Menos ruido en cines
2000/07/25 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
El que acude al cine, entre otras cosas, debe sufrir el ataque de la publicidad. Cuando terminan los anuncios habituales, nos hacen ver los trailers de las películas que se estrenarán en breve. En general, estos anticipos se proyectan con un volumen espectacular. De esta forma se recibe la atención del espectador y en muchos casos se indica la visibilidad que no tendrá la película. El público, sin embargo, no le gusta nada el ruido. El número de quejas ha aumentado considerablemente.
Moderno y ruidoso
En la década de los setenta Dolby Laboratories mejoró su sistema de reducción de ruido. A través de ella tuvo la oportunidad de utilizar el sonido estereofónico. Por ejemplo, las bandas sonoras de las películas Star Wars (Guerra de las Estrellas) y Close Encounters of the Third Kind (Encuentros en la tercera fase) se escucharon en voz alta en las salas de la época.
A partir de ahí, Dolby ha desarrollado sistemas de sonido digitales para poder emitir películas con un volumen aún más alto. Ante la queja del público (o mejor dicho, del público), los técnicos de cine empezaron a bajar el volumen. En consecuencia, los anticipos no estaban dispuestos a hacerlo de esta manera. Las frecuencias medias del sonido perdían intensidad junto a las altas y bajas frecuencias. Por lo tanto, en los trailers las voces de los actores no se oían bien con los efectos musicales y sonoros. Aumentan las quejas del público. Los técnicos que realizan mezclas sonoras también tienen que utilizar tapones para los oídos.
Los de Dolby han analizado el sonido de las películas e identificado lo que el oído del público ofende. Cada vez hay más sonidos más largos, cada vez más ruidosos para el público. Cuando se oye un solo tiro en uno se consigue el efecto deseado, pero todo un tiro resulta incómodo.
En algunos talleres existe un medidor de ruidos largos, pero no se pueden utilizar para los adelantos, ya que su duración es de unos minutos. Además, el espectro sonoro de las fábricas es muy diferente al del del cine. Por ello, Dolby ha desarrollado un dispositivo para medir de forma conjunta todos los canales utilizados en el cine. Explora sobre todo el tramo entre 2 y 6 kilohercios, ya que son los que presentan mayores problemas.
Idea de difusión rápida
Dolby vende el medidor a 550 dólares. Ya todos los estudios de Hollywood y las doce compañías de cine han comprado y han definido una medida estándar para el ruido. Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza, Austria, Portugal, Reino Unido y Sudáfrica ya han reducido el volumen de anticipos. Se espera descender a finales de este año en Dinamarca, Italia, España, Francia, Australia, Hungría, Polonia e Islandia.
Sin embargo, en opinión del experto de la British Kinematograph Sound and Television Society, Jim Slater, la reducción de volumen provocará una sorpresa. «Si los técnicos de los cines no rebajan el volumen de los trailers, las películas se emitirán en un gran volumen. Esto no será del agrado de todos». ¿Tenemos que acabar con las sordas?
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