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El futuro forestal en Euskal Herria

1998/10/01 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

En julio se celebró una mesa redonda titulada "El futuro de la selvicultura en Euskal Herria" dentro de los cursos de la UEU en Biarritz. A pesar del tiempo transcurrido desde entonces, el tema no ha sido desaprovechado, ya que tres meses en la situación del bosque de Euskal Herria no son capaces de cambiar nada. Como cada uno de los comensales se mantuvo, no se alcanzó el consenso, pero lo que allí se dijo puede servir para conocer cómo ven los diferentes sectores relacionados con el sector forestal. Cinco personas se dieron cita en Euskal Herria para hablar del futuro de la selvicultura. La mesa redonda partió de la pregunta general titulada ¿Cómo ve cada uno de vosotros el futuro del sector forestal vasco? Ingeniero de Montes y Operario de Silvicultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Tiene a su cargo las ayudas a propietarios particulares, cortas de madera, incendios y el bosque de Leitzaran. Ha sido presidente de EHNE en Gipuzkoa en los últimos 6-7 años. Es campesino y engorda terneros de carne. En bosques tiene unas 50 ha. Actualmente es responsable de una cooperativa de piensos. El alavés trabaja como guarda forestal en Leitza. Presidente de la Asociación Forestal de Bizkaia. Desde dicho cargo se trata de prestar asistencia técnica y formación a los propietarios forestales. De joven gestionó el bosque. Ahora se dedica a la hidrobiología y
aunque reconoce que tiene una cultura forestal baja, siempre le ha interesado el tema porque nunca ha olvidado su primer oficio.
B. Corcho

× Ismael Mondragon

"Según los datos de la C.A.E., en comparación con los de hace 24 años, se han incrementado 36.000 ha de bosques, con un total de 390.000 ha".

La planificación forestal vasca se llevó a cabo en 1994 y fija objetivos para los próximos 25 años. Por lo tanto, los que voy a dar a continuación serán las principales pinceladas de este plan.

El plan forestal ordena el territorio, señalando las zonas de explotación y las zonas de protección. Según el plan, sería conveniente que la administración comprase y protegiera más montes. En caso de no adquirirse, habría que conceder ayudas a los propietarios particulares para la correcta ejecución de las obras.

Hay que mejorar el tratamiento fiscal, porque los bosques demandan un beneficio ecológico y social que se utiliza en toda la sociedad. Las inversiones en bosques son a corto plazo, pequeñas y de alto riesgo, por lo que muchas veces no despiertan la atención de los inversores. Si se mejora el tratamiento fiscal, se puede exigir más responsabilidad a los particulares.

Hay que mejorar la tendencia medioambiental en la silvicultura, analizando qué daños se producen y cómo se pueden mejorar las cosas. Sabiendo que las propiedades de los particulares son pequeñas, convendría juntarlas para hacer una explotación más adecuada.

Al igual que en otros ámbitos de la vida, la planificación señala la conveniencia de impulsar la investigación. Se está realizando una mejora genética de las principales especies y es necesario continuar con ella, pero no sólo desde el punto de vista de la producción, sino también de cómo hacer frente a las enfermedades.

B. Corcho

Por otro lado, es necesario potenciar la seguridad y la profesionalidad de los trabajadores de la montaña, ya que el sector no está profesionalizado en absoluto. Hay muchos inmigrantes en la montaña, procedentes de Marruecos o de Portugal, y la mayoría están en mal estado.

La sensibilización también es fundamental. Acercar la actividad forestal a la ciudadanía desde la escuela. Se observa el medio ambiente, pero sin salir de la fauna y la vegetación, hay que tener en cuenta que el ser humano es parte del medio ambiente y que hay que fijarse en sus necesidades. Habría que realizar campañas para concienciar al público sobre el riesgo del fuego.

Por último, si hay que hablar del futuro, diría que hay que ver y comparar lo que ha habido antes. Según los datos de la Comunidad Autónoma del País Vasco, en comparación con los de hace 24 años, se ha producido un incremento de 36.000 ha, lo que supone un total de 390.000 ha. En 1972 estaba cubierta por un 66% de coníferas y un 34% de frondosas, frente al 56% y al 44%. Por otro lado, se ha reducido la superficie de la insignis en 12.000 ha, lo que ha generado preocupación por la falta de madera, etc. ha sido escuchada. El pinar se ha reducido más por debajo de los 200 metros y puede ser debido a la urbanización, y en algunos lugares, tras el derribo, no se ha replantado y las frondosas han surgido de forma natural.

× Balentin Gabilondo

"Veo claramente la necesidad de una condición y una planificación general.

Yo todavía no tengo 50 años, pero antes de decir cómo veo el futuro, también me gustaría retroceder diciendo que la plantación de coníferas comenzó hace aproximadamente 50 años. Los campesinos empezaron a plantar sin experiencia y como aventura, sobre todo con la insignis de pino. Nuestro bosque, sobre todo aquel bosque de hayas y brezos, y nuestra tierra de trigo, y el monte y pradera Euskal Herria se ha ido, al menos en apariencia y color, oscureciendo. No diré que eso es malo para nosotros, pero este cambio se ha producido en los últimos 50 años. A su lado y poco a poco se ha ido asentando una industria antigua y de transformación. La industria se ha desarrollado alrededor del bosque y es él quien tira de la selvicultura, ya que necesita madera.

