Investigadores graves en Francia

1994/12/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

• Giza zientziak

El Centre Nationale de la Recherche Scientifique (CNRS), en Francia, está inmerso en una mezcla de aguas. El CNRS es la mayor organización de investigación básica de Europa. El director recién nombrado, Sr. Guy Aubert, ha tomado la decisión de que este año sólo se gastará el 60% del dinero destinado a este fin. Esta noticia ha enfadado a los investigadores y les ha sacado a la calle.

El motivo de la protesta no es sólo esta restricción presupuestaria, sino que es la última de las malas noticias que han llegado a los investigadores en los últimos tiempos. Para muchos lo que está en duda es el futuro de la propia organización. En un documento no publicado se recomienda que los departamentos del CNRS se reduzcan de siete a cuatro y los laboratorios de 1.300 a 400. Algunos de los otros laboratorios pasarían a manos de la Universidad.

Precisamente este mismo año, en junio, los presupuestos de investigación (excepto alquileres) han sufrido una reducción del 8%. Es inaceptable que dos reducciones de este tipo se produzcan en el mismo año. Es más, para muchos institutos y laboratorios de investigación esta decisión puede generar una dura crisis financiera, ya que han gastado más del 60%.

El Instituto Jacques Monod de París ha gastado un 75% y sus responsables han pedido a Aubert que revise su decisión. Si la decisión de estos institutos (y otros) prosperase, todas las actividades quedarían suspendidas hasta final de año. Durante los últimos meses del año los investigadores tendrán que acudir a las bibliotecas para trabajar, ya que por ejemplo faltarán reactivos en sus laboratorios.

Pero no es una cuenta de dinero. Hay quien opina que estos cambios son sólo pioneros de otros que se quieren hacer en el futuro. El Gobierno no quiere una institución tan autónoma, sino laboratorios y centros de investigación que trabajen en las líneas prioritarias que él mismo ha establecido. De este modo, el objetivo final, una institución con miles de investigadores en nómina, se convertiría en una entidad que distribuye becas y ayudas en líneas concretas. En este sentido, las recomendaciones que se realizan en el citado documento argumentan que la efectividad y el dinamismo son la causa de estos cambios. Los representantes de los trabajadores, por el contrario, consideran que las razones de fondo son controlar el mundo de la investigación y ponerlo al servicio de los objetivos políticos y económicos.