Coches sin conductor, un poco más cerca
2008/04/13 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia
¿Sin conductor? Pero, ¿cómo se sustituye el trabajo del conductor? Es decir, ¿qué necesitan los coches para ver, interpretar y decidir qué tienen que hacer? Pues necesitan la colaboración de un montón de herramientas: emisores de radar, láseres, sensores y cámaras estéreo para cumplir la función de los ojos. Lo visto lo recoge un software que combina información para obtener una imagen tridimensional de lo que rodea al coche. La imagen se actualiza constantemente para que el software esté permanentemente informado de lo que le rodea.
Por ejemplo, si un coche detecta un gran objeto en la carretera interpreta que se trata de un coche parado. Detiene y analiza la distancia entre el coche parado y el semáforo, la señal de stop o el cruce más cercano, ya que permite conocer por qué se ha detenido el coche anterior. Si no detecta una intersección o transcurre un tiempo sin que el coche se mueva, el coche decide que el que tiene delante está averiado o aparcado y avanza.
Coches, competidores fríos
La carrera consistía en un recorrido de unos cien kilómetros en un tiempo máximo de seis horas. A cada coche se le incluyó un mapa en el software indicando el punto de la ciudad por el que debía pasar. Así, de manera autónoma, los coches debían ser capaces de recorrer las calles, de respetar las normas de tráfico y, lo más difícil, de no chocar contra los objetos móviles que les rodean.
Para elegir el recorrido de la carrera, los vehículos combinaron primero el mapa, el punto de partida y los puntos de cruce obligatorios. A pesar de la elección de un recorrido concreto, en ocasiones tuvieron que adaptarse en función de las molestias encontradas. Además, hicieron que los coches pasaran por zonas fuera del mapa, para que sólo se sirvieran de sus sensores.
El concurso contó con la participación de once equipos formados por investigadores universitarios y por equipos de la industria de la robótica, automoción y defensa. El ganador fue un equipo formado por un equipo de la Universidad Carnegie Mellon y la empresa General Motors, que llevó dos millones de euros de premio de manos del Ministerio de Defensa de Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa, sin embargo, no quedó en manos vacías, sino que utilizará la maquinaria del coche vencedor para la fabricación de vehículos, para la recogida de heridos en zonas de guerra, suministro de tropas, misiones de reconocimiento, etc.
No se puede negar que para muchos investigadores de la robótica, diseñar un coche de estas características es un reto muy atractivo y competir con coches de similares características. Si no existiera este reto, no sabemos si se adelantaría tanto la robótica. Herramientas y recursos que inicialmente tuvieron un objetivo militar están, además, muy integrados en nuestra vida diaria como son los sistemas GPS.
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