}

Nuevo componente para protección solar

2006/10/08 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Quizá alguien diga que ha pasado el momento de hablar de cremas para protegerse del sol. Pero estas cremas no sólo se utilizan en verano, y sobre todo los que investigan en ellas trabajan todo el año. De vez en cuando este trabajo da sus frutos y, por ejemplo, recientemente la Universidad Británica Bath ha dado a conocer una interesante investigación.

Tanto en Gran Bretaña como en Euskal Herria, la mayoría de los casos de cáncer son de piel. Y la radiación solar es la principal causa del cáncer de piel. Por ello, no es de extrañar que los investigadores se esfuercen en mejorar las cremas solares.

Elementos protectores

Las cremas protectoras constan de pantallas o filtros protectores solares ultravioleta.

Las cremas convencionales contienen componentes para protegerse de los rayos ultravioleta que emite el sol. Son antirradiantes UVA y UVB y pueden ser de dos tipos, físicos o químicos. Los primeros reflejan la radiación y los otros la transforman para hacerla inocua.

Además, las cremas protectoras contienen ingredientes que favorecen la piel como la vitamina E. Esta vitamina es antioxidante y capta los radicales libres que se forman en las células por efecto de la radiación. De esta forma se evita que los radicales libres se dañen.

También contienen componentes hidratantes. El ácido hialurónico, la glicerina y otros agentes recogen el agua de la atmósfera y la introducen en las células, mientras que otros aceites evitan la pérdida de humedad. Por último, la mayoría de las cremas incluyen preservantes y aromas.

Clave, deshierro

En esta ocasión, los investigadores de la Universidad Bath han querido ir un paso más allá. Conscientes de que las células de la piel segregan hierro libre debido a la acción de los rayos del sol, han tratado de conseguir la sustancia adecuada para eliminarlo. Los resultados finales indican que van por buen camino.

Los rayos solares provocan que las células de la piel segregen hierro libre.

El hierro libre agrava los síntomas de la quemadura —inflamación y dolor— y es además peligroso porque ayuda a crear radicales libres. Los radicales libres, por su parte, provocan alteraciones en el ADN celular, con el consiguiente riesgo de cáncer.

Para reducir este riesgo, y de paso para aliviar los síntomas de la quemadura, los investigadores buscaron una molécula para eliminar el hierro libre. Esta molécula debía ser capaz de obtener hierro libre, de manera que el hierro no podría intervenir en las reacciones.

Por otro lado, tuvieron muy en cuenta que es perjudicial que las moléculas que se unen al hierro permanezcan en la piel durante largos periodos de tiempo, ya que también contienen hierro intracelular. Pero las células necesitan este mineral para cumplir sus funciones, por ejemplo, los glóbulos rojos necesitan hierro para transportar oxígeno.

Los radicales libres producen cambios en el ADN celular.

Por tanto, la molécula a encontrar por los investigadores debía ser capaz de neutralizar el hierro libre y, al mismo tiempo, no interferir en las funciones de la célula. Tras tres años de investigación, se han desarrollado dos prototipos aptos para su comercialización.

En los prototipos, las moléculas que se unen al hierro están atrapadas dentro de una estructura. Sólo se liberan cuando la dosis de rayos ultravioleta es elevada. Esto evita el riesgo de daño celular. Asimismo, los prototipos son más eficientes que las cremas solares convencionales y la protección dura más tiempo.

De momento, los prototipos han sido probados en culturas de células cutáneas tridimensionales y esperan que estén preparados para ser probados en las personas en dos o tres años. Si se superan todas las pruebas, estarán disponibles en el mercado antes de que transcurra el tiempo. De todas formas, ¡y la crema, qué barata, eficiente y dulce sombra!

Publicado en 7K.