Venta plutonio y uranio empobrecido
2001/06/17 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
El mundo se encuentra ante una nueva amenaza: hay 3 millones de bombas de plutonio y uranio empobrecidos. Estados Unidos lanzó la primera bomba de plutonio en 1945 y las armas de uranio empobrecido las utilizó por primera vez en 1991 en Irak. Desde entonces, como material imprescindible para ganar guerras, en 1995 se han utilizado también en Bosnia y en 1999 en Kosovo. En consecuencia, alrededor de 300.000 kilos de uranio empobrecido, radiactivo, se dispersaron en las proximidades de Irak, Kuwait y Arabia Saudí, existiendo entre 300 y 800 balas enterradas en Irak y Kuwait. Los ejércitos estadounidenses e ingleses (según el biólogo inglés Roger Coghill, en Kosovo y Serbia se dieron cuenta de que en las guerras de Bosnia y Kosovo se lanzaron 9.000 y 15.000 proyectiles de uranio empobrecido respectivamente).
La mayoría de expertos afirman que ha influido directamente en el medio ambiente y la salud. Además, si a principios de primavera se generalizó la proliferación de casos de leucemia en los soldados, las consecuencias más dramáticas las sufrirán sus habitantes. A pesar de que los datos están aún por concretar, algunos expertos afirman que 10.000 personas morirán en Kosovo por el pobre uranio. Además, de los 697.000 soldados estadounidenses que participaron en la guerra del Golfo Pérsico, 130.000 tienen disfunciones respiratorias, hepáticas y renales, pérdida de memoria, dolores de cabeza, fiebre... y otras enfermedades.
¿Qué son el uranio empobrecido y el plutonio?
El plutonio es un elemento químico radioactivo inestable pero no presente en la naturaleza. Es un elemento artificial que se obtiene bombardeando el uranio con neutrones. Muy peligroso por la radiactividad que emite. Se utiliza para elaborar bombas atómicas y para combustible en reactores nucleares. La primera bomba de plutonio fue lanzada en el desierto de Nuevo México el 16 de julio de 1945.
El uranio empobrecido es el residuo del uranio enriquecido utilizado en armas atómicas y centrales nucleares. Aunque reactivo (a diferencia de otros isótopos del uranio), en sí mismo no es peligroso, pero un impacto lo convierte en polvo y se incendia de forma natural. Así, al lanzar material militar se forman pequeñas partículas radiactivas. Estas partículas son dispersadas por el viento y respiradas por los habitantes del entorno y los animales, llegando a pulmones o riñones. La eliminación de estas partículas es muy difícil para el cuerpo, y su sobreinhalación provoca a medio plazo enfermedades, desde el dolor de cabeza hasta el cáncer.
También pueden enfermar personas de diferentes razas, hombres o mujeres, soldados o civiles... Los materiales militares nucleares provocan una gran matanza. Pero al fin y al cabo no hay guerra que beneficie y, por tanto, el uso del uranio empobrecido no es tan sorprendente (aunque siempre es doloroso). Pero, como hemos dicho, no sólo el enemigo, sino el soldado que utiliza una bomba de uranio empobrecido tiene una gran probabilidad de enfermar. Sabiendo esto, ¿por qué siguen usando material militar de uranio empobrecido?
La respuesta es única: los militares utilizan el uranio empobrecido por su pequeña masa. Aumenta la energía cinética, aumentando la capacidad de penetración de la munición. Así, el obús tiene la capacidad de superar cualquier sistema de blindaje. Sea o no perjudicial para la salud, al ejército le da igual. Alain Richard, ministro francés de defensa, defiende el uso del material militar nuclear, "porque no usarlo sería perder ventaja en batallas opuestas".
Mercado negro plutonio
Al tratarse de elementos tan peligrosos, es sorprendente observar cómo el plutonio y el uranio empobrecido pueden adquirirse en el mercado negro y fácilmente. El material radiactivo desaparece inconscientemente, no hay control en los límites, los materiales de control no funcionan y el contrabando está muy extendido. Esta es la descripción realizada por la Agencia Internacional de Energía Atómica en mayo en el congreso de Estocolmo sobre el estado de las transacciones de elementos radiactivos.
Desde 1993 se han producido 550 accidentes en el transporte de materiales nucleares y en 1999 y 2000 se han contabilizado el doble de accidentes que en 1996. En el primer trimestre de 2001 se han confirmado 20 casos. Sin embargo, estas capturas son insignificantes en el mercado negro del uranio empobrecido y del plutonio. Según el experto alemán Ian Ray, sólo se captura entre el 5 y el 10% de los elementos radiactivos comercializados en el mercado negro. En el congreso se destacó que los detectores obsoletos y las leyes inadecuadas son los que hacen que este tráfico sea tan fácil.
En el congreso se han insistido en los riesgos que supone este mercado negro. Quedando al alcance de cualquier persona, ya que basta con combinarlo con las bombas convencionales para contaminar espacios amplios o simplemente dispersarlos por sistemas de aire de cualquier construcción. Pero, en definitiva, el problema no es que el uranio empobrecido y el plutonio dependan del ejército o de la mafia. Sino quién fabrica y cuánto dañan el medio ambiente y la salud.
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