En Urdaibai a la espera de ver cigüeñas a la vuelta
2009/04/01 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Infraestructura de recogida de cigüeñas
El primer trabajo del proyecto fue la construcción de un txoritegi de talla para cigüeñas. El centro de Atxaga fue construido en un terreno de dominio público marítimo. La obra fue financiada por la Diputación Foral de Bizkaia y el Ministerio de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Kortezubi autorizaron la construcción de un centro en la citada parcela.
La chorizada tiene unos cien metros cuadrados, es bastante grande para que las aves desarrollen sus músculos, dispone de zonas de reposo y de la fuente de agua necesaria para limpiarlos.
Las cigüeñas para llenar el txoritegi han sido traídas a Urdaibai desde diversos centros de recuperación de animales silvestres. La mayoría son aves recogidas en el centro de Vallcaliente, en Lleida, por la destrucción de su nido, por la muerte de sus padres, por la caída del nido mientras estudiaban volar, o por cualquier otra razón que el público haya llevado a este centro.
En general han traído cigüeñas jóvenes. Aitor Galarza, responsable del proyecto Ciconia, nos explica por qué lo han hecho: "las cigüeñas son muy filopátricas, es decir, a pesar de que durante la migración se pueden alejar miles de kilómetros de su país de origen, tienden a volver a su lugar de origen. Y esta filopatría se fija cuando están en el nido. Sin embargo, mientras son jóvenes se puede cambiar el área que consideran como su lugar de nacimiento". De esta manera consiguen que al final de la migración las cigüeñas tengan la tendencia de regresar a Urdaibai y no volver a su verdadero lugar de nacimiento. "Para conseguirlo es imprescindible que la cigüeña invierta al menos dos inviernos en el nuevo emplazamiento", ha dicho Galarza.
En 2005 se procedió a la suelta de las primeras cigüeñas que habían permanecido en el centro de reintroducción en Urdaibai. En 2003 se produjo la "cría" y posteriormente, en 2007 y 2008, se procedió a la liberación de una nueva generación. Por supuesto, otros dos en Urdaibai dieron el tiempo necesario para adaptarse.
¿Después de la liberación, qué?
En total han liberado 38 cigüeñas. Como decía Galarza, "todavía es demasiado pronto para llegar a las conclusiones generales, pero ya hemos visto en tres ocasiones lo que ha sucedido con las cigüeñas liberadas y podemos citar algunos borradores de tendencias".
Por ejemplo, han visto que aproximadamente la mitad de las cigüeñas murieron en los primeros meses desde su liberación y que el 80% murieron en la primera semana. Catorce de ellos murieron a menos de tres kilómetros del centro.
¿Por qué murieron? Galarza nos cuenta que siete de los fallecidos en los alrededores del centro murieron golpeando algún elemento de la red eléctrica, atrapados por cuatro trenes, uno ahogado, otro intoxicado y el último asesinado a tiros.
A la vista de ello, se puede decir que al pasar el cautiverio comienza el verdadero reto para las cigüeñas, y es entonces cuando comienza la "competición" de cada día. Las cigüeñas fueron liberadas en primavera, época en la que se reproducen. De hecho, estas aves migratorias pasan primavera-verano en nuestro entorno (en toda Europa en general), se reproducen aquí y a finales de verano se dirigen a las regiones subsaharianas para pasar el invierno en África tropical.
Cuando fueron liberadas, las cigüeñas tenían unos dos años y normalmente comienzan a reproducirse a los tres o cuatro años. Por lo tanto, a pesar de ser liberados en primavera, recién liberados no empezaron a buscar pareja, nidificar, etc. Galarza nos ha explicado que, sin embargo, veían conveniente liberarse en aquella época porque "estuvieron en un entorno liberado, aunque no proliferaran. Y es que así había más posibilidades de volver al año que viene".
Una vez liberados, las cigüeñas, respondiendo a las órdenes de su intuición, abandonaron Urdaibai. En la Fundación Urdaibai estuvieron a la espera de su regreso en la próxima primavera. De todos los liberados, sólo dos de la primera cría aparecieron en Urdaibai. Esto fue en 2006. Uno de los dos retornados, un macho, se reunió en 2006 con una hembra que no estuvo en el centro de Urdaibai y se nidificó. Parecía que habían puesto huevos y que iban a tener bebés, pero esto no ocurrió.
Al año siguiente, en 2007, la pareja del año anterior volvió a aparecer en Urdaibai en época de cría, y entonces sí tuvieron dos cigüeñas. Y en 2008 volvieron a reunirse y tuvieron otros dos hijos. Fueron los primeros cigüeñas nacidos en Urdaibai en los últimos cien años.
El resto de cigüeñas no han regresado a Urdaibai, pero en la fundación saben, por ejemplo, que las cinco cigüeñas liberadas en el proyecto no se han alejado demasiado de Urdaibai para reproducirse: han descubierto que dos se han reproducido en Amorebieta, una en Salburua y otras dos en Cantabria. También saben que dos cigüeñas liberadas llegaron a Arratia, donde han quedado desde entonces, que no han migrado.
Las cigüeñas a veces toman estas decisiones y pasan todo el año donde se reproducen. Eso, sin embargo, "no sólo se da en las cigüeñas que estuvieron en cautividad, sino que también se observa en las cigüeñas "naturales" de vez en cuando", afirma Galarza.
Fomentar la participación
Dado que las cigüeñas generan simpatía a la ciudadanía, con la excusa de las cigüeñas se ha tratado de incrementar la conciencia de conservacionismo entre la población de la zona. Para ello se han organizado diversas actividades: charlas en escuelas cercanas, participación de escolares en todas las actividades del proyecto, Fiestas de Cigüeñas en los tiempos de liberación del centro, etc.
En realidad, la cigüeña no es en sí misma un ave de gran importancia ecológica, no es un animal sensible con determinadas necesidades, no es un bioindicador del estado ecológico de un determinado medio… pero es una ave emblemática. Es grande y tiene una apariencia especial, por lo que es fácilmente separable y, además, vive alrededor del ser humano: nidifican en campanarios, chimeneas de las casas y árboles más altos de los parques. La gente en general los contempla. Y sólo eso le ha abierto las puertas para recibir ayuda.
Asimismo, a través del proyecto de cigüeñas han podido dar a conocer la actividad de la Fundación Urdaibai. Por un lado, los medios de comunicación de la zona han mostrado mucho más interés por este proyecto que por otros de mayor importancia desde el punto de vista ecológico, como son los proyectos de restauración y conservación del bosque autóctono.
Por otro lado, han reforzado las relaciones con varios ayuntamientos de Urdaibai y han conseguido financiar otros programas de conservación. Entre otros, han podido poner en marcha proyectos que tienen como objetivo la recuperación de la marisma de Urdaibai.
En cuanto a las cigüeñas, no tienen intención de traer más cigüeñas, se da por finalizado el programa de reintroducción. Pero seguirán haciendo seguimiento y seguirán viendo si el esfuerzo realizado para introducir cigüeñas en Urdaibai da sus frutos.
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