Tal y como se ve en Hego Euskal Herria, el bosque tiene su lógica y no es casualidad que aquellos montes limpios que existían hoy en día sean bosques. Gipuzkoa y Bizkaia son comarcas de agricultura de montaña, muy montañosas, y su carácter montañoso dificulta el trabajo ganadero y agrícola. A su lado se encuentran los pueblos de Hego Euskal Herria, pequeños pueblos, pero industriales, lo que ha llevado a los agricultores a trabajar en la industria y a ser un país empinado se ha cultivado cada vez más. Las diversas variedades introducidas, sobre todo el pino insignis, han dado una buena producción, lo que nos sitúa en un pueblo montañoso con muchos bosques. Hay que reconocer el papel del bosque y reconocer el beneficio del bosque, que tiene muchas cosas buenas para la naturaleza y la sociedad.

IXI

¿Una adecuada política forestal de cara al futuro? Veo claramente la necesidad de una condición y una planificación general. Yo soy campesino, vivo en el monte, tengo bosques, también tengo prados, y como yo veo igual en mi barrio, en mi entorno, en el pueblo y en las provincias vecinas. Hoy en día cualquier persona lo cultiva en las praderas, cualquier persona lo está plantando o transformando bosques que eran pinares, cada uno lo hace más o menos lo que quiere. Tanto los Ayuntamientos, con su competencia, como las Diputaciones diría que tienen que hacer una planificación general. Lo que no se puede es meter pino en cualquier prado llano, a dos kilómetros se ve transformando el bosque en cualquier cuesta… igual estoy hablando de casos extremos, pero es una realidad, y viceversa, en terrenos mucho más apropiados para el bosque se ve que la gente está jugando con las vacas y el tractor. La planificación es imprescindible.

Diversificación. Se ha impulsado en los últimos años, no sólo se cultiva el pino insignis, sino que desde cierta altitud se ven abetos o laricios. Esta diversificación también es necesaria dentro de la planificación. Modelos de pistas, impuestos, etc. se han mencionado y deben ser tenidos en cuenta en la planificación.

IXI

Es importante también establecer qué tipo de bosques queremos. Creo que en relación a la diversificación, los abetos son más adecuados que la insignis en muchos lugares, en otros es más apropiado que el abeto insignis, también los autóctonos, y dentro de las frondosas necesitamos todo tipo de plantas. Muchas veces recurrimos a la más sencilla y decimos: Que la administración sea la que viste frondosas los bosques de la zona para que los ayuntamientos los introduzcan. Al no estar orientada al beneficio económico, puede ser la propia Administración la que inicie la introducción de frondosas, pero también hay que ayudar a los agricultores mediante compensaciones a los poseedores de frondosas. Tendríamos que hacer un bosque equilibrado, pero sobre todo necesitamos frondosas, de bosques que culturalmente han existido en nuestra historia. Y esto lo relacionaría con las investigaciones que antes se mencionaban.

También se han mencionado los incendios y son muy importantes. En los últimos 7-8 años hemos tenido suerte, pero en 1988-89 fueron terribles. Otra vez hay que mencionar que el País Vasco es montañoso e industrial, los montes están atravesados por cables, el clima es diferente… y dentro de la política forestal de cara al futuro, los cortafuegos son muy importantes, ya que pueden causar enormes daños. Y la sensibilización social es muy importante, para los agricultores, para los propietarios forestales, para todos. La sociedad es consciente de lo que hay en el monte, de lo que hacen los agricultores, pero hay una enorme falta de sensibilización sobre la importancia de este papel. Asociaciones de agricultores, sindicatos, administración e instituciones públicas tienen mucho que hacer en este ámbito.

× Pako Zufiaur

"La diversificación en el monte es escasa y reducida."

Sólo un par de ideas. ¿Cómo veo el futuro? Si no es negro, al menos difícil. ¿Por qué? Balentin ha afirmado que estamos empezando a diversificarse, pero creo que la diversificación en el monte es escasa y baja. Aquí se plantea la insinis o el haya, y poco más, que son los que existen en el mercado y sobre todo la insignis. Nadie sabe qué le sucederá dentro de 5 años. Lo que ocurrió hace 7-8 años puede ocurrir, que el mercado baje, que los propietarios ganen poco y que algunas empresas vayan a picota.

Creo que antes de eso hay que diversificarlo. Hace 40 años, algunos sin experiencia y asumiendo el riesgo, empezaron a introducir la insignis por completo. A partir de ahora por diversificar el mercado no vamos a hacer ningún pecado, más teniendo en cuenta que nuestro modo de vida no está sobre esos árboles. La actividad forestal es sólo una parte de la renta de los baserritarras. Por lo tanto, yo planteo tener una renta igual o superior al cultivo del bosque de otra manera. Me gustaría preguntar: Si en 30-35 o 40 años pudiéramos sacar la misma renta con especies autóctonas, ¿descartaríamos la insinis y otras especies?

