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Resurrección nuclear controvertida

2008/08/16 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

“Pat?­ticoâ€, con esta palabra el portavoz de la organizaci??n ecologista WWF defin?? lo firmado por el G-8 en su ultima reuni??n. De hecho, no se comprometieron fuertemente a reducir las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, el cambio climático sigue siendo el principal problema para los gobiernos de los países industrializados y, en la búsqueda de soluciones, cada vez son más los que están apostando por las energías nucleares. Sin embargo, según el Eurobarómetro, al menos los europeos no tienen el litigio tan claro como las autoridades.

En cualquier caso, la lista de países que se plantean construir nuevas centrales nucleares se está extendiendo día a día en Europa y en todo el mundo: Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, China, Finlandia... El cambio climático y la crisis del petróleo han dado la excusa perfecta para convencer a la sociedad del beneficio de la energía nuclear: las centrales no utilizan el petróleo para producir energía, y producen mucha electricidad sin emitir dióxido de carbono u otros gases que aumenten el efecto invernadero a la atmósfera.

La mayoría de las energías renovables tienen estas características, es decir, la energía solar, la eólica, la geotérmica, la hidráulica y la energía marina tampoco dependen del petróleo ni emiten gases de efecto invernadero. Sin embargo, sus defensores ven ventajas claras a la energía nuclear. Una de ellas es la cantidad de energía que generan, que al funcionar generan mucha más energía que los demás, y de forma continua y continua. No dependen del sol o del viento.

Otra ventaja es que la energía nuclear es materia prima. Las centrales nucleares utilizan el uranio para generar energía eléctrica y el mercado del uranio es más estable que el del petróleo. De hecho, las mayores minas de uranio se encuentran en los países políticamente estables: Australia, Estados Unidos y Canadá. Tienen reservas para unas décadas y comienzan a buscar nuevos minerales de uranio.

Parece que el discurso de los partidarios de las centrales nucleares incide en la gente y, al menos en Europa, está cambiando de actitud. El Eurobarómetro recoge la opinión de los habitantes de la Unión Europea y en su último informe se refleja que en tres años, desde 2005, se ha suavizado mucho el rechazo total de las centrales nucleares: En 2005 el porcentaje era del 24%, frente al 17% de este año. Es más, en 2005 el 31% se mostraba bastante en contra, frente al 28% en 2008. Así, hace tres años, más de la mitad se mostraba en contra, en mayor o menor medida (55% en concreto), pero ahora no llega a la mitad la proporción de personas que se oponen a las centrales nucleares (45%).

La opinión favorable se ha fortalecido casi en la misma medida en que la oposición ha descendido: En 2005 el 7% se hallaba totalmente a favor y el 30% bastante a favor, frente al 11% y al 33% bastante a favor. Los hombres son los más favorables: la mitad de los hombres están a favor y sólo un tercio de las mujeres. También hay diferencias de opinión en función de la tendencia política: la postura de la derecha es más acusada que la de la izquierda. Y quienes tienen altos cargos en el trabajo también son más favorables que quienes tienen puestos de trabajo más sencillos. Eso sí, hay que tener en cuenta que los cargos son mayoritariamente hombres y muchos son de derechas...

Seguridad en cuestión

Un equipo de ingenieros entra en el almacén de Yucca Mountain. (Foto: D. Mayer)

La siguiente pregunta que aparece en el informe del Eurobarómetro se centró únicamente en los detractores de la energía nuclear, y es que si hubiera una solución definitiva y segura para los residuos nucleares, ¿estaría a favor o en contra de las centrales nucleares? En este caso, el 39% de los encuestados cambiaría de opinión, frente al 48% que no. Además, un 8% respondió que esta opción no es posible, es decir, que no es posible encontrar una solución segura y definitiva para los residuos nucleares. Y esa respuesta no estaba en la encuesta, entre las opciones, surgió de manera espontánea. Sin embargo, los encuestadores lo recibieron.

Por tanto, a pesar de que la tendencia está cambiando, los residuos nucleares siguen teniendo una gran preocupación. Según la encuesta, el 93% de los europeos piensa que la solución a los residuos debe ser ahora, sin dejar el problema para las siguientes generaciones. Pero no son muy optimistas: 7 de cada 10 opina que no existe una forma segura de eliminar los residuos nucleares de alto nivel de radiactividad.

Por el momento, los residuos de las centrales nucleares se encuentran depositados en las centrales donde se han generado, en las balsas de inactivación. El agua absorbe la radiación y el calor desprendidos por los materiales radiactivos y, a su vez, va disminuyendo progresivamente (muy lentamente) el nivel de radiactividad.

De cara al futuro, buscan zonas geológicamente estables para enterrar en profundidad. Todavía no lo han guardado en ningún sitio, pero ya se están preparando este tipo de almacenes, como en el Yucca Mountain de Estados Unidos. Según los ingenieros que han diseñado, es totalmente seguro. La forma de llevar los residuos hasta allí deberá ser totalmente segura...

A pesar de las mayores medidas de seguridad, siempre hay riesgo de accidentes. En España, el último episodio de alarma ocurrió en Asco: en noviembre del año pasado hubo una fuga de radiación. Meses más tarde, el Consejo de Seguridad Nuclear de España reconoció que la fuga fue superior a la inicialmente mencionada, concretamente 750 veces superior. Para ellos, los peligros de las centrales nucleares dejan en bancarrota los argumentos de los partidarios.

Publicado en Gara

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