Fiebre aftosa
2001/03/08 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Lo que en febrero apareció como un único caso en una hacienda británica, se está convirtiendo en un problema cada vez más grave en este país. Como consecuencia, el resto de países también han tenido que tomar medidas para que la fiebre aftosa no se convierta en una epidemia en toda Europa.
¿Qué es la fiebre aftosa?
La fiebre aftosa está causada por un virus del género Aphthovirus que afecta a los animales que tienen la apatxa dividida en dos partes: bovino, oveja, cabra, cerdo y rumiantes salvajes.
Los síntomas más significativos de la enfermedad son los que se denominan fiebre o aumento de la temperatura corporal y aftas o vesículas. Estas vesículas aparecen en las mucosas bucales y nasales, incluso entre las pezuñas. Por eso, en algunos lugares se le llama pato, pato o hankamin, entre otros nombres. En otros lugares se llama también navarrería y así se llama también a otra enfermedad humana. Aunque ambos presentan síntomas similares, no es la misma enfermedad. Los nombres, las dos enfermedades son producidas por diferentes virus y la fiebre aftosa no afecta a los seres humanos.
Es una enfermedad grave en el ganado. En adultos la tasa de mortalidad es baja (5%), pero en jóvenes es superior al 50% y normalmente mueren por un ataque al corazón. Además, entre los supervivientes también genera problemas para siempre. Por ejemplo, en las bovinas se reduce la producción lechera, se pierde peso y se producen abortos. Las ovejas y cabras lecheras dejan de dar leche.
Medidas de control
Al tratarse de una enfermedad que se contagia con gran facilidad, se deben tomar medidas drásticas para frenar la propagación. De hecho, el virus utiliza casi todas las vías de transmisión: el contacto directo o indirecto, los vectores vivos (animales o personas que no sufren la enfermedad), los vectores inanimados (vehículos) y el aire (sin ningún otro tipo de ayuda, el aire puede extenderse a 60 km en superficie terrestre y recorrer 300 km en superficie).
Por otro lado, los animales con virus también pueden ser portadores de la enfermedad, bien porque el virus está en un periodo de incubación de 2-14 días, bien porque ha superado la enfermedad y el virus está dentro del cuerpo.
En países donde la fiebre aftosa es endémica se utiliza una vacuna para erradicar la enfermedad y, por ejemplo, en muchos países de Sudamérica se están llevando a cabo campañas de vacunación en los últimos años. La vacuna se desarrolló por primera vez en la década de los 60 y se realizó con un virus muerto por rayos ultravioleta o sustancias químicas.
Sin embargo, la incorporación supone un problema. Al estar el virus en la vacuna, se "resucita" y vuelve a aparecer. Por ello, no se utiliza en aquellos países en los que se considera que la enfermedad ha desaparecido, como por ejemplo en Europa desde hace más de diez años que no se realiza vacunación. Ahora se están investigando nuevas vacunas con péptidos del virus, tan eficaces como las que tienen todo el virus, que evitaría su resurrección.
En cuanto a Europa, para evitar que los casos actuales se conviertan en plagas, se han adoptado estrictas medidas de desinfección en las fronteras y se están sacrificando y enterrando animales en las zonas afectadas. En esta época de la globalización, a pesar de la dificultad de poner límites al virus de fácil difusión, en toda Europa se está intentando controlar la enfermedad.
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