“Saber que los sapiens y los neandertales se hibridaron nos abre un nuevo escenario”
2024/06/01 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
El arqueólogo Joseba Ríos Garaizar (Getxo, 1976), especializado en la industria lítica, ha trabajado en los principales yacimientos neandertales. Su firma está presente en numerosos trabajos de primer nivel publicados sobre ellos, por lo que desde la revista Elhuyar hemos acudido frecuentemente a Riosen para realizar reportajes o noticias sobre neandertales. Una vez más, nos ha acogido tan amable como siempre y no ha tardado mucho en lanzar sus respuestas.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido, alterado o sorprendido desde que empezaste a trabajar?
Como trabajo en torno a los neandertales, creo que todos los estudios del antiguo ADN me han cambiado la perspectiva, y sobre todo de la hibridación, es decir, el saber que los sapiens y los neandertales se hibridaron. Esto nos abrió a todos un nuevo escenario para entender las relaciones entre los neandertales y los hombres modernos. Y todo ello nos ha servido para entender de otra manera la desaparición de los neandertales. ¡Si desaparecieron! Porque en nuestro genoma tenemos sus genes, ¿hasta qué punto es correcto decir que desaparecieron? Y, paralelamente, la hibridación pone en duda el paradigma de que eran otra especie: según el paradigma, las crías de dos especies que se hibridan son estériles; en nuestro caso, no fue así. Es bonito, además, imaginar un escenario amoroso, ya que antes los encuentros de estos dos grupos humanos se asociaban siempre a la violencia y a la guerra [en risa pequeña].
También han aparecido en Europa otros seres humanos, los denisoveses, etc. Por lo tanto, si antes la evolución humana se representaba como un árbol, ahora, con lo que sabemos, adquiere una forma de matorral.
Por lo tanto, la secuenciación del genoma antiguo ha sido muy importante para todos y en eso estamos ahora.
¿De qué revolución o descubrimiento te gustaría ser testigo?
Mis deseos son bastante sencillos. Me gustaría que sucedieran dos cosas. Uno de ellos es encontrar en Euskal Herria un yacimiento del Paleolítico Inferior, en el interior de una cueva, con fauna, utensilios y, por qué no, con huesos humanos. Porque hemos estado muchos años buscando esto, y es verdad que hemos encontrado algunos indicios —yacimientos al aire libre, material aislado, etc.—, pero me gustaría encontrar algo significativo, guardado en una cueva. Digo en una cueva, porque a la intemperie no se conservan la fauna, etc.
Y el otro sería encontrar en una cueva un importante yacimiento del periodo châtelperrónico, por las mismas razones. Las que tenemos en las cuevas son interesantes, pero son muy pequeñas y las más grandes están al aire libre. Por eso me gustaría encontrarla en una cueva y, empezando a pedirla, encontrar huesos humanos [de nuevo riendo]. Y no haber estado ni tocado antes a nadie. Y que no haya nada más en las capas inferior y superior, lo cual sería ideal para evitar confusiones.