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2001/02/11 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
El material genético propio es sagrado. Lo mencionamos con orgullo, sobre todo cuando hablamos de lo que tenemos guardado en ovarios o testículos. Sin embargo, todos sabemos que hay bancos de óvulos y esperma. Se venden y se compran… se hacen campañas de búsqueda de donantes… dicen. El tema está en el ámbito del misterio, pero no por desconocimiento, sino porque los que lo han utilizado no hablan de ello.
En una cuadrilla surgió el debate y nos hicieron un montón de preguntas. ¿Qué pasa con los espermatozoides? Si se congelan en nitrógeno líquido, ¿cómo se puede sobrevivir? ¡Menudo tema! Merecen un articulito, tanto los temas como las cuadrillas. Una vez recopilada la información, recurrimos a un banco de esperma cercano para contrastar toda esta teoría con la realidad.
¿Por qué yo?
Puede haber muchas razones para dejar el esperma en el banco. Sin contraprestación, muchas veces se utiliza para usar a sus hijos en épocas más adecuadas. Algunas parejas con problemas para tener hijos se dedican a la inseminación artificial en los días más fértiles de la mujer. También es una oportunidad para hombres que quieran practicar la vasectomía. En ocasiones, incluso los que padecen tumores de testículos, linfomas, leucemia o enfermedades de este tipo, pueden conservar a su hijo por si acaso ante el riesgo de estériles derivado del tratamiento que se les ha reservado.
Tanto los óvulos y espermas como todas las células vivas que se quieran mantener vivas en el laboratorio durante mucho tiempo deben congelarse (criogenización). Mejor dicho, deben conservarse a bajas temperaturas. Para ello se utiliza nitrógeno líquido a -196 ºC. En este entorno no hay vida. Además, a pesar del calentamiento de la célula tan fría, no volverá a la vida, de lo contrario, para resucitar a las personas muertas en el Everest, sólo sería traer a temperatura ambiente. Pero eso no es suficiente.
Antes de congelar la muestra del donante se sumerge en una mezcla de sustancias. A esta mezcla se añaden, entre otros, los "protectores" de la criogenización. El glicerol congelador de esperma y la yema de huevo se utilizan como solución protectora. La mezcla, por su parte, contiene glucosa y otros componentes para una óptima conservación.
Las muestras se enfrían controlando la bajada de temperatura. Además, antes de sumergirse en el líquido, se colocan en el vapor frío que se desprende del nitrógeno. En este proceso, debido a problemas osmóticos o a los efectos mecánicos de los cristales de hielo que se generan en el entorno, muchas células pueden morir. Sólo el 50-60% del esperma es fructífero tras el proceso.
La supervivencia depende de la técnica utilizada y de la "calidad" de la célula. Por supuesto, los espermatozoides y óvulos no han sido diseñados para soportar este tipo de procesos. Por ello, en el caso del esperma, la muestra se distribuye en recipientes pequeños, se congela y uno de ellos se descongela rápidamente. El descongelado se somete a una "prueba de sostenibilidad".
Si el esperma de un donante no supera significativamente la prueba, se rechaza toda la muestra. Para la determinación de la calidad del esperma no sólo se realiza una prueba de sostenibilidad. Otras características son el número de espermatozoides, la movilidad y la apariencia. Pero a un donante, además de la esperanza, se le realizan muchos otros análisis. El análisis de sangre es muy importante para conocer el grupo sanguíneo al que pertenece y detectar posibles enfermedades. Desde hace años, por ejemplo, la prueba del virus del sida se ha convertido en imprescindible. Por otro lado, se realiza un cuestionario psicológico en el que se recogen datos sobre la historia clínica familiar y el comportamiento sexual.
Experiencia veterinaria
La reproducción asistida es un tema antiguo para los veterinarios. Es una técnica utilizada de una u otra manera en la ganadería tradicional. Las reses de semental son un ejemplo típico. Por tanto, las técnicas desarrolladas para ello han servido de ejemplo para el caso humano. La diferencia a favor del ganado es la fertilidad. El toro es mucho más productivo que el hombre. La probabilidad de fecundación de las vacas con esperma congelada es del 90%.
Por ley, con el esperma de un donante no se pueden crear tantos niños como se quieran. La causa es el riesgo de problemas endogámicos. En general, la mitad de los niños que nacen serán niñas y niños. Es una cantidad estadísticamente difícil de reproducirse entre sí y varía según la región. Por ejemplo, el número máximo de niños autorizados por donante en un centro de Gipuzkoa es de seis.
Los bancos de esperma realizan campañas puntuales de captación de donantes. Normalmente se demanda a las universidades para que mucha gente joven y sana tenga conocimiento de la convocatoria. Muchos donantes se descartan si no tienen esperma de alta calidad.
Las mujeres tienen un número fijo de óvulos a lo largo de toda la vida y, con el paso del tiempo, disminuyen y envejecen. Por ello, por ley, los donantes de óvulos tienen el límite de edad más exigente, ya que sólo pueden hacerlo mujeres de entre 18 y 35 años. La calidad espermática de los hombres no varía normalmente con la edad y, además, se produce cada tres meses. Los hombres pueden ser donantes por ley hasta los 50 años.
El cliente del banco no puede elegir las características físicas que desee. Teniendo en cuenta el grupo sanguíneo, en cada caso se utiliza la muestra más cercana a las características del hombre de la pareja. No se puede pedir un niño pelirrojo, con ojos verdes o altos... muchas veces a las parejas no se les nota que han pasado por el banco con solo ver a sus hijos.
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