Mascotas medicinales
2000/06/04 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia
Según la historia de la medicina, las mascotas fueron utilizadas por primera vez en 1792 para ayudar en terapias y en Inglaterra. El médico Willian Tuke utilizó perros para enseñar autocontrol a los pacientes que estaban en los manicomios. Posteriormente, en 1867, en Alemania se realizaron experiencias similares con epilépticos, en 1944 en los hospitales de la Cruz Roja de Estados Unidos…. En 1960 el psiquiatra Boris Levinson explicó los beneficios del uso terapéutico de los animales. Este médico trabajaba con niños. Al entrar en la consulta, los niños encontraban al doctor Levinson y a su perro Gingles. En los casos de niños muy tímidos y cerrados, Gingles servía de puente, facilitaba la comunicación entre el psiquiatra y el niño.
A partir de la década de 1960 se llevaron a cabo numerosos estudios sobre la influencia de los animales en la salud humana. Desde entonces se han detectado beneficios físicos -disminuye la presión arterial, se endurecen los músculos…-, mentales -disminuye la ansiedad y el estrés, mejora el humor…- y sociales -mejora la relación con los otros-. Los animales utilizados en las terapias pueden ser del hospital.
del propio paciente o, sin más, de la gente de buena voluntad dispuesta a dejar sus mascotas. Según los expertos, el perro es la mascota más adecuada, ya que aprende y llega a obedecer órdenes. Sin embargo, otras mascotas han sido utilizadas en terapias como gatos, pájaros, tortugas, conejos y delfines.
Karen Allen, doctora de la Universidad Buffalo de Nueva York, investiga la influencia de la mascota y la música en la persona. Ha podido concluir que las mascotas ayudan a reducir el estrés y mantener la presión arterial adecuada. Allen dice que cuando pide a los pacientes que den charlas o hagan cálculos, la presión arterial sube considerablemente si el que está a su lado es su pareja o amigo, mientras que cuando el que está a su lado es un perro o un gato, la presión arterial no se ve alterada. "Creemos -decía el doctor Allen - que eso es lo que pasa porque los animales no opinan, pero para ello es imprescindible tener relación con el animal y amar al animal, que no sea meramente decorativo". Según el investigador, todavía es prematuro afirmar que una especie animal es mejor que la otra a la hora de mejorar la salud del propietario.
Mascotas ante el sida
"Da igual el animal que tengas, ¡quítalo! ". Esto es lo que durante años han echado los médicos a los pacientes con alguna enfermedad inmunológica. Los animales pueden transmitir más de 200 enfermedades. Eso no quiere decir que la mascota se envíe desde casa. Las personas con SIDA o alguna enfermedad inmunológica son frecuentemente excluidas y aisladas por la sociedad. Para este tipo de gente, tener un amigo al lado, por ejemplo una mascota, puede ser fundamental para ser más feliz. No se puede olvidar el riesgo de infección por lo que se pueden dar consejos para reducirlo:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Mantén limpio el lugar de la mascota y la propia mascota.
- Si hay riesgo de alergias, que el pelo de la mascota esté corto.
- Evitar que circulen por la zona de la cocina. Si no es posible, utilizar desinfectantes.
- No tocar los fluidos de la mascota, como la orina, la caca, el gusano, etc. Llevar guantes de limpieza o que otros puedan limpiarlos.
- Que las uñas del animal estén limpias.
- Limpiar inmediatamente las muelas y acudir al médico.
- Acudir al veterinario al menos una vez al año.
- Utilizar únicamente comida para animales.
- Que no circulen por la basura.
Delfines: psiquiatras acuáticos
Una vez leída, puede que alguien piense que lo dicho sólo sirve para perros o gatos, pero también sirve para otros muchos animales. Uno de ellos es el delfín.
Muchos de los que trabajan con los delfines afirman que estos animales son capaces de reconocer la discapacidad humana o los trauma físicos. ¿Cómo lo pueden hacer? Según los científicos que trabajan en las investigaciones médicas, los delfines tienen un sonar propio, envían y reciben ondas sonoras que pueden tener mucho que ver con su sensibilidad. Desde 1989 la Fundación Aqua Thought del Estado de Florida (http://www.aquathought.com) está investigando la relación entre las personas y los delfines. En concreto, está investigando los cambios psicológicos, neurológicos e inmunológicos que se producen en el contacto de las personas con los delfines. Se han realizado electroencefalogramas y con estos animales en el agua se han encontrado cambios en el cerebro de las personas. Los procesos no se conocen bien, pero la hipótesis es que al nadar con los delfines se refuerza el sistema inmunológico de la persona, afecta al ciclo productivo de los neurotransmisores y se producen cambios hormonales. Se cree que las ondas emitidas por los delfines provocan cambios en las membranas celulares. Por ello, los delfines se han utilizado para ayudar a niños con discapacidad, autistas y con síndrome de Down. Toda esta línea de investigación se llama delfinoterapia y parece que puede tener futuro.
Habrá pocas personas que no se alegren de ver el delfín. Parece que va la confianza, la cercanía, la amistad... Aunque el mundo de los delfines sigue siendo desconocido, hay cosas que ya se conocen. Por ejemplo, están muy evolucionados y son muy inteligentes. Se mueven por ultrasonidos, para conocer lo que tienen delante, o para "mirar" al interior de la materia. Tienen muy desarrollado el sentido del tacto, pueden aprender el lenguaje de los gestos… y, sin embargo, han existido seres humanos que no tienen otro objetivo que el de la pesca del delfín.
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