Ayuda a los buceadores
2001/01/25 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
Salvo los tiburones, el mayor riesgo que corren los buceadores radica en el cambio de presión. Al salir demasiado rápido de la profundidad del mar, la presión disminuye y se forman burbujas de aire en la sangre. En función de la cantita de aire, los efectos pueden ser muy variados, como lloros superficiales, parálisis o muerte. Se llama mal de descompresión.
En Escocia se ha desarrollado un dispositivo que estudia el gas de sangre. A través de este pequeño medidor, que el buceador puede llevar en la muñeca, puede saber cuándo está emergiendo demasiado rápido. Hasta ahora, la única forma de detectar problemas de descompresión era mediante un sistema de ultrasonidos que se debe utilizar desde la superficie del agua. Para poner en marcha este sistema es imprescindible calibrar los ultrasonidos con muestras sanguíneas anteriores a la inmersión del submarino. Estos sistemas de referencia presentan problemas de precisión.
El medidor de la muñeca ha sido desarrollado por el científico Bobby Forbes de la Universidad Hilt-Watt en las islas Orkney. Detecta burbujas de aire mediante ultrasonidos pero sin necesidad de calibración previa. Además, el dispositivo registra la actividad del submarino de forma continua.
Según el autor, el caso de la descompresión puede ser muy reducido y además puede servir para la formación de buceadores experimentados.
Publicado en el periódico
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