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Los árboles controlan la temperatura de las hojas, pero ¿cuánto?

2008/06/12 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

Un artículo publicado en la revista Nature ha generado polémica. En este artículo, un equipo de la Universidad de Pennsylvania ha propuesto que los árboles son capaces de controlar con precisión la temperatura de las hojas. Según ellos, el hecho de que sea invierno o verano y esté al norte o al sur, consigue que la temperatura de las hojas no se aleje de los 21ºC. La temperatura de las hojas permanezca casi

constante puede ser importante para el árbol desde el punto de vista de la fotosíntesis, ya que es un proceso muy sensible a la temperatura. 21 ºC es la temperatura adecuada para realizar la fotosíntesis. Si se enfría ligeramente, a pesar de que son pocos grados, las proteínas que intervienen en la fotosíntesis se amortiguan y se ralentiza la reacción química que provocan; si se calienta ligeramente, la membrana de las células de la hoja se distorsiona y retiene las proteínas de la fotosíntesis. Así pues, controlando la temperatura de las hojas, el árbol consigue unas condiciones perfectas para realizar la fotosíntesis. La

química de los árboles no es como el animal más grande, no pueden controlar la temperatura mediante reacciones químicas. Pero utilizan otros sistemas. Pueden cambiar el ángulo de las hojas para que reciban más o menos calor del Sol. Además, los abetos y muchos árboles del norte acumulan sus hojas entre sí para formar capas de aire que les protegen del frío. Por otra parte, los estomas de las hojas también pueden

controlar la temperatura de la hoja abierto y cerrado. Según las mediciones del equipo de Pennsylvania, el control es muy preciso. Otros investigadores han criticado el sistema de medida. El equipo de

Pensylvania ha estudiado los átomos de oxígeno del tronco del árbol, concretamente la

proporción entre dos isótopos del oxígeno (16 de oxígeno y 18 de oxígeno). En el aire, esta proporción varía con la temperatura y la humedad. Por ello, con el dato de un momento y lugar determinado, se puede comparar con la proporción de isótopos acumulados por el árbol en el tronco. En caso de existir diferencias se considera que se debe a la temperatura natural de las hojas, de donde se puede calcular la temperatura en ese momento. Así ha medido el grupo de Pennsylvania

la temperatura de las hojas, pero los resultados de estas mediciones no coinciden con los realizados hace tiempo y con métodos más correctos. Por ejemplo, la colocación de termopares en las hojas ha permitido a algunos investigadores medir temperaturas muy variables en las hojas. También el córner alemán, investigador que midió la influencia de las capas de aire entre las hojas, ha criticado el método de medida, ya que los árboles no crecen en todo momento y, por tanto, no acumulan el oxígeno en el tronco.

Foto: Morguefile

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