Previsiones de gas por rotura hidráulica menos favorables
2014/12/03 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Según Nature, los cálculos de la Universidad de Texas son mucho más finos que los de la AEMA, entre otras cosas porque la superficie utilizada para realizar extrapolaciones es 20 veces menor que la de la AEMA. Y los resultados no son, en absoluto, tan esperanzadores como los de la AEMA. Por ejemplo, la Universidad de Texas ha estimado que sólo habrá la mitad del gas que la AEMA prevé para 2030.
La revista científica ha recordado que hasta la última década la extracción de gas no ha sido muy utilizada debido a la fractura hidráulica, ya que el precio del gas era demasiado caro. Sin embargo, a medida que se agotan los depósitos normales de gas, la industria energética ha tenido que recurrir al gas almacenado en los esquistos, lo que ha permitido mejorar la fractura hidráulica y abaratarlo. Así, en los últimos años, la fractura hidráulica ha adquirido gran fuerza en Estados Unidos y otros países han empezado a utilizar esta tecnología para extraer el gas que contienen.
Así las cosas, el gobierno estadounidense ha dado un gran impulso a la industria del gas y tiene una gran influencia en la economía del país. Sin embargo, conociendo los cálculos realizados por la Universidad de Texas, Nature teme que se corran las creencias y otros países, como Polonia, tienen el mismo riesgo.
Más allá de los cálculos
De la misma opinión es Javier Arostegi García, profesor del Departamento de Mineralogía y Petrología de la UPV. Según él, los datos están demostrando que las previsiones de la AEMA no son correctas: "Por ejemplo, la propia AEMA reconoció en 2012 que Marcellus es tres veces menor de lo que consideraban reserva del esquisto". De hecho, el esquisto Marcellus es el mayor depósito de gas de Estados Unidos, atravesando las tierras de Virginia Occidental, Pennsylvania y Nueva York, y el gas que sacan al día es suficiente para abastecer a la mitad de las plantas de combustible de todo el país. Pues ahora parece que se agotará antes de lo esperado.
Arostegi advierte que la indefinición de las previsiones europeas es aún más evidente. Prueba de ello es, por ejemplo, la completa eliminación de las reservas por parte de Noruega, que mostraron que los últimos datos no tenían gas. "En Francia, a pesar de sus expectativas iniciales, han llegado recientemente a la conclusión de que tienen poco gas aprovechable", ha añadido Arostegi. Y, como Natura, ha mencionado Polonia: "En un principio era el país con mejores previsiones en Europa, pero en dos años la AEMA ha reducido sus previsiones en un 20%".
Más allá de la precisión de los cálculos, Arostegi ha destacado la importancia económica y política de las previsiones: "Los gobiernos realizan inversiones y planes en base a estas previsiones. En consecuencia, quedan al margen las medidas de ahorro energético, pero creo que, viendo que los combustibles se están agotando, no tenemos más remedio que ahorrar energía y consumirla racionalmente". Además, Arostegi propone ir a políticas energéticas que sirvan para luchar contra el cambio climático.
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