Y en ese sentido quiero decir que todos, ingenieros de montes, políticos, trabajadores de la montaña… normalmente nos limitamos, siempre decimos qué hayedo, 1.000 ha, 100 años… A ver si podemos salir de ahí y vemos que hay cosas diferentes

utilizar otras especies, autóctonas y foráneas, diversificadas y conservadas con producción

× Josu Azparte

"En Euskal Herria es necesario profesionalizar el sector forestal, ya que hasta ahora se ha trabajado sin modelo."

Tengo que destacar dos o tres cosas. Por un lado, todos los bosques tienen tres funciones principales: la económica, la imprescindible; la social, desde el momento en que ha existido el uso forestal y la función protectora. Estas tres funciones deberían estar presentes en todos los bosques, dando prioridad a una u otra, pero manteniendo las tres. Esta compatibilidad es obligatoria, pero en algunos casos habrá que reforzar una u otra parte.

En el conjunto de Euskal Herria se observa una situación bastante equilibrada, mientras que en Bizkaia y Gipuzkoa las coníferas tienen un mayor peso, en Álava, Navarra e Iparralde la situación es más equilibrada. Desde el punto de vista de Gipuzkoa y Bizkaia, creo que estaremos de acuerdo en la necesidad de mantener y mejorar los espacios con vegetación autóctona. Algunos bosques públicos, de interés naturalístico, deberían adecuarse a la vegetación autóctona y ser elaborados por la propia Administración a demanda de la propia sociedad. Y en los bosques particulares a proteger habría que fomentar la protección, pero con ayudas.

Por otro lado, creo que en algunos bosques que pueden soportar la silvicultura intensiva es necesario seguir como ahora. El primer principio debería durar. En Euskal Herria es necesario profesionalizar el sector forestal, ya que hasta ahora se ha trabajado sin modelo. Dado que estas tierras son de producción, hay que tender a aumentar la producción, sin aumentar la superficie, a obtener una mayor producción mejorando el trabajo: mejora genética, cuidado de la salud forestal y utilización de técnicas avanzadas. Creo que hay que hacer defensa de la madera como materia prima y como materia prima respetuosa con la naturaleza, renovable y poco contaminante. Una correcta ejecución del trabajo contribuirá a preservar la naturaleza.

× Jacques Kazabon

"Tenemos que sensibilizar a la gente... para decir que el futuro se ve oscuro y que corremos el riesgo de perder nuestro enorme tesoro."

La situación en Iparralde es muy diferente en la actualidad. Hay esos grandes bosques de alta montaña, hermosos y bien gestionados, y luego hay montañas vacías y vacías, muchísimo. A principios de este siglo, en las montañas altas había más bosques que ahora. En Baja Navarra y Zuberoa siempre han sido grandes bosques, bien gestionados; en Laburdi hay selvas municipales, que en su día eran hermosas, pero que se han reducido drásticamente. Y luego los particulares. A principios de este siglo había 40.000 hectáreas de particulares, pero las plagas desnudaron las montañas. No se ha hecho nada después de esas plagas, ni siquiera se ha hecho un estudio para ver si se podía cultivar otra cosa. Hemos llegado poco a poco, con 15.000 ha.

El campesino del Norte no ha tenido la oportunidad que ha tenido el del Sur, porque no ha venido aquí ninguna industria. No hemos tenido esa suerte, el campesino se ha enganchado a su tierra en otra forma y Euskal Herria se ha vaciado, bajando el número de agricultores a la mitad. En un momento dado se fabricaba la policultura (trigo, maíz, nabo, queso, leche, ganado, ovejas...) y, como no podía ser de otra manera, se ha iniciado el cultivo. El agricultor cuenta con una gran ayuda institucional, prima por cabeza, la mitad de los beneficios provienen actualmente de Europa. Los primarios incrementan el número de animales, talas, roturaciones y prados.

El agricultor vive sobre una pierna si se reducen las ayudas ¡listo! No hay sensibilidad a favor del árbol, lo consideran un enemigo porque no tenemos cultura y tenemos que vivir. Los antiguos agricultores introducían los árboles y sabían que no estaban para ellos. Eso se ha perdido. ¿Qué pasará? No sé, yo también veo el futuro oscuro en ese sentido, y prefiero verlo así, porque si tenemos muchos bosques, seguramente aquí no tendremos seres humanos.

Creo que en todos los caseríos hay tierras, tanto para el ganado como para los bosques, barrancos, escarpes, etc. No se pueden hacer bosques de gran extensión, y estoy en contra, porque no lo veo como una rentabilidad. El vacío en este sentido es la conservación de la naturaleza, ya que en los terrenos de particulares y de los ayuntamientos sí hay espacio para la introducción de árboles, aquí un par de hayas, ahí uno, en otro lugar tres… Tenemos que sensibilizar a la gente… para decir que el futuro se ve oscuro y que corremos el riesgo de perder nuestro enorme tesoro.

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