Bueno, bonito, barato... y libre
2007/02/01 Asurmendi Sainz, Jabier - Informatika-ingeniaria eta Bitarlan-en sortzailea Iturria: Elhuyar aldizkaria
En 1983, Richard Stallman, pionero del software libre, comenzó a trabajar en el proyecto GNU, con el objetivo de retornar a ese ambiente de trabajo inicial y desarrollar un sistema operativo libre completo. Dos años después, fundó la Fundación del Software Libre (Free Software Foundation, FSF) para dar soporte legal, financiero y logístico al proyecto GNU.
En 1990, GNU contaba con un editor de textos llamado Emacs, un compilador para lenguaje GCC C y la mayoría de los programas de bibliotecas y servicios que conforman un sistema operativo UNIX convencional. Sin embargo, faltaba un componente muy importante del sistema operativo, el núcleo.
Así, en 1991, el finlandés Linus Torvalds comenzó a desarrollar el núcleo de Linux y decidió distribuirlo como software libre. En algún padre, once programadores aparecieron dispuestos a colaborar en el desarrollo. Por internet, y poco a poco, consiguieron el núcleo compatible que necesitaba UNIX.
Pero, ¿qué es el software libre? De hecho, en inglés el software free puede entenderse como gratuito o libre. Pues aunque mucha gente piensa lo contrario, la esencia del free software no es la gratuidad, sino la libertad. Una vez adquirido, el software libre puede ser utilizado libremente, copia, investigación, modificación y distribución. El software libre puede estar disponible para descargar gratis en Internet o puede obtenerse a precio de distribución. La gratuidad no es imprescindible para que sea libre, se puede vender y comprar software libre.
Las cuatro libertades
Un software es libre si cumple cuatro tipos de libertad. La primera, denominada libertad 0, permite el uso de la aplicación con cualquier finalidad, privada, pública, comercial o educativa. 1 en libertad, se expresa la libertad de analizar el funcionamiento de la aplicación y adaptarse a las necesidades de cualquier persona. La libertad 2 permite realizar y distribuir copias sin límite. Por último, la aplicación libertad 3 es la libertad de cualquier persona para cambiar, mejorar y redistribuir.
Cabe destacar que las libertades 1 y 3 obligan a la disponibilidad del código fuente del software. De hecho, el código fuente de la mayoría de las aplicaciones que no son software libre es inaccesible: sólo se ponen en manos del usuario ficheros binarios incomprensibles para su ejecución en el ordenador.
Más seguro y hablante
El software libre presenta múltiples ventajas para usuarios informáticos, tanto individuales como colectivos o asociaciones.
Una de las ventajas es la seguridad. No hay consenso absoluto, pero el debate aboga por el software libre: sin miedo se podría decir que el software libre es más seguro que el software cerrado. De hecho, al estar disponible el código fuente de la aplicación, programadores y empresas de seguridad de todo el mundo pueden realizar auditorías del código y comprobar que la aplicación no tiene puerta trasera o que no es un caballo de Troya (un programa para obtener información del usuario o realizar una acción malintencionada en el ordenador del usuario). En el caso del software cerrado no es posible. Por otra parte, los agujeros de seguridad y sus soluciones se encuentran más rápidamente gracias a la voluntad de los usuarios y programadores de la comunidad.
Además, el servicio técnico de soporte de aplicaciones y plataformas no se interrumpe o mantiene según criterios comerciales. Esto ha sido y es el caso de versiones antiguas de aplicaciones y sistemas operativos de Microsoft. En el caso del software libre, sin embargo, ya que el código fuente está disponible, o bien la comunidad o empresas informáticas no productoras pueden ofrecer servicio técnico. Por otro lado, cualquier aplicación o plataforma libre
La documentación se puede encontrar de juerga en internet y normalmente en muchos idiomas, incluso en euskera.
De hecho, el software libre es beneficioso para lenguas minoritarias, ya que cualquier entidad o persona puede traducir el software al idioma deseado. En software cerrado, sin embargo, sólo la empresa propietaria tiene derecho a la traducción, que es la que decide el idioma en el que se coloca su software. Asimismo, cada vez que se crea un recurso libre para una lengua queda disponible para todo el mundo y su presencia se amplía en las nuevas tecnologías.
