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Efectos de ecografías frecuentes durante el embarazo

1994/03/01 Furundarena Salsamendi, Jose Ramon Iturria: Elhuyar aldizkaria

En la práctica clínica, los ultrasonidos (utilizados para la realización de la ecografía) son totalmente aceptados y se ha demostrado que, si se realiza a todas las mujeres entre las semanas 16 y 20 del embarazo, la mortalidad perinatal se reduce, principalmente por su capacidad para detectar la malformación del feto o del feto. Además, han visto que sirve para determinar la edad del feto, detectar problemas de crecimiento dentro del útero, etc.

La tecnología Doppler que utiliza ultrasonidos también nos proporciona información sobre la circulación sanguínea en la placenta y puede servir junto con otros datos clínicos y biométricos para conocer por qué un feto es pequeño, si es debido a factores genéticos o a patología intrauterina.

El uso frecuente de ultrasonidos no mejora los resultados del embarazo según los parámetros utilizados en este estudio.

En un hospital del oeste de Australia se ha llevado a cabo una investigación sobre los efectos que puede tener el uso frecuente de ultrasonidos durante el embarazo. Con 2.834 mujeres se pudo recabar información desde 2.801. Se dividieron en dos grupos:

  • Grupo A: La semana 18 del embarazo se les realizó una ecografía. En este grupo participaron 1.419 mujeres.
  • Grupo B: se les hizo una ecografía y un Doppler durante las semanas 18, 24, 28, 34 y 38 del embarazo. Este grupo fue formado por 1.415 mujeres.

Ambos grupos eran comparables en cuanto a edad, peso, raza, embarazos previos, tabaco, etc.

En cuanto a los resultados, se ha comprobado que el número de días de hospitalización tras el nacimiento era el mismo en ambos grupos, que los partos previos a la llegada del feto fueron similares en número y que en muchos otros factores analizados no se apreciaron diferencias: En la clasificación de la apgar, al utilizar responsabilidades intensivas, al utilizar oxígeno, a la edad del embarazo, a las alteraciones congénitas, etc. En el grupo A hubo 10 muertes neonatales y en el grupo B 3.

Para saber si el peso de los recién nacidos es normal se compara con unos percentiles. En este estudio, por debajo de los 10 y 3 percentiles aparecieron más niños en el grupo B y la diferencia tenía un significado estadístico. Sin embargo, los niños del grupo B sólo pesaron 25 g menos que los del grupo A. La edad del embarazo en el momento del nacimiento, la condición de fumador de los padres, la intervención obstétrica y la edad de la madre también implicaban un mayor riesgo de aparecer por debajo de estos percentiles.

Los médicos que han realizado la investigación han extraído las siguientes conclusiones:

  • El uso frecuente de ultrasonidos no mejora los resultados del embarazo según los parámetros utilizados en este estudio.
  • La aparición de 10 muertes neonatales en el grupo A (la mayoría por alteraciones congénitas) en comparación con 3 muertes en el grupo B, se considera aleatoria debido a que son pocos los casos, a que la morbilidad neonatal fue similar en ambos grupos y a que en esos fetos fallecidos no había restricciones de crecimiento.
  • El hecho de que en el grupo B aparezcan más niños por debajo de los percentiles bajos en peso y luego la diferencia de peso medio entre ambos grupos sea tan pequeña, significaría que no todos los fetos pierden peso pero que algunos de ellos nacen con percentiles muy bajos.
  • Por tanto, consideran que los ultrasonidos sólo deben utilizarse cuando sea necesario para completar la información clínica durante el embarazo.

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