (sobre todo la charcutería), los azúcares (bebida dulce, pasteles y helados), los lácteos de patata y leche entera. El pescado tampoco es el alimento adecuado para evitar las arrugas debido a su alto contenido en ácido graso omega 3, que es un gran oxidante.

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