Lynn Frewer: "El público quiere información abierta y transparente"

Las crisis alimentarias son muy graves, ya que afectan al conjunto de la sociedad. En los últimos tiempos, además, en este ámbito ha habido numerosas crisis en Europa. El Dr. Lynn Frewer, especialista en identificación, análisis y gestión de estas situaciones, procedentes del Reino Unido y del territorio más afectado por la crisis, ofreció una conferencia en Bilbao.

En el Reino Unido acabáis de pasar la epidemia de EEB (mal de vacas locas). Hasta ahora no se conocía este tipo de enfermedades. ¿Es algo comparable al caso del sida?

El primer problema que tiene la EEB es que su efecto sobre el ser humano sea inesperado. No sabemos qué puede afectar a la población humana. Es una enfermedad muy desagradable, la gente muere en condiciones muy penosas. Las autoridades dijeron que no había peligro, pero la preocupación del público llegó hasta las instituciones oficiales.

Lynn Frewer. Doctor en Psicología. Actualmente trabaja en el Instituto de Investigación Alimentaria de Norwich (Inglaterra). Allí analiza la relación entre la industria alimentaria y la opinión pública. La crisis reciente en este territorio, provocada por la enfermedad de las vacas locas y la fiebre aftosa, ha podido ser analizada. (S. Puente Roa).

Otro problema de gran repercusión en Europa es la lucha contra los alimentos transgénicos. No obstante, no se dispone de datos sobre su posible afección a la salud. Pero en Estados Unidos la respuesta ha sido mucho mejor. ¿Qué pasa?

En Estados Unidos están cada vez más preocupados por la biología en general, el campo de las armas biológicas en particular. Análisis de la situación en la década de los 90. En primer lugar, toda la información que se da al público equiparaba estos nuevos alimentos con los tradicionales. Por otro lado, no se tuvo en cuenta cuáles son las preocupaciones reales de la gente, sino que las principales preocupaciones eran su posible impacto sobre el medio ambiente y la salud. Es un ejemplo de esta relación entre la EEB y el CJD (enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, enfermedad de las vacas locas en humanos). Por último, creo que a la hora de regular se descartó este ámbito. Los científicos afirmaron que las preocupaciones de la gente eran irracionales y, por supuesto, el público se enfadó. A partir de ahí surgió la crisis.

La gente empezó a preguntarse por qué estaba desarrollando este tipo de comida. En el caso de la soja transgénica, el provecho parece estar siendo percibido por los productores estadounidenses y los riesgos por los consumidores europeos.

Otra cosa que puede suponer un riesgo para la salud es el teléfono móvil, sobre todo antenas. Pero la gente no ve problemas. ¿Cuál es la diferencia?

La gente elige lo que quiere. Trata de contraponer ventajas y riesgos. En el caso de los teléfonos, las ventajas de la vida de la persona son enormes. Sin embargo, en el Reino Unido se ha planteado una duda al respecto. Al menos, la gente quiere saber hasta dónde llega el riesgo si se ha realizado una investigación o no. Pero no hay que olvidar que también ve ventajas muy espectaculares.

Siguiendo con los alimentos, quizá la respuesta más rápida sea un problema de contaminación del agua. ¿Por qué no se puede equiparar esta respuesta con la de otros tipos de alimentos como las hortalizas?

El público se preocupa mucho, sobre todo porque el agua es un producto insustituible. Cuando se produce la contaminación, aunque tenga un efecto muy local, hay que advertir a mucha gente. Por tanto, es potencialmente catastrófico. Entre otras cosas, afecta a los niños, por lo que la preocupación surge en gran parte de la población. Con las verduras, en cambio, es mucho más fácil protegerse de lo contaminado.

Cuando se produce una crisis alimentaria, los medios de comunicación hacen dos tipos de tratamiento de lo nuevo, político y social. En su opinión, con estas dos posturas, ¿cómo debería ser la información de la crisis?

El público quiere que la información sea abierta y transparente. Quiere saber el camino a seguir. Los medios de comunicación tienen la obligación de contar qué está pasando y cuál es la responsabilidad política. Creo que es muy importante que los medios de comunicación difundan la información correcta, aunque a veces eso implique desconocimiento y dudas.

En el Reino Unido han pasado recientemente dos crisis relacionadas con el ganado: la vaca más loca y la fiebre aftosa.

Sin embargo, proporcionar información directa requiere en ocasiones un gran conocimiento científico de la gente.

Pero también hay muchos expertos en comunicación científica. Algunos son muy buenos para hacer comprensible la ciencia y la tecnología para el público en general. Esta gente debería entrar en la comunidad de periodistas. En el Reino Unido surge la necesidad de ampliar de forma comprensible las polémicas científicas. Si los científicos han sido capaces de dar un paso, los periodistas también tendrán que ser.

La información sobre la EEB aumentó enormemente en los medios de comunicación en marzo de 1996, y a partir de ahí se extendió la crisis. Entonces, ¿qué es lo que provoca la crisis, los medios de comunicación o la propia enfermedad?

El trabajo de los medios de comunicación revela la crisis. Hay que entenderlo así: en la nueva crisis, si la gente no ha recibido ningún punto de vista sobre el riesgo, la primera información tendrá un enorme impacto social. Después, al menos en el Reino Unido, los medios de comunicación comienzan a buscar cuáles son sus responsabilidades políticas y de culpa. En general, la gente no cambiará de opinión pasados esos primeros días. Cuando entramos en una crisis se necesita información muy rápidamente.

¿Qué pasaría si no hubiera medios de comunicación?

Si no hubiera medios de comunicación, creo que los que regulan el riesgo deberían cumplir con el trabajo de los medios de comunicación. Por ejemplo, en Ginebra en 1986 en la crisis de las radiaciones… las cosas tuvieron que organizarse muy rápido. Recuerdo que en Suecia hubo muchos problemas con el agua. La mayoría de las personas reciben información a través de la televisión.

De una u otra manera, alguien tiene que hacer ese trabajo. En ausencia de medios de comunicación, el Gobierno tendrá que actuar sobre ellos, pero esto significa que debería permitir la no conformidad, informar previamente sobre el riesgo, tomar decisiones muy transparentes y hacerlas comprensibles para el público. Hay que evitar que la gente diga que se toman las decisiones que se toman “¿qué están haciendo estos? ".

Lynn Frewer, en el Palacio Euskalduna.
G. Puente Roa

Si se ocultan dudas e ignorancias, la gente no tardará en preguntarse si se le dice la verdad. El público no acepta la falta de transparencia y las verdades ocultas. En el Reino Unido, por ejemplo, el público está cada vez más enfadado y esa situación debe cambiar de alguna manera.

¿Cuál de los medios de comunicación considera que tiene mayor incidencia en temas relacionados con la ciencia?

Hoy en día es sin duda la televisión. La prensa y todos los medios son necesarios, pero la difusión de la idea por televisión es más rápida y sencilla. El mensaje se transmite fácilmente al espectador. Pero una vez concluida esta primera fase y surgida la opinión del público, para quien quiera profundizar más, las informaciones escritas son más efectivas, ya que, en general, la televisión no ofrece mucha profundidad.

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