Sistema que imita la sensibilidad de los dedos

2013/05/03 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

• Teknologia
• Anatomia/Fisiologia

Un equipo de físicos del Georgia Institute of Technology de Estados Unidos ha desarrollado un material que simula la sensibilidad de la piel humana. El material separa la presión de contacto en función de la presión que ejerza en el momento del contacto, que es la que modifica las características eléctricas con gran precisión. Los dedos de una mano robótica podrán ajustar la fuerza necesaria al coger un objeto en función de la sensibilidad artificial del material. La idea no es nueva, pero sí el sistema. La sensibilidad de los dedos naturales es elevada, ya que al tocarse cambian las características eléctricas de la piel, principio que ha sido habitual en la robótica. La clave está en descubrir qué características eléctricas aportan una gran precisión en la medida de la presión.Hasta ahora los sistemas no han tenido mucho éxito porque se han basado en la resistividad del material. Dependiendo de la presión que esté realizando el material, la resistencia a una corriente eléctrica varía, por lo que la presión puede ajustarse mediante la medida de este parámetro en función de las necesidades. Era una buena idea, pero en la práctica ofrece resultados muy poco detallados. La solución del Georgia Institute of Technology consiste en crear una red de transistores piezoeléctricos. Una corriente eléctrica por presión controla la corriente de salida de cada transistor. Es decir, la presión en esa posición concreta de cada transistor modula la corriente eléctrica. Los físicos han fabricado una red de 8.400 transistores en superficie artificial, cada uno con 1.500 nanohilos, y con esta estructura han conseguido una superficie artificial con 8.400 taxeles –tactile pixeles-. La resolución táctil es de 20-50 micrómetros, es decir, cientos de veces la que tiene el sistema resistivo. Con estos medios, la superficie puede separar la presión de 10 kPa, que ejerce el dedo al pulsar el teclado de un ordenador. No es tan sensible como el dedo natural, pero el avance es muy grande.