Económicamente, por supuesto, es más ventajoso el software libre que el cerrado: el mayor porcentaje de software libre se puede adquirir por devalu o precio de distribución. Y si se paga, por ser una aplicación a medida o por incluir accesorios u otros servicios, se puede copiar en tantos ordenadores y tantas veces como quieras. En el caso del software cerrado, sin embargo, es necesario pagar la licencia para cada ordenador.
Además, fomenta el desarrollo. Como el código es abierto, cualquiera puede mejorarlo o adaptarlo a las necesidades, dejando libre la nueva versión. No hay que inventar la rueda cada vez y se ahorra tiempo y dinero.
En casa, en el trabajo, en la escuela
Desde el punto de vista social, el software libre es una buena oportunidad para que los países empobrecidos puedan acceder a la tecnología, por ejemplo, o para que los individuos y las pequeñas empresas que no pueden pagar los costosos precios de las licencias dejen atrás las dos opciones que tenían hasta ahora: copiar el software ilegalmente y tener problemas económicos. Por tanto, se puede decir que el software libre ayuda a reducir la brecha tecnológica.En el caso de empresas y asociaciones, otra ventaja destacable es que si solicitan un servicio o desarrollo a una empresa informática, una vez finalizados los trabajos no quedan vinculados a la misma para realizar modificaciones en este o en otros servicios. Pueden dirigirse a otra empresa que les ofrezca mejores condiciones, o si tienen un informático, puede hacerlo él sin límite alguno. Por otro lado, si la empresa informática tiene la posibilidad de utilizar software libre, el servicio puede ser más económico ya que no tiene por qué empezar desde cero.
En la enseñanza también puede ser muy conveniente enseñar mediante software libre en la medida de lo posible. Por un lado, por la diversidad que existe en cada tipo de aplicación, que no es
enseñando el funcionamiento de una aplicación concreta, sino de un tipo de aplicación; y por otro lado, porque los alumnos pueden hacer cuantas copias deseen para seguir en casa con lo aprendido. Si se utiliza software cerrado es necesario adquirir licencias para seguir aprendiendo fuera o utilizarlas profesionalmente. Además, es posible investigar cómo funciona internamente el propio software libre, es decir, su código fuente.
En entidades públicas, por supuesto, parece más apropiado el uso de software libre, ya que en la medida en que se trata de dinero público es más responsable en cuanto al gasto. Además, las experiencias en diferentes lugares han sido buenas. Por otro lado, a la hora de elegir entre software libre y cerrado, las administraciones deberían analizar las ventajas que ofrece el software libre para lenguas minoritarias y, por tanto, para el euskera.
Miedos y dificultades
Algunos también encontrarán desventajas en el software libre. Una de ellas es la cuestión de los formatos. En formatos estándar para fotos, vídeos, sonidos, documentos, etc. no hay problemas, pero hay problemas con formatos no estándar y cerrado que utiliza software no libre. Las aplicaciones más importantes de software libre admiten estos formatos (en la medida de lo posible son formatos cerrados), pero no al revés, y desgraciadamente son las más extendidas en la sociedad. A modo de ejemplo: Con la aplicación ofimática OpenOffice se puede trabajar sin problemas con los documentos creados con MS Office, pero no al contrario, aunque el formato Open Office sea abierto y estándar.
Otro argumento en contra puede ser la dificultad de instalación y configuración, pero no es del todo así. El navegador Firefox, el cliente de correo electrónico Thunderbird y Open Office, por ejemplo, se instalan y utilizan con la máxima facilidad tanto en GNU/Linux como en MS Windows y MacOS X. Es cierto que en otros casos puede ser difícil, pero lo mismo ocurre con el software cerrado.
Los hábitos también son una dificultad para el software libre, sobre todo en el sistema operativo. Acostumbrado a uno, no es fácil cambiar a otro. Sin embargo, afortunadamente, la instalación de sistemas operativos libres es cada vez más sencilla, destacando la popularidad de Ubuntu. En cualquier caso, no estamos obligados a utilizar el software libre mediante un sistema operativo libre. En MS Windows o MacOs X también se encuentran disponibles las aplicaciones libres más importantes y un gran número de software libre, y además, normalmente en euskera. Este puede ser el primer paso para adentrarse en el mundo del software libre.
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