La risa no es cosa de bromas
2001/12/30 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Según los científicos, la forma de reír también depende del sexo de la persona: los hombres emiten más ufas y tenazas, mientras que la risa femenina es más cantante. Sin embargo, el tono que se utiliza al reír es mucho más alto que el del habla.
Los investigadores han medido la frecuencia fundamental y han comprobado que la frecuencia de la risa femenina es el doble de la del habla, aproximadamente 2000 Hz. En el caso de los hombres, aunque el tono de habla es inferior al de las mujeres, la frecuencia de su risa es 2,5 más y alcanza los 1000 Hz.
Al margen de las mediciones acústicas, en el entorno de la risa hay muchos aspectos sin resolver. Por ejemplo, se puede llegar a la carcajada con agentes muy diferentes, lo que provoca un debate sobre el origen de la risa. ¿Qué es la risa? ¿Respuesta mecánica o fisiológica al excitar determinados nervios? ¿O el resultado de una actividad psicológica que genera emociones internas?
Las cosquillas pueden tomarse en serio
Los kilimak son un claro ejemplo de la teoría de la respuesta mecánica. Aunque parezca lo contrario, las cosquillas deben tomarse en serio, ya que no se entiende fácilmente que mientras unos se ríen sean insostenibles para otros. Pueden ser tan desagradables que en la Edad Media usaban la tortura como método. En el otro extremo, sin embargo, se encuentra la imagen del padre que hace que el niño prenda de reír.
Aristóteles pareció un tema bastante profundo y serio y reflexionó sobre ellos. El famoso filósofo se dio cuenta de que las cosquillas son más efectivas cuando se hacen por casualidad, por eso es tan difícil que cada uno se haga cosquillas. Siglos después, Bacon y Darwin también escribieron sobre este tema y el XIX. En el siglo XX unos psicólogos hicieron la clasificación de cosquillas. Recientemente, un investigador de la Universidad de California señaló que la parte del cuerpo más sensible al cosquillas es la axila. Le siguen la cintura, las costillas, los pies y las rodillas, respectivamente.
Varios psicólogos afirman que Kilim tiene una gran importancia en la evolución. Aparentemente, las partes del cuerpo que se ponen de manifiesto durante la lucha son a la vez las más sensibles al cosquillas. En consecuencia, a través de los movimientos de protección que realizan al levantar las cosquillas, los niños se preparan para la lucha.
Otros estudios tratan de aclarar el aspecto psicológico de la risa. Siempre se ha creído que ante la misma situación se ríe más si se está en el ambiente adecuado. De alguna manera, antes se "calienta" o se prepara y el mismo chiste hace más gracia que en ambiente neutro. Por lo tanto, con ganas de broma, se pensaba que la reacción con los grillos también sería mayor. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que el calentamiento no influye en la reacción frente al kilómetro. A esta conclusión han llegado, al menos, los autores del estudio. En su experimento utilizaron dos grupos de estudiantes: a un grupo le hicieron ver películas cómicas antes de hacer las cosquillas, pero no les hicieron más gracia que a otros.
¡Pocas bromas con las neuronas!
Uno de los aspectos que más sorprende a los investigadores es que se produzca una misma respuesta por parte de agentes tan diversos como escuchar un chiste o una broma humorística, tropezar con los colaterales, quedar al descubierto, levantar grillos, etc.
Son muchas las teorías que explican qué provoca la risa, de las cuales cuatro son las más conocidas: la teoría de la superioridad (impartida por Hobbes), la de la incongruencia (Kant y Schopenhauer), la de la catarsis (Freud) y la del juego (Mulkay). Según la primera, situaciones que ponen a alguien por encima del prójimo hacen reír, por ejemplo, cuando el lateral mete la pierna. En cambio, la teoría de la incongruencia nos da risa de lo absurdo y lo contradictorio. La teoría de la catarsis dice que sirve para liberar las tensiones acumuladas por la risa; y que lo de juego provoca cualquier cosa si se toma la risa en broma.
En la actualidad estas teorías son consideradas como explicaciones parciales. Por ello, con el fin de desentrañar el misterio de la risa, muchos científicos han recurrido al núcleo y han investigado la actividad del cerebro. Según algunos investigadores de la Universidad de California, la zona de control del humor está en la circunvolución frontal ascendente del cerebro. Para demostrarlo, a una joven de 16 años se le excitó este campo: cuando el estímulo era suave, la niña sonríe, y al aumentar la intensidad del estímulo se volvía risa. Han estudiado las hormonas que fluyen en otros muchos estudios, las relaciones entre neuronas y los productos químicos que se liberan, pero muchos aspectos todavía están por resolver.
De todas formas, aunque no sepamos cómo ni por qué, es seguro que reír es beneficioso; es más, según algunos médicos, un método barato y eficaz para combatir las enfermedades. Así que si has pasado más de cien años de vida sana y alegre, ríe las tripas hasta que explote
Publicado en 7k.
Gai honi buruzko eduki gehiago
Elhuyarrek garatutako teknologia