Efemérides
en diciembre de 2019 aparecieron en China los primeros casos de COVID-19. el 5 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la primera declaración sobre el nuevo virus causante de esta enfermedad. el 12 de enero de 2020, publicó la secuencia genética del virus y el 30 la consideró una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Para entonces, ya había algunos casos fuera de China, y la preocupación comenzó a extenderse e intensificarse. La confusión era tal que, el 3 de febrero de 2020, la revista Elhuyar dio las primeras explicaciones sobre el virus en su artículo titulado “Palabras clave de la emergencia por el coronavirus”. El virus se llamaba todavía Novel Coronavirus 2019, abreviado, 2019-nCoV. Las palabras clave del artículo eran el coronavirus, la zoonosis, la pandemia, la emergencia internacional, la mortalidad, el número R0, el antiviral. Sin querer, todos aprendimos perfectamente lo que era cada uno de ellos.
Un mes después, el 11 de marzo, la OMS declaró que la peste era una pandemia. Para entonces, el virus y la enfermedad ya tenían nombres definitivos: SARS-CoV-2 y COVID-19. Cuatro o cinco días después, los gobiernos español y francés establecieron una efeméride que nos afecta a todos: el confinamiento.
Han pasado cinco años desde entonces. Desgraciadamente, también aprendimos bien esa palabra, y surgió un gran debate y malestar social sobre las consecuencias de la medida. Otras medidas y palabras también propiciaron el debate: el beso, la distancia, los condicionantes sociales, los límites. Y aprendimos más palabras: PCR, variante, vacuna RNA, COVID permanente…
Algunas de esas palabras parecen quedarse atrás y otras siguen siendo de plena actualidad. Todavía hay preguntas sin contestar y nudos sin soltar. Y hay una palabra que es tan útil como antes para comprender la situación. Es una palabra supersticiosa. En una creencia, varias crisis se unen al mismo tiempo y, por la interacción que se establece entre ellas, las consecuencias se vuelven aún más graves. En esta ocasión, el nuevo virus se sumó a la crisis social y medioambiental ya existente. Para hacer frente al virus se produjeron vacunas, mientras que para las otras dos crisis no hay solución de laboratorio. Que sirvan para recordar y valorar lo aprendido por las efemérides.
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