Pobres alienígenas y arsénico
2011/01/10 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Parece que tienen poca imaginación. Utilizan a los alienígenas para todo: para avisar a los medios de que han encontrado otro exoplaneta, han encontrado agua en Marte o en la Luna, o han descubierto una atmósfera especial en otro planeta o en alguna luna, involucran a los alienígenas.
Esta vez no han jugado de forma diferente. De hecho, la NASA debía reivindicar que en la laguna Mono de California se ha identificado una bacteria muy especial y, como no podía ser de otra manera, ha sabido unir la noticia con los extraterrestres. La bacteria (una proteobacteria de la familia Halomonadaceae) apareció relacionada con la posibilidad de vida alienígena en los medios de comunicación, y pasados unos días se olvidaban tanto de la bacteria como de los posibles extraterrestres.
Pero los científicos no han olvidado la bacteria. Y es que, aunque al principio el descubrimiento parecía revolucionario, ahora muchos científicos se preguntan si es tan grande. Prueba de ello son los titulares de los dos artículos publicados en la web de la revista científica Nature sobre el tema. Así decía el primero: “Los microorganismos arsénicos-jeros pueden dar lugar a una redefinición de la química de la vida”. La segunda es totalmente descriptiva: “Respuesta tóxica del microorganismo”.
La vida se basa en elementos concretos como el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el azufre y el fósforo. Todas las moléculas de todos los seres vivos, desde las proteínas hasta los lípidos, están fabricadas con estos seis elementos, hasta el ADN. Sin embargo, los científicos de la NASA descubrieron que la bacteria del lago Mono puede sustituir el fósforo por arsénico. Esto pondría en cuestión, por tanto, lo que hasta entonces se consideraba bueno sobre la vida.
Las consecuencias del descubrimiento no son de todo tipo. Hay que tener en cuenta que para los seres vivos, al menos para los conocidos hasta ahora, el arsénico es tóxico. Para esta bacteria, sin embargo, no es tóxica y parece que la utiliza para formar las moléculas básicas de su organismo, incluido el ADN. Esto puso en cuestión la definición de la química de la vida, el origen de la vida, la evolución de los seres vivos... y abrió la puerta a las hipótesis sobre la vida extraterrestre. Si el arsénico no es tóxico para la bacteria del lago Mono, ¿no se pueden crear seres similares en otro lugar?
Sin embargo, las primeras dudas se han planteado antes de que las hipótesis tomen fuerza. “Es una gran historia de adaptación, pero no es ET”, señaló Gerald Joyce, bioquímico del prestigioso Instituto de Investigación Scripps de La Jolla.
Para Joyce y otros muchos, los datos mostrados por los descubridores de la bacteria del lago Mono son insuficientes para concluir que la bacteria utiliza arsénico. En su opinión, lo único que han demostrado es que el arsénico es capaz de vivir en su entorno. Es más, dentro de la bacteria hay estructuras similares a las vacuolas, que son las células las que almacenan los elementos tóxicos en vacuolas para que no les dañen.
Además, se ha preguntado a los de la NASA por qué no han utilizado la espectrometría de masas para analizar el ADN, ya que con ello es fácil ver si la bacteria ha introducido arsénico en su ADN. Sin embargo, la NASA no lo ha hecho, como si prefiera dejarlo sin resolver. No, no es de extrañar que la investigación suscite el recelo.
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