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Cosmética extrema

2005/07/11 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Es evidente que hay hombres y mujeres que, por su apariencia, están dispuestos a sufrir mucho dolor. Mira, si no, a los que tienen el cuerpo tatuado y lleno de clavos y aros, o a los que hacen cirugía estética. Para los que no quieren acudir al quirófano, la cosmética ha creado tratamientos eficaces. Eso sí, hay que tener en cuenta que a veces la belleza y el riesgo van de la mano. Es decir, que estos tratamientos son algo más duros que la crema Nivea.
Las arrugas no son simples indicadores de edad, sino que también refuerzan la expresividad.

Entre las posibilidades que ofrece la cosmética, están de moda tratamientos eficaces que prometen resultados espectaculares, de los que uno de ellos es el botox.

El botox es una toxina propiamente botulínica producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Esta bacteria se encuentra en el suelo, el agua y el fango, pudiendo llegar a conservas de comida. En conservas bien elaboradas no hay peligro, pero si ha habido algún defecto puede haber bacteria. Después, gracias a la falta de oxígeno, produce toxina, una de las toxinas más potentes conocidas: un millón o menos de un gramo es suficiente para matar a una persona.

Afortunadamente, al mantener la toxina a 80ºC durante diez minutos, se deroga. El mayor riesgo se encuentra en las conservas que no se calientan, como el salmón ahumado. Los síntomas de intoxicación son realmente graves. Sequedad de boca, náuseas y mareos. Además, se produce una paralización muscular que, según la dosis, puede llevar a la muerte, ya que la parálisis impide la respiración.

Precisamente por esta capacidad de paralización muscular se utiliza la toxina botulínica en cosmética. Sin embargo, se ha utilizado en medicina antes que en los tratamientos cosméticos. Es adecuado para el tratamiento de diversas enfermedades con hiperactividad muscular. La primera aplicación se realizó con estrabismo en 1977. El estrabismo se debe a la hiperactividad de los músculos que mueven el globo ocular, por lo que el ojo no puede mirar correctamente. La torticolis, los espasmos faciales y el exceso de sudoración o saliva mejoran mucho con la utilización de toxina botulínica.

De la medicina a la cosmética

La primera aplicación de Botox fue el tratamiento del estrabismo.

En los últimos tiempos, sin embargo, el tratamiento ha saltado de la medicina a la cosmética para acabar con las arrugas. La toxina se introduce por inyección en el lugar donde se pretende eliminar las arrugas, siendo las zonas más habituales la frente, frente, zona bucal y cuello o pecho. No es necesaria la asistencia al hospital ni la anestesia, y su efecto es inmediato. Entre el segundo y el cuarto día, las arrugas desaparecen; a pesar de intentar subir las cejas o poner una frente oscura, la piel aparece muy suave.

Pero el tratamiento no es definitivo. Seis meses después la parálisis desaparece y las arrugas vuelven a aparecer. Por lo tanto, no se puede parar el paso del tiempo, la botox sólo consigue reducir temporalmente los efectos visibles. Por ello, el tratamiento debe repetirse periódicamente. Sin embargo, entre las sesiones hay que dejar un intervalo de al menos medio año, ya que de lo contrario se corre el riesgo de producir anticuerpos contra la toxina y entonces la botox no tendría ningún efecto.

En España el año pasado se autorizó la utilización de toxina botulínica tipo A en tratamientos estéticos. Se ha comercializado bajo el nombre de Toxina Vistabel y sólo es posible en centros autorizados. No es barato, porque cada sesión cuesta entre 300 y 1.200 euros, pero cada vez son más las personas que inyectan.

Algunos atribuyen a la botella la inexpresividad de algunos actores.

Actualmente se utiliza en 70 países y está muy extendida en EEUU y Gran Bretaña. Allí empezaron antes que en España y ya son más de 500.000 las personas que se han apuntado. La experiencia ya existe, pero eso no significa que no tenga ningún efecto secundario. Los efectos secundarios más ligeros son la alteración de la apariencia del rostro y la diferenciación de ambas partes o la pérdida de expresividad. De hecho, algunos atribuyen al botox la inexpresividad de algunos actores.

Sin embargo, puede ser peor. Por ejemplo, puede suceder que al coger una y otra vez se debiliten y adelgazen los músculos y se queden las cejas caídas. Otro riesgo es el que se produce cuando el efecto de la inyección es desproporcionado, no es habitual, pero en ese caso aparece la imposibilidad de tragar, hablar y cerrar los ojos, así como el dolor de cabeza. Por otra parte, al tratarse de un tratamiento relativamente nuevo, no es posible conocer el efecto que tendrá la repetida toma a largo plazo.

Piel muy suave

Además de eliminar las arrugas, para aquellos que quieren dar a la piel un aspecto joven, la cosmética ofrece otros tratamientos. Por ejemplo, hay productos químicos que tienen la capa superior de la piel “limpiándola”. Éstos igualan la piel y le dan mejor aspecto. Eliminan las manchas oscuras y las arrugas superficiales. En cualquier caso, el impacto depende del producto.

Algunos productos de pulido afectan profundamente.

Los productos más suaves son los ácidos de las frutas, el ácido glicólico o el ácido alfa-hidróxido y los más duros el fenol. Los primeros trabajan sobre la piel y son capaces de eliminar pequeñas arrugas y manchas. Los basados en el fenol llegan más a fondo y se utilizan también para blanquear la piel. Pero puede ocurrir que luego tenga que protegerse del Sol para siempre, ya que de lo contrario existe el riesgo de causar daños importantes en la piel.

Normalmente estos tratamientos suelen ser bastante dolorosos y es posible que sea necesario tomar medicamentos para eliminar el dolor. En la piel se siente calor e irritación, y en los tratamientos más duros es necesario cubrir la cara con vendas durante varios días.

Los ácidos pueden ser sustituidos por métodos físicos para regenerar la piel. Esto es lo que se conoce como microdermoabrasión, realizado el año pasado por un millón de estadounidenses. Un spray consiste en la aplicación de micropartículas en la piel de óxido de aluminio, diamante o cristal de sal, seguido de la limpieza de las micropartículas y de la piel muerta.

El resultado es similar al obtenido con productos anteriores. Los efectos secundarios son menos graves ya que sólo se elimina la capa superficial. Sin embargo, pueden aparecer enrojecimiento, irritación, sensibilidad al Sol y calor.

La fuerza de la luz

Cada vez son más los hombres que realizan tratamientos cosméticos.

La cosmética recomienda tratamientos láser para eliminar las arrugas y manchas de la piel, así como los tatuajes. El láser es una luz monocolor de una sola longitud de onda. En cosmética, la energía de esta luz se utiliza para destruir las capas superficiales de la piel. El efecto es similar al de los productos utilizados para la restauración de la piel, pero más concreto. Eso sí, un mal uso puede provocar cambios de color y manchas en la piel.

El láser también puede utilizarse para mejorar la propia piel. En algunos tratamientos se profundiza en la penetración del láser con el fin de fomentar la producción de colágeno en las capas inferiores. Esto tensa la piel, provocando que las pequeñas arrugas desaparezcan y mejoren el tono de la piel. Esta técnica tiene muchos seguidores y apenas tiene efectos secundarios.

Es evidente, por tanto, que la cosmética es una opción de tratamiento y que produce noticias continuamente. Muchas son bastante duras y a veces no está muy claro el límite entre la cirugía plástica y la cosmética. Sin embargo, este tipo de tratamientos tienen cada vez más éxito, por lo que parece que la gente no se asusta al ver el riesgo y la belleza juntos.

¿Cómo afecta la toxina botulínica?

La toxina botulínica afecta a los nervios que mandan movimiento muscular. De hecho, desde el cerebro se llevan las órdenes a través de los nervios de la musculación y los nervios se comunican a través de los neurotransmisores. El nervio periférico libera acetilcolina neurotransmisor para la contracción muscular. La toxina botulínica impide la liberación de acetilcolina, por lo que el músculo es temporalmente paralizado.


Sustituye té y pastas por botonera y champán

Las fiestas de botox están de moda.

En varios lugares se celebran fiestas de botox. Durante estas fiestas, la gente inyecta el botoncito mientras bebe champán. Los dermatólogos de EE.UU. han publicado una nota al ver que la costumbre se está extendiendo. Consideran que la mezcla de alcohol y botoncillas puede ser muy peligrosa y producir graves efectos secundarios. No hay que olvidar que la botonera es una toxina y que la intoxicación puede causar la muerte, ya que la parálisis de los músculos del pecho impide respirar.

Sin embargo, quienes comercializan y trabajan con el botoncito consideran que el riesgo no es en absoluto tan alto. La toxina está adaptada para su uso en cosmética. De esta forma evitan intoxicaciones graves. Por lo tanto, aunque nunca es adecuado mezclar un tratamiento con alcohol, no existe riesgo de intoxicación letal.



Inyecciones de relleno

Como material de relleno se utilizan el colágeno, la silicona o la grasa.

Hay muchos tratamientos para eliminar las arrugas. Sin embargo, los tratamientos de cosmética no se limitan a ello, sino que se utilizan rellenos para engrosar los labios, igualar los orificios dejados por heridas o enfermedades, resaltar el hueso mandibular y otros cambios de aspecto. Se inyectan y se fabrican en colágeno, silicona o grasa.

El colágeno es un tejido animal que ayuda a unir células y sujetar tejidos. El empleado en cosmética se realiza con tejido conjuntivo de cerdos o vacas y se inyecta donde se quiere destacar. Se utiliza principalmente para engordar los labios. El efecto dura de unos pocos meses a año y medio. El cuerpo metaboliza. Por ello es necesario introducir más colágeno a intervalos.

Los efectos secundarios se deben principalmente a las alergias. Aproximadamente el 3% de la población es alérgica al colágeno. Para evitar problemas es conveniente realizar una prueba alérgica antes de la introducción del colágeno. En caso contrario, aparecen picores, dolor, calor e irritación, y en los casos más graves, shock y dificultad respiratoria.

El colágeno puede sustituirse por silicona, pero puede producir otros efectos secundarios como el moratón y el desplazamiento de la silicona.

La grasa no produce alergias, ya que se utiliza la del propio paciente. Se utiliza para rellenar arrugas profundas y engrosar los labios. La emisión es difícil y dura más tiempo que los demás.


Publicado en el apartado D2 de Deia.