El hambre agudiza el gusto
2004/04/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
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Han utilizado un grupo de voluntarios para la investigación. Después de casi un día sin comer, probaron soluciones de azúcar, sal y quinina a diferentes concentraciones. En concentraciones de azúcares y sales inferiores a las habituales se detectó un sabor dulce y salado. Sin embargo, el sabor amargo de la quinina no fue detectado en concentraciones inferiores a las saturadas.
Sin embargo, a pesar de estar saturados, se observan menores concentraciones de quinina, es decir, el sabor amargo es mucho más fácil de detectar que el salado y el dulce.
Lo que todavía no han aclarado los investigadores es en qué pasos influye el apetito: las papilas gustativas de la lengua a la hora de tomar el estímulo o el cerebro a la hora de interpretar la señal